A woman shops in a supermarket in Sydney on April 23, 2014. Australian inflation eased in the first quarter of the year, official data showed on April 23, relieving pressure on the central bank to hike interest rates as it tries to support the economy in its transition from a mining-driven boom.
¿Cómo afecta al bolsillo el aumento de las tasas de interés y la inflación?
02:32 - Fuente: CNN

San Francisco (CNN Business) – Los trabajadores estadounidenses han visto cómo sus salarios suben más rápido que en cualquier otro momento desde mediados de la década de 1980. Pero la inflación ha subido tan rápido que, en realidad, los trabajadores han recibido un recorte salarial.

Cada vez que la inflación aumenta, se lleva una porción del salario de los trabajadores y agota sus cuentas bancarias. Y este tramo actual de la inflación, desencadenado por una confluencia de acontecimientos, como la guerra en Ucrania y la continuación de la pandemia tiene un apetito voraz.

Esto significa que los aumentos de salario en realidad se han convertido en pérdidas y, según el más reciente informe de inflación, los precios al consumo se dispararon un 8,6% en el año que terminó en mayo. Como resultado, el consumidor medio tiene que desembolsar cada mes unos US$ 460 más que en esta época del año pasado para pagar los mismos bienes y servicios, según Moody’s Analytics. Además, un estudio de la Universidad de Michigan reveló que los ingresos reales disponibles per cápita va camino de registrar el mayor descenso anual desde 1932.

Y, para empeorar las cosas para los trabajadores estadounidenses, la Reserva Federal se ha embarcado en una campaña de subida de tasas de interés destinada no solo a controlar la inflación, sino también el crecimiento de los salarios.

“Cuando la Reserva Federal se reúne y toma su decisión política, la mayoría de la gente no entiende que lo que la Reserva Federal está diciendo es: ‘están ganando demasiado dinero, sus salarios están subiendo demasiado rápido, y tenemos que frenar la demanda de mano de obra, y tenemos que frenar los aumentos salariales’”, dijo William Spriggs, profesor de economía de la Universidad Howard de Washington, y economista jefe del sindicato AFL-CIO.

Unos compradores pasean por el barrio de Georgetown, en Washington DC.

Pero el crecimiento de los salarios no está impulsando materialmente la inflación, dijo Mark Zandi, economista jefe de Moody’s Analytics.

“La causalidad va de la inflación a los salarios, no de los salarios a la inflación”, dijo.

En cambio, los principales impulsores de los aumentos de precios actuales son en realidad una serie de choques extremos de la oferta, incluidos los obstáculos en la cadena de suministro mundial y la guerra en Ucrania, dijo Spriggs.

“No se puede simplemente eliminar la mayor producción de trigo, la mayor producción de aceite comestible, la mayor producción de fertilizantes, la mayor producción de petróleo, la mayor producción de gas natural, la mayor producción de chips [semiconductores] utilizados en los automóviles y pensar que no va a haber inflación”, dijo. “Cuando se presenta en las noticias estadounidenses, se tiene
la idea de que si nuestros cheques de estímulo hubieran sido más bajos, y si nuestros salarios hubieran sido más bajos, no tendríamos esta inflación. Nadie en el mundo acepta ese punto de vista”.

Los salarios no rendirán tanto

Puede que Estados Unidos no esté técnicamente en recesión, pero para mucha gente empieza a parecerlo.

“Cuando uno empieza a ver esos datos, empieza a pensar que tal vez la gente que está realmente angustiada tiene razón; que la situación es mucho más grave desde el punto de vista económico que los datos que normalmente miran los economistas”, dijo Donald Grimes, un economista de la Universidad de Michigan que ha realizado investigaciones sobre las tendencias de los ingresos reales después de impuestos.

Los salarios nominales de los trabajadores a tiempo completo han subido una media de alrededor del 5% en los 12 meses que terminaron en mayo de 2022, según el Rastreador de Crecimiento Salarial del Banco de la Reserva Federal de Atlanta. La rigidez del mercado laboral, un movimiento renovado para reforzar los derechos de los trabajadores y los esfuerzos de los estados y algunos grandes empleadores para aumentar los salarios mínimos han contribuido a un crecimiento salarial significativo durante el año pasado.

Un automovilista carga gasolina en una gasolinera Valero, el sábado 11 de junio de 2022, en Houston.

Sin embargo, si se toma en cuenta la inflación, los salarios reales se sitúan en un 3,5% negativo durante ese mismo periodo, y han bajado en la gran mayoría de los sectores, según un análisis de CNN Business de los datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE.UU.

“En términos de poder adquisitivo real, gran parte de las ganancias en realidad están siendo socavadas”, dijo Erik Lundh, economista principal de The Conference Board.

Los niveles de ingreso real disponible están más o menos donde estaban antes de la pandemia, dijo Grimes. Sin embargo, no se están comportando como lo hacen normalmente, que sería crecer a un ritmo del 2% al 3% anual. En su lugar, están en camino de caer un 5,6%, dijo.

La fuerte caída se debe en parte a la inflación, pero también al fin de las ayudas federales para la pandemia.

“Para las personas que ahorraron parte de ese dinero para respaldar sus gastos, la vida es probablemente todavía bastante buena”, dijo. “Pero para la gente que vive de cheque en cheque, ese descenso del ingreso real disponible… es mucho más angustioso de lo que creen los economistas y legisladores”.

¿Puede la Fed arreglar esto?

La Reserva Federal se encuentra en una posición inestable. Mientras sube las tasas de interés para domar la inflación, tiene que intentar no empujar la economía a una recesión.

El miércoles, el comité de la Fed dijo en su declaración que estaba “fuertemente comprometido a devolver la inflación a su objetivo del 2%”, lo que indica que no se descartan subidas más agresivas.

La Fed también dijo que no espera que la inflación disminuya este año y prevé que el desempleo aumentará hasta el 3,7% en 2022, por encima de su estimación de marzo.

“Creo que tienen una oportunidad de luchar para aterrizar el avión económico en la pista sin estrellarlo”, dijo Zandi. “Necesitamos un poco de suerte con la pandemia y con las consecuencias de la invasión rusa”.

La inflación elevada y la volatilidad económica en general también han hecho temer a algunos economistas y legisladores que los salarios y los precios entrarán en una carrera, creando una espiral de precios/salariosal estilo de los años 70 en el que la inflación se dispare aún más.

Sin embargo, pensar en volver al entorno de estanflación de los años 70 es un poco prematura, dijo Lundh.

“Ese es el tipo de entorno que se prolonga durante años”, dijo. “Es posible que veamos un grado de estanflación, más adelante en 2022 y en 2023 en términos de las tasas de crecimiento realmente colapsar muy por debajo del potencial y la inflación se mantiene muy por encima del objetivo, pero no creo necesariamente que va a ser al mismo nivel o la misma duración como lo que vimos en la década de 1970”.

El presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, habla durante una conferencia de prensa en el edificio de la Reserva Federal en Washington, el 15 de junio de 2022.

La solidez de los balances y las declaraciones de ingresos de los estadounidenses contribuye a aliviar las preocupaciones, según Tim Mahedy, economista senior de KPMG.

La gente tiene un colchón de ahorros de los programas de gasto federal establecidos durante la pandemia, dijo, señalando que aunque el crédito renovable como parte de los ingresos personales es mayor que el año pasado, los niveles siguen siendo saludables.

“No podemos seguir haciendo lo que estamos haciendo, pero los consumidores tienen algo de tiempo para que la inflación, con suerte, baje”, dijo, subrayando que las lecturas y las acciones de la Fed durante los próximos meses serán fundamentales para la inflación.

Si la inflación no empieza a enfriarse en los próximos dos meses, los consumidores empezarán a sentir más las dificultades, dijo.

“Tenemos cierto margen y tiempo, pero se nos está acabando”.