Washington (CNN) – El problema con los árboles es que son demasiado lentos.
Parte del problema del cambio climático catastrófico es que, según algunas medidas, ya se ha producido una cantidad increíble de daños. Incluso si todas las centrales eléctricas de carbón se convirtieran mágicamente en centrales eólicas y solares de la noche a la mañana, y todos nuestros autos fueran eléctricos, todos los gases de efecto invernadero que empujamos a nuestra atmósfera durante 200 años seguirían ahí.
Los árboles podrían, en teoría, ayudar a solucionarlo. A medida que crecen, absorben el dióxido de carbono de la atmósfera y, para no hacer el cuento largo, lo convierten en madera. Pero muchos árboles crecen apenas medio metro o menos al año. Para no solo detener el cambio climático, sino revertirlo, alguien tendría que inventar un árbol que creciera mucho, mucho más rápido.
Living Carbon, una empresa con sede en San Francisco, dice que ha hecho exactamente eso.
La empresa dice que ha modificado genéticamente álamos híbridos para que crezcan más rápido y absorban más dióxido de carbono y ayuden a minimizar los daños del cambio climático. El dióxido de carbono ha crecido rápidamente en la atmósfera desde el comienzo de la Revolución Industrial, provocando efectos climáticos extremos.
La empresa dice que edita los genes de los árboles para acelerar la fotosíntesis, el proceso que utilizan las plantas para fabricar alimentos a partir del dióxido de carbono y el agua. Esto permite a los árboles crecer más rápido con la energía extra, según la empresa.
En un caso, un árbol que modificó acumuló un 53% más de masa durante cinco meses de crecimiento, según un informe que Living Carbon publicó a principios de este año. Según Living Carbon, esto se traduce en un 27% más de captura de carbono. Los resultados son una prueba de concepto, por lo que habrá que demostrar que se mantienen a largo plazo de la vida de un árbol, y a una escala lo suficientemente grande como para tener un impacto significativo en el clima.
Living Carbon tiene previsto plantar unos 4 millones de árboles de aquí a 2023, y ya ha realizado plantaciones de prueba en terrenos mineros abandonados. Según Living Carbon, si duplica cada año la superficie de árboles plantados, en 2030 habrá eliminado 604 millones de toneladas de carbono. Eso supone el 1,66% de las emisiones mundiales en un año normal, según Living Carbon.
La startup, fundada en 2019 y que ha recaudado US$ 15 millones, planea generar ingresos a partir de la venta de árboles jóvenes y de los créditos de carbono que reciba por sus árboles modificados genéticamente.
Los cofundadores de Living Carbon, Maddie Hall y Patrick Mellor, ven los árboles editados genéticamente como una forma no solo de capturar carbono, sino también de restaurar la tierra dañada. Hall trabajó anteriormente como inversora centrada en el cambio climático y la biotecnología. Conoció a Mellor en el Foresight Institute, una organización sin fines de lucro centrada en la tecnología, en la que él participaba mientras se centraba en la estabilización del clima.
“Alrededor del 75% de la tierra en todo el mundo se ha degradado debido a la actividad humana”, dijo Hall a CNN Business. “¿Cómo desarrollamos especies que sean capaces de capturar realmente el carbono en esos terrenos? Se necesita biotecnología para hacerlo”.
En Brasil se produjo una deforestación récord del Amazonas en el primer semestre de 2022. En EE.UU., el Medio Oeste ha registrado 150 años de deforestación que afectó a los bosques que habían crecido durante 8.000 años desde que los glaciares se retiraron.
“Lo que tardó milenios en acumularse tardó menos de dos siglos en eliminarse”, escribieron este mes en un estudio los científicos de la universidad, financiados por la National Science Foundation.
Otro beneficio potencial de los árboles modificados genéticamente es que sus raíces crecerán más rápido, lo que podría ayudar a solucionar más rápidamente la erosión del suelo en zonas deforestadas.
Living Carbon es una de las empresas emergentes que intentan aprovechar la “biología sintética”, en la que los seres humanos programan las células como hace tiempo que programan los chips y el software de las computadoras para que realicen tareas.
Living Carbon dice que eligió trabajar primero con álamos híbridos porque su genoma ya estaba secuenciado y se cultivan en contextos académicos y de investigación. Los álamos híbridos parecían una forma más rápida de demostrar que su idea podía funcionar. Dicen que también están trabajando con pinos Loblolly.
Pero el uso de árboles para capturar carbono no es una cura para todo. Con el tiempo, los árboles mueren y su carbono se libera al descomponerse.
Living Carbon dice que está centrando más de la mitad de su investigación en desacelerar la descomposición de la biomasa para hacer frente a este hecho, y sus plántulas también pueden ser cosechadas para obtener productos de madera duraderos, lo que retrasa la descomposición.
Kent H. Redford, conservacionista y consultor que escribió el libro “Strange Natures” sobre la biología sintética, dijo a CNN Business que la modificación de los árboles tiene potencial, pero que aún se desconoce mucho. Existen preocupaciones razonables, como la de que los árboles modificados genéticamente puedan convertirse en especies invasoras no deseadas. Los conservacionistas deberían involucrar a los creadores de tecnología para ver si sus ideas pueden funcionar social y económicamente, dijo.
Añadió que los conservacionistas están fracasando en la preservación de la biodiversidad, por lo que deben estar abiertos a considerar las nuevas herramientas, evitando al mismo tiempo las exageraciones.
“Están aquí para quedarse”, dijo Redford sobre herramientas como la biología sintética. “Debemos hablar con el público sin convertirlo en una letanía de ‘esta es la mejor solución del mundo’ o esta es la peor idea del mundo’”.
– Sean Clark contribuyó con este reportaje.