(CNN Español) – Las olas de calor se han vuelto más frecuentes y más intensas en Estados Unidos. ¿Estamos ante el peor momento? Los registros históricos muestran que la década de 1930 fue la peor en el último siglo. Algunas de las cifras más recientes se le parecen.
El año 1936 fue el de las peores olas de calor en el período comprendido entre 1895 y 2020, según el índice de olas de calor que elabora la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos y que le otorga un valor a cada año según la frecuencia y la extensión de las olas de calor que haya registrado.
En este contexto, explica Our World in Data —que cuenta con una visualización del índice— se define una ola de calor como un periodo de al menos cuatro días con un temperatura media que solo se esperaría que ocurra cada diez años al tomar como referencia los valores históricos.
El peor año es 1936, seguido por tres de la misma década: 1934, 1931 y 1930. Le siguen 1988, 1901, 2011, 1980, 1954 y 2012.
Tomando como referencia los últimos 60 años, múltiples datos nos permiten afirmar que el problema está aumentando: en la década del 60 había, de media, dos olas de calor al año. Para 2010 la cifra era de seis o más. La temporada promedio de las olas de calor en 50 grandes ciudades, mientras tanto, dura 47 días más que en ese entonces, según cifras del Gobierno.
La ola de calor de comienzos de siglo: 1901
Una de las olas de calor que ha pasado a los registros es la de julio de 1901, que el Servicio Meteorológico Nacional de Kentucky reseña como “extendida y mortal a lo largo de gran parte del este de Estados Unidos”. Se calcula que hubo más de 9.500 muertes vinculadas al calor en el país.
La ciudad de Nueva York registró, según el servicio, 724 de esos fallecimientos.
El Dust Bowl, la peor era en el registro
“Por la escala geográfica y la duración, la época del Dust Bowl de los años 30 sigue siendo el evento de sequía y calor extremo de referencia en el registro histórico”, afirma el informe especial sobre ciencia climática del Gobierno del año 2017.
El “Dust Bowl”, considerado uno de los peores eventos climáticos en la historia de Estados Unidos, estuvo caracterizado por la sequía sobre las Grandes Llanuras que mató a los cultivos y a las que se sumaron las “ventiscas negras” donde el polvo de los campos excesivamente arados y pastoreados levantó vuelo. Comenzó a principios de los 30 y, para 1934, según el recuento de la NASA, ya se consideraba a esa sequía como la peor del país, afectando a tres cuartas partes. En 1939, cuando terminó, “la economía había quedado devastada”.
1936
Mientras el país se enfrentaba al “Dust Bowl”, 1936 fue “uno de los veranos más calientes en el registro a lo largo del país, especialmente en las regiones de las Llanuras, el Medio Oeste alto y los Grandes Lagos”, reseña el Servicio Meteorológico Nacional en Illinois.
Cerca de 5.000 personas murieron por el calor, recuerda, que se vio “acentuado” por la sequía prolongada en la región y los “métodos de cultivo deficientes que dejaban poca vegetación para ayudar a mitigar las altas temperaturas”.
Durante esta ola de calor, algunas comunidades en Dakota del Norte, Dakota del Sur, Kansas y Arkansas llegaron a los 48,9 grados Celsius (120 °F), según Farmers Almanac.
A lo largo del siglo XX, otras dos olas se han destacado como las más mortíferas.
1980
Entre junio y mediados de septiembre de 1980, la ola de calor y la sequía azotaron con dureza el centro y el este de Estados Unidos, según la información del archivo de Seguridad Nacional. Varios estados rompieron sus máximas de calor y en Memphis, Tennessee, hubo un período de 15 días seguidos donde las temperaturas superaron los 37,8 grados Celsius (100 grados Fahrenheit).
La ola dejó un estimado de 10.000 muertes vinculadas directa o indirectamente al calor, según las cifras oficiales, y pérdidas de US$ 20.000 millones en la agricultura al cambio de ese momento.
1988
Ocho años después, entre junio y agosto, otra de las olas de calor más mortíferas del siglo se cobró unas 5.000 muertes directas e indirectas, según los datos oficiales. La acompañó una sequía extendida en las regiones agricultoras de Estados Unidos y también de Canadá, que tuvo un fuerte impacto en la producción, los ecosistemas y la disponibilidad de agua.
Según un artículo publicado por el Dr. Jeff Masters en Weather Underground, las olas de 1980 y 1988 pueden considerarse los dos eventos meteorológicos extremos que más muertes causaron en el país en los últimos 50 años.
2021
En junio de 2021, una ola de calor de comienzos del verano batió récords históricos en varios estados del oeste, según la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica, sumándose a la sequía prolongada y con la memoria todavía fresca de la temporada de incendios de 2020.
Entre el 15 y el 20 de junio se batieron récords de máximas en siete estados: California, Arizona, Nuevo Mexico, Utah, Colorado, Wyoming y Montana.
En Phoenix, la ciudad más calurosa de Estados Unidos, durante seis días consecutivos se superó los 46,1 grados Celsius (115 °F). La mayor temperatura estuvo en el Valle de la Muerte el 17 de junio, donde el termómetro marcó 53,3 grados Celsius (128 °F).
El verano de 2021, además, empató al del “Dust Bowl” en 1936 en cuanto a las temperaturas más altas.