(CNN) — El Índice de Precios al Productor, una medida clave de la inflación, se desaceleró en Estados Unidos durante julio después de aumentar el mes anterior, según los datos que publicó este jueves la Oficina de Estadísticas Laborales (BLS, por sus siglas en inglés). La noticia ofrece un rayo de luz de cara a que la dolorosa inflación que sufren los estadounidenses podría moderarse en los próximos meses. Aunque la cifra continúa siendo alta.
Este índice, que evalúa los precios que se pagan a los productores por sus bienes y servicios, fue un 9,8% más alto en julio en comparación con el año anterior. Lo que representa una desaceleración frente al fuerte aumento interanual del 11,3% que se registró en junio.
Sobre una base mensual, los precios mayoristas cayeron un 0,5% y marcaron una disminución respecto al aumento mensual revisado del 1% en junio.
Estos resultados se atribuyen en gran medida a la caída de los precios récords de la energía y al ser más bajos suelen considerarse una señal de progreso en la lucha contra la inflación. Sin embargo, los economistas advierten que otro reporte de inflación de dos dígitos envía una fuerte señal de que la economía aún no está fuera de peligro.
Los precios al productor por lo general resultan más volátiles que los precios al consumidor, pues las fluctuaciones de los costos no suelen transmitirse por completo a los compradores. Pero estos gastos sí se reflejan parcialmente en lo que los estadounidenses pagan por los bienes y servicios. En ese sentido, un alto porcentaje generalmente se considera un presagio del incremento en los precios de los bienes de consumo.
Estos datos del Índice de Precios al Productor se conocen un día después de que el Índice de Precios al Consumidor de julio, muy esperado, indicara que los costos que pagan los estadounidenses por todo, desde alimentos hasta electricidad, aumentaron un 8,5 % durante el año pasado, un ritmo más lento que el incremento del 9,1% en junio.