(CNN) – El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, le dio la bienvenida este martes al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, en la Oficina Oval y le dijo que, “a pesar de los titulares exagerados que a veces leemos, usted y yo tenemos una relación sólida y productiva”.
En ese sentido, Biden le señaló a AMLO que “vemos a México como un socio igualitario”. Y agregó que “la relación Estados Unidos-México es vital para lograr nuestros objetivos en todo: desde la lucha contra el covid-19 hasta continuar con el crecimiento de nuestras economías y fortalecer nuestras alianzas al abordar la migración como un desafío compartido del hemisferio”.
Biden dijo que EE.UU. está comprometido a trabajar para abordar la crisis migratoria con México y señaló: “Al igual que nosotros, México se ha convertido en un destino principal para los migrantes”.
Luego mencionó una serie de pasos que los dos países implementan para abordar las causas fundamentales de la migración. Entre ellos, un compromiso para aumentar las visas de trabajadores temporales, lo que que calificó como “una estrategia comprobada que impulsa el crecimiento económico y reduce la migración irregular”.
Biden y AMLO hablan de compromiso
Biden también destacó los esfuerzos para frenar el narcotráfico y la violencia en la frontera, criticando “una industria de tráfico de US$ 1.000 millones que se aprovecha de los más vulnerables, incluidas las 53 almas que murieron en un camión con remolque en San Antonio el mes pasado”.
“Hoy acordaremos nuestros próximos pasos juntos en todos estos frentes, porque sabemos que tenemos que enfrentar estos desafíos juntos”, insistió.
Por su parte, el presidente López Obrador ofreció un recuento histórico exhaustivo de la relación México-Estados Unidos, que se remonta a la política de buena vecindad de la administración de Franklin Delano Roosevelt. También señaló que las dos naciones siguen siendo cercanas, “a pesar de nuestras diferencias, y también a pesar de nuestros agravios, que no son fáciles de olvidar ni con el tiempo ni con los buenos deseos”.
López Obrador, quien habló durante casi 30 minutos ininterrumpidos, reconoció “momentos difíciles” y una serie de desafíos que enfrentan las dos naciones. Entre ellas, la invasión de Rusia a Ucrania, que dijo “no solo ha significado dolor y destrucción, sino que también empeoró la crisis económica”.
Y, en lo que parecía ser una crítica a los precios de la gasolina en EE.UU., el mandatario mexicano señaló que los estadounidenses que viven en el lado de EE.UU. de la frontera con México han estado cruzando “para obtener su gasolina en el lado mexicano a precios más bajos”.
“Tenía muchas cosas importantes que decir”, se maravilló Biden, tras el monólogo de López Obrador, al tiempo que citó una serie de áreas en las que deben trabajar juntos.
“No estoy sugiriendo que no sean problemas, hay problemas reales, son solucionables, como usted señaló”, dijo Biden, concluyendo.
Una larga relación
Estados Unidos y México se han apoyado históricamente en una amplia gama de asuntos. Pero la relación, a veces tensa, volvió a acaparar titulares cuando López Obrador decidió que no asistiría a la Cumbre de las Américas, organizada por Estados Unidos, citando la decisión del país de no invitar a Nicaragua, Cuba y Venezuela.
El desaire se produjo en un momento en el que el gobierno de Biden se enfrentaba a un número creciente de inmigrantes que llegan a la frontera entre México y Estados Unidos tras el deterioro de las condiciones en América Latina, agravadas por la pandemia de coronavirus.
Antes de su encuentro con Biden, a AMLO lo recibió la vicepresidente de Estados Unidos, Kamala Harris.
Harris se ha reunido con López Obrador en repetidas ocasiones como vicepresidenta, en medio de su tarea de abordar las causas fundamentales de la migración en el Triángulo Norte. También ha recibido a otros líderes mundiales en la residencia de la vicepresidenta, incluida la excanciller de Alemania Angela Merkel.