Bruselas (CNN) – Estados Unidos espera más anuncios de paquetes de armas y equipos que se enviarán a Ucrania para ayudar en su lucha contra Rusia en una reunión de casi 50 países en Bruselas el miércoles, según un alto funcionario de defensa de Estados Unidos.
Funcionarios ucranianos han advertido que Rusia está ganando terreno en la región de Donbás, en el este de Ucrania, específicamente en la ciudad de Severodonetsk, que ha sido testigo de algunos de los combates más intensos recientemente. Sin una afluencia mayor de armas, algunos funcionarios ucranianos han dicho que será cada vez más difícil frenar el avance progresivo de Rusia o recuperar el terreno ocupado en la región.
“Oímos lo que están diciendo, absolutamente oímos lo que están diciendo”, dijo el alto funcionario de defensa, que habló de la “urgencia” de la reunión del Grupo de Contacto de Ucrania en Bruselas.
El funcionario no quiso detallar qué países anunciarán nuevos paquetes de seguridad ni qué incluirán esos envíos, pero señaló que Estados Unidos trabaja “muy estrechamente” con sus aliados para averiguar qué necesitan las fuerzas armadas de Ucrania y luego encontrar esos sistemas para enviarlos.
El funcionario tampoco quiso decir si EE.UU. haría un nuevo anuncio, pero dijo que la administración de Biden ya está trabajando en el próximo paquete de armas.
“Es una petición constante porque es una batalla constante” con “requisitos urgentes en constante evolución”, dijo el funcionario a un grupo de periodistas que viajaban con el secretario de Defensa Lloyd Austin.
La administración anunció el más reciente paquete de armas a principios de junio, incluyendo el Sistema de Cohetes de Artillería de Alta Movilidad (HIMARS, por sus siglas en inglés), un sistema capaz de lanzar múltiples cohetes y misiles que Ucrania había solicitado con urgencia durante semanas. El paquete de US$ 700 millones era la primera vez que la administración recurría al paquete de ayuda de US$ 40.000 millones para Ucrania del mes pasado, que recibió apoyo bipartidista en el Congreso.
Un pequeño grupo de soldados ucranianos comenzó a entrenar con el HIMARS casi inmediatamente después de que se anunciara el paquete de armas. Pero el sistema, que requiere tres semanas de entrenamiento, aún no ha entrado en combate. El alto funcionario de defensa solo afirmó que entrará en Ucrania “pronto”.
Estados Unidos ha asumido “cierto riesgo” para su propia preparación militar al enviar armas y equipos a Ucrania, dijo a principios de este mes la secretaria del Ejército, Christine Wormuth, pero no era “un nivel de riesgo inaceptable en absoluto”.
La alta funcionaria de defensa dijo que EE.UU. y sus aliados tienen una cantidad significativa de equipo todavía disponible para enviar a Ucrania.
“Estamos lejos de haber agotado los recursos y la asistencia de seguridad de varios países para esta batalla en territorio ucraniano”, dijo el funcionario.
Zelensky pide más
El presidente de Ucrania, Volodomyr Zelensky, prometió en un discurso nocturno el lunes que Ucrania liberaría todos los territorios ocupados por Rusia, incluso la península de Crimea, que Rusia se anexionó poco después de su toma de posesión en 2014. Pero eso solo podría ocurrir, dijo, si se envían más armas a Ucrania.
“Solo se necesitan suficientes armas para que se produzca. Los socios las tienen. En cantidades suficientes. Y trabajamos todos los días para que aparezca la voluntad política de darnos esas armas”, dijo Zelensky.
Funcionarios ucranianos han dicho que mueren en combate entre 100 y 200 soldados al día, una cifra que plantea algunas dudas sobre la capacidad de las fuerzas armadas ucranianas para soportar tales pérdidas. El funcionario estadounidense dijo que no dudan de las cifras de bajas.
“Las cifras no están fuera de la línea de lo que se esperaría para este tipo de batalla de artillería”, dijo el funcionario. “No es sorprendente que las cifras que reportan los ucranianos sean tan graves”.
Pero el funcionario dijo que EE.UU. no ha visto un decaimiento de la moral ucraniana para permanecer en la lucha, incluso cuando el conflicto se convierte en una batalla brutal de artillería que puede favorecer la potencia de fuego y la mano de obra de los militares de Rusia. El funcionario dio una nota más optimista sobre el estado de la guerra, incluso cuando Rusia parece estar ganando impulso en la región de Donbás.
Los problemas de moral, la falta de mando y los problemas de abastecimiento han plagado al Ejército de Rusia desde el comienzo de la invasión. Rusia pudo disimular algunos de esos problemas cuando el foco de atención se trasladó al este de Ucrania, ya que el campo de batalla era fronterizo con Rusia, lo que facilitaba el envío de suministros a través de la corta distancia a las unidades en el frente.
Gran parte de los equipos de alta gama de Rusia ya han sido destruidos, dijo el funcionario, lo que les obliga a depender de modelos más antiguos. Al mismo tiempo, las existencias de municiones de precisión de Rusia están disminuyendo, lo que lleva a utilizar más artillería, que ha tenido consecuencias devastadoras por su falta de precisión. Las sanciones y las restricciones a la exportación también han hecho más difícil el reabastecimiento de sus capacidades de alta gama, dijo el funcionario.
A pesar de todos los retos a los que se han enfrentado los rusos, tanto los creados por ellos mismos, como los derivados de los contraataques de Ucrania, Moscú sigue conservando su mayor ventaja: el gran tamaño de su ejército. Pero eso no significa que Rusia tenga garantizada la victoria, aunque el presidente de Rusia, Vladimir Putin, no haya mostrado ningún indicio de que esté considerando reducir sus objetivos.