(CNN) –– El allanamiento del FBI a la residencia en Mar-a-Lago del expresidente Donald Trump esta semana ocurrió meses después de que los investigadores federales ejecutaran en junio una orden anterior de un jurado investigador y se llevaran documentos confidenciales de seguridad nacional de propiedad de Trump durante una reunión en ese momento, revelaron a CNN personas familiarizadas con el asunto.
Los investigadores llevaron a cabo el registro este lunes en parte porque encontraron pruebas, incluidas las de al menos un testigo, de que todavía quedaban documentos potencialmente clasificados en la propiedad de Palm Beach, Florida, según una fuente cercana al asunto. Lo que ocurrió varios meses después de que los Archivos Nacionales organizaran la recuperación de 15 cajas de documentos que incluían información clasificada en enero de este año, añadió la persona.
Las autoridades también consideraron que los documentos que permanecían en Mar-a-Lago tenían implicaciones para la seguridad nacional, reportó CNN a principios de esta semana.
La orden emitida antes de la reunión de junio, en la que se les mostró a los agentes que los documentos estaban guardados en una habitación del sótano de Mar-a-Lago, revela cómo se ha intensificado la investigación. Y también sugiere que las discusiones se tornaron confrontativas mucho antes del allanamiento este lunes.
La investigación penal comenzó por algunas preocupaciones de los Archivos Nacionales sobre documentos perdidos. Entonces, esa agencia hizo una remisión penal al Departamento de Justicia. Lo que condujo a entrevistas del FBI con asistentes, órdenes de un jurado investigador y, en últimas, al registro e incautación de documentos que una corte autorizó esta semana.
Trump y sus abogados han tratado de presentar sus interacciones con los fiscales del Departamento de Justicia como cooperativas, y que el allanamiento fue un shock para ellos. La orden del jurado investigador la reportó inicialmente Just the News.
Sobre las preguntas acerca de la orden del jurado investigador, el portavoz de Trump, Taylor Budowich, dijo en un comunicado a CNN: “El allanamiento sin precedentes y absolutamente innecesario del lunes en la casa del presidente Trump fue solo la más reciente y más atroz acción de hostilidad de parte del gobierno Biden, cuyo Departamento de Justicia ha sido instrumentalizado para hostigar al presidente Trump, sus seguidores y su personal”.
A principios de esta primavera en Estados Unidos, investigadores federales comenzaron a entrevistar a miembros del personal de Trump en Mar-a-Lago y a exfuncionarios de la Casa Blanca que estuvieron involucrados en el traslado de documentos del Ala Oeste a la residencia de Palm Beach al final de su presidencia, según tres personas familiarizadas con con esas entrevistas.
Además de la orden del jurado investigador para los documentos, CNN reportó anteriormente que los investigadores federales entregaron por separado una orden sobre un video de vigilancia en Mar-a-Lago, para recopilar información sobre quién tuvo acceso a las áreas donde se almacenaban los documentos, según personas informadas sobre el asunto. La orden enviada a Organización Trump, compañía del expresidente que opera la propiedad de Palm Beach, se produjo después de la reunión de junio.
CNN informó anteriormente que los investigadores federales visitaron Mar-a-Lago en junio para discutir con el expresidente y sus abogados los registros de la Casa Blanca que creían todavía estaban en la propiedad de Palm Beach.
Trump estuvo presente al comienzo de la reunión para saludar a los investigadores, pero no se quedó para responder preguntas. Durante el encuentro, los abogados de Trump mostraron documentos a los investigadores, algunos de ellos tenían marcas que indicaban que estaban clasificados. A los agentes se les dio la custodia de los documentos que estaban marcados como ultrasecretos o superiores, según una persona familiarizada con el asunto.