(CNN) – En el otoño de 2018, Hunter Biden recibió una rápida sucesión de correos electrónicos de su contador: todos eran sobre sus impuestos.
“Llegan tarde”, le dijo Bill Morgan a su cliente en octubre, señalando que Biden había incumplido una fecha límite ya extendida del 15 de octubre.
“Sus declaraciones de impuestos de 2017 aún no se han presentado”, le recordó el contador a Biden dos semanas después.
“Necesitas presentar el 2017 para que podamos tratar de elaborar un cronograma de pagos”, agregó al día siguiente.
Morgan también señaló en ese correo electrónico que el asistente de Hunter Biden le había enviado una copia de un aviso del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés) de 2015. “Quieren $158.000”, escribió el contador. “IRS ha notificado al Departamento de Estado y no renovarán su pasaporte hasta que esto se resuelva”.
Bienvenidos al mundo disfuncional de las finanzas de Hunter Biden. Si bien se ha informado ampliamente sobre el tema general de los problemas financieros del hijo del presidente, los detalles que rodean sus presentaciones anteriores pueden ofrecer un vistazo a algunas de las áreas en las que los investigadores federales están profundizando como parte de una investigación en curso sobre posibles infracciones fiscales y otros delitos acercándose a una coyuntura crítica. Los fiscales, dicen las fuentes, podrían tomar una decisión pronto sobre si presentar cargos penales contra el hijo del presidente.
El peligro legal de Hunter Biden ha sido aprovechado por los republicanos que buscan acusar a su padre, el presidente Joe Biden, de ser cómplice de su supuesta irregularidad. Los republicanos esperan, si recuperan el control de la Cámara de Representantes, investigar a la familia Biden a través de comisiones que controlarán.
Biden ha negado haber actuado mal y ha dicho que ha cooperado con los investigadores. Su padre no está implicado en la investigación federal en curso, según fuentes que han sido informadas sobre el asunto.
CNN contrató a un experto ciberforense para ayudar a autenticar un caché de correos electrónicos relacionados con las finanzas de Hunter Biden que fueron publicados en Internet por un exasistente de la Casa Blanca de Trump y supuestamente rastreados hasta una computadora portátil que apareció en un taller de reparación de Delaware.
La información de la computadora portátil ha alimentado innumerables historias sobre el abuso de drogas de Biden, supuestas indiscreciones sexuales y problemas económicos, muchas de las cuales CNN, y otros medios de comunicación, no han podido verificar. Hunter Biden no ha comentado directamente sobre la autenticidad de los correos electrónicos o las historias en las que se basan. Le dijo a CBS News el año pasado que no sabía si esa computadora portátil era suya.
Jake Williams, un exagente de la Agencia de Seguridad Nacional que analizó los correos electrónicos para CNN, dijo que pudo autenticar un subconjunto de los correos electrónicos porque contenían firmas verificadas dentro de sus metadatos que mostraban que no habían sido modificados. Solo los correos electrónicos que él autenticó se citan en este informe.
Williams, quien anteriormente examinó los datos de la computadora portátil para The Washington Post, dijo que la mayoría de los correos electrónicos que revisó para CNN no pudieron verificarse porque carecían de los datos técnicos necesarios para el proceso de validación, entre otras razones.
La revisión de los correos electrónicos de CNN mostró que Hunter Biden luchó con problemas fiscales durante años y que, en ocasiones, su contador parecía perdido para realizar un seguimiento del flujo del dinero del hijo del presidente. En un correo electrónico, su contador planteó una pregunta sobre un recibo de US$ 550.000, preguntando si debería registrarse como un préstamo o como un ingreso de Burisma, la compañía de energía ucraniana en cuyo directorio sirvió Biden. No se muestra ninguna respuesta de Biden en esa cadena de correo electrónico.
Biden recibió hasta US$ 50.000 al mes por servir en la junta de Burisma de 2014 a 2019, según un informe del Senado liderado por los republicanos sobre sus actividades comerciales.
A pesar de esos generosos ingresos, las deudas de Biden se acumularon, incluso cuando recibió repetidas advertencias de su banco, su contador y otros.
“Fondos insuficientes”, decía un correo electrónico automatizado de Wells Fargo que recibió Biden en diciembre de 2018 que decía que a una de sus cuentas le faltaban US$ 1.700 para el pago de un Porsche. Otras alertas bancarias ese año advirtieron que la cuenta corriente de Biden tenía un “saldo bajo” y que una de sus tarjetas de crédito había superado su “cantidad preestablecida” de US$ 65.000.
Los intentos de cobro a otra tarjeta de crédito se rechazaron repetidamente debido a la falta de fondos, según muestran varios correos electrónicos en 2018 y 2019.
“Estoy tratando de averiguar qué hacer con las facturas”, le envió un correo electrónico la entonces asistente de Biden el 28 de diciembre de 2018. Ella enumeró una serie de pagos que Hunter Biden debía, incluido el seguro médico, el pago de un automóvil y su salario.
“Pague la atención médica. Pague el Porsche”, respondió Biden, aunque dijo que ella debería pagarse la mitad del salario que dijo que le debían. Biden también se quejó de que alguien más todavía estaba recibiendo una parte de lo que dijo que Burisma le debía personalmente. “Así que no hay muchos ingresos en estos días”, le dijo.
Para marzo de 2019, las facturas, deudas e impuestos atrasados de Hunter Biden sumaban más de medio millón de dólares, según otro correo electrónico de su asistente.
“Por favor, hágame saber si hay un nuevo plan para pagar estas cuentas”, le escribió su asistente en ese mensaje, señalando que todavía debía alrededor de US$ 370.000 en impuestos y US$ 120.000 en otras deudas bancarias.
La asistente de Biden no respondió a múltiples solicitudes de comentarios.
El abogado de Hunter Biden, Chris Clark, dijo que su cliente ahora ha “pagado en su totalidad” sus deudas tributarias con el IRS. Clark agregó que 2018 y 2019 fueron tiempos difíciles para Biden, quien luchó contra la adicción al alcohol y las drogas después de la muerte de su hermano Beau. No está claro cuánto tiempo atrás pueden estar investigando los fiscales los problemas de impuestos de Biden, que según los correos electrónicos se remontan a 2015 y continuaron hasta 2019.
“Está al día con sus obligaciones fiscales y se compromete a permanecer así mientras continúe su recuperación de la adicción”, dijo Clark.
Durante algunos de los mismos meses en que el contador de Biden le envió un mensaje sobre los impuestos adeudados, Biden hizo grandes retiros de efectivo, según muestran los correos electrónicos. Retiró alrededor de US$ 4.800 de cajeros automáticos en aproximadamente dos semanas en octubre de 2018, por ejemplo.
La exesposa de Hunter Biden, Kathleen Buhle, escribió un libro reciente en el que relata las dificultades financieras de la pareja cuando se casaron. “Más de una vez mi tarjeta de débito fue rechazada en una tienda. Tenía que llamar a Hunter para transferir dinero a mi cuenta”, escribió en su libro publicado a principios de este año. “Hunter y yo conducíamos buenos autos y teníamos una hermosa casa, pero íbamos rápido en esa rueda de hámster y apenas nos manteníamos”.
En 2018, Buhle le escribió a Morgan, el contador, que ya falleció, en busca de asesoramiento sobre un gravamen fiscal del IRS basado en una factura impaga de US$ 112.805.
Buhle dijo que estaba “perdida” y le pidió a Morgan que “por favor asesore”.
En su propio libro, “Beautiful Things”, publicado el año pasado, Hunter Biden escribió con franqueza sobre sus adicciones. Le dijo a NPR que escribió el libro para dar esperanza a otros que han luchado contra el abuso de sustancias. Compartió que los cheques de pago que recibió por formar parte del directorio de la compañía ucraniana de gas natural Burisma le proporcionaron dinero en efectivo para el crack.
“Pero por ese final loco y malo, el pago de la junta se transformó en una especie de dinero divertido y malvado”, escribió Biden. “Me perseguía gastar de manera imprudente, peligrosa, destructiva. Humillantemente. Y lo hice”.
Y seguía enmendándose, “tanto en sentido figurado como literal”, escribió. “Todavía tengo mucho trabajo por hacer conmigo mismo, con mi adicción y limpiando los restos de mi pasado”.
Katelyn Polantz y Jeff Winter de CNN contribuyeron a este informe