(CNN Español) – La gasolina cuesta más. Los alimentos cuestan más. El alquiler cuesta más. La inflación aumenta en Estados Unidos a su mayor ritmo desde la década de 1980 y, como resultado, los ingresos rinden menos. Aquí, cuatro estrategias para no pasarte del presupuesto en medio del contexto adverso.
1. Las cuentas en papel: evita los “presupuestos mentales”
¿Llevas las cuentas “en la cabeza”? Salvo excepciones, es posible que no sea la mejor opción para controlar el gasto de dinero. Los expertos dicen que, en general, pensamos que gastamos menos de lo que en realidad gastamos. Y los números en el papel (la computadora o el teléfono) ayudan a una mejor organización. Aquí te explicamos seis formas de armar el presupuesto mensual y para qué caso son más convenientes:
- Presupuesto 50/30/20: el 50% de tu sueldo se destina a necesidades (vivienda, comida, servicios públicos y transporte, por ejemplo) el 30% a deseos (aquí entran las salidas a cenar afuera pero también las suscripciones a servicios de streaming) y el 20% a deuda y ahorros. Es la mejor opción para personas que hacen un presupuesto por primera vez y gente joven con gastos sencillos.
- Presupuesto descendente: tú eres el director general de tu empresa y estableces los porcentajes de tu sueldo que se dedican a las prioridades que tú eliges. Las categorías son más específicas que el presupuesto 50/30/20, como por ejemplo: comestibles, ropa, internet, gasolina. Con un presupuesto descendente podrás organizar tus gastos y ahorros para alcanzar el objetivo. Es la mejor opción para personas con visión de futuro y con objetivos de ahorro específicos.
- Presupuesto ascendente: en lugar de empezar con un objetivo general, se empieza “por abajo” con los costes reales de los gastos diarios. Es el camino a seguir para las personas que ya están atrapadas en algunos gastos bastante grandes, como una hipoteca, los costos de transporte fijos o los costos asociados con tener hijos. Un presupuesto ascendente incluye esos gastos desde el principio y te muestra lo que te queda. A partir de ahí, puedes trabajar para frenar los gastos o establecer objetivos de ahorro.
- Presupuesto de suma cero: asigna a cada dólar una función. Págate a ti mismo primero asignando los primeros dólares a tus deudas o a tus objetivos de ahorro. A continuación, coloca cada dólar de tus ingresos mensuales en un espacio asignado, de modo que te quedes con cero (o tal vez con un poco de excedente en la cuenta corriente).Es la mejor opción para las personas orientadas al detalle y las que tienen gastos fijos elevados o a las que les cuesta controlar sus gastos.
- Presupuesto inverso: al igual que un presupuesto de suma cero, primero te pagas a ti mismo. Pero en lugar de centrarte en categorías, identificas objetivos de ahorro específicos. Una vez que hayas reservado los ahorros, el resto del dinero se destina a cubrir lo básico, como la vivienda y la comida, y todos los extras, que pueden variar de un mes a otro y son menos rígidos que en el de suma cero. Este presupuesto funciona mejor para las personas que tienen un cierto colchón financiero y quieren esforzarse por alcanzar objetivos de ahorro específicos.
- Presupuesto en un sobre: reserva un sobre para cada una de tus categorías de gasto cada mes, por ejemplo la gasolina, alimentos, servicios públicos y alquiler. Una vez que hayas gastado lo que hay en el sobre, ahí te plantas. Utilízalo como complemento de otros presupuestos en las categorías en las que tus gastos se desborden. Quizá quieras tener un sobre solo para “salir” o “compras”. Es la mejor opción para los que tienen dinero en efectivo, las personas visuales y los que necesitan frenar sus gastos.
2. Estrategias para que el dinero del presupuesto rinda más en el supermercado
Con el aumento sostenido de los precios, el presupuesto que tienes disponible para las compras del supermercado te rinde menos. Hay algunas estrategias para ayudarte a surtir la despensa sin pasarte.
Haz una lista: planificar con anticipación y hacer la compra con una lista te ayuda a centrarte en lo que realmente necesitas y reduce el tiempo que dedicas a buscar los artículos, tiempo en el que pueden aparecer las tentaciones (que las tiendas saben muy bien cómo explotar).
Compara tiendas: para encontrar las mejores ofertas hay que comparar los precios de los productos en diferentes tiendas. Una puede tener mejores precios para los huevos, pero otra puede ser más barata para el pescado. Pero no te limites a comparar precios entre los mismos tipos de tiendas. Los supermercados, las tiendas departamentales, las cooperativas y los mercados de productores, por poner cuatro ejemplos, tienen distintas estrategias y pueden resultar más convenientes dependiendo del caso. Aprovecha las tiendas con ofertas y promociones y utiliza las tarjetas de fidelidad que ofrecen.
Cuidado con la “reduflación”: la caja tiene menos cereales, el helado ocupa menos espacio del envase… ¿Te suena? Actualmente pagas el mismo precio o más por artículos de uso cotidiano, pero en algunos casos los acabas más rápido porque su tamaño se ha reducido. Para no caer en este engaño, compara los precios de productos similares por unidad o por peso.
Compra carne y verduras congeladas: esta estrategia, sumado a elegir las frutas y verduras de temporada, también puede ayudarte a ahorrar. Y no rechaces productos que se puedan ver “feos” pero estén en buenas condiciones.
Puedes encontrar más estrategias para ahorrar en el supermercado aquí.
3. Cómo ajustar el gasto en combustible
El combustible —que alcanzó recientemente los US$ 5 por galón en promedio por primera vez— es uno de los grandes impulsores de la inflación. Hay varias estrategias para amortiguar el golpe de la subida cuando vas a cargar el auto.
Usa aplicaciones para encontrar gasolina menos costosa, por ejemplo AAA Mobile, Gas Buddy, Gas Guru, Geico o Waze. Además de información sobre estaciones con pecios baratos, en algunos casos también cuentan con tarjetas para ahorrar dinero en la compra y servicio para la planificación de rutas.
Aprovecha los descuentos con tarjetas: la plataforma de asesoramiento al consumidor NerdWallet ha compilado una lista de las mejores tarjetas de crédito, incluyendo la mejor para los viajeros.
Evita las estaciones justo al lado de las principales autopistas, que suelen tener precios más caros por una cuestión de conveniencia y, si te toca cargar en una con precio alto, no llenes el tanque al máximo, carga lo necesario para llegar a otra estación más conveniente.
Controla la conducción: evita el ralentí excesivo que quema gasolina y no te lleva a ninguna parte. Si va a estar inactivo durante más de 60 segundos, apaga el vehículo. Elimina los arranques de “conejo” y las aceleraciones bruscas. Tener al día el mantenimiento del auto también suele ayudar a ahorrar combustible.
4. Atención a los descuentos
Target, Walmart, Best Buy, Urban Outfitters y otros minoristas importantes dijeron en las últimas semanas de mayo que tienen demasiado inventario de algunos de sus productos y, como resultado, planean bajar los precios y aumentar las ventas de esos artículos para eliminar el exceso de existencias.
Se trata de un cambio importante con respecto a gran parte de 2021, cuando los descuentos en este tipo de artículos eran escasos en el marco de los problemas de la cadena de suministro.
Puedes consultar aquí (en inglés) lo que han dicho algunos de los grandes minoristas sobre sus promociones.
Con información de Forrest Brown, Nathaniel Meyersohn y Anna Bahney.