(CNN) – Aceptar tu cuerpo tal como es y dejar todas las dietas puede sonar genial, pero ¿perjudicaría tu salud al hacerlo?
Los anuncios, la cultura pop e incluso los médicos pueden hablar sobre la salud y el peso como si fueran lo mismo: los cuerpos más pequeños son más saludables y los cuerpos más grandes no deben ser saludables.
Pero ni la salud ni los cuerpos son tan simples y uniformes, y la salud puede variar de una persona a otra, comenta Jeanette Thompson-Wessen, nutricionista del Reino Unido cuyo enfoque no se centra en la pérdida de peso.
Un índice de masa corporal (IMC) más alto se asocia con afecciones como la diabetes y las enfermedades cardíacas, indicó Philipp Scherer, profesor de medicina interna y director del Touchstone Diabetes Center en el Southwestern Medical Center de la Universidad de Texas. Sin embargo, el IMC es una forma controvertida de medir la salud, y es solo uno de los muchos factores asociados con los cambios en el bienestar de una persona, según el Dr. Asher Larmie, médico general y activista del Reino Unido.
La atención médica, el medio ambiente, las circunstancias sociales y la biología constituyen la mayoría de los factores que determinan nuestra salud, según Healthy People 2020 de la Oficina de Prevención de Enfermedades y Promoción de la Salud.
Aún así, a menudo le damos mucha importancia a la apariencia de una persona cuando evaluamos su salud, señala Shana Minei Spence, dietista registrada en Nueva York. E incluso si aprendemos a deshacernos de la carga de los estándares sociales de belleza, puede ser difícil tener confianza en tu cuerpo si consideras que tu tamaño no es saludable.
Los expertos dicen que puede ser hora de desenredar la salud y el peso y centrarse más en comportamientos que promuevan nuestra salud que en el número de la báscula.
Correlación versus causalidad
Es importante entender que los estudios que apuntan a terribles resultados de salud para las personas con mayor cantidad de grasa corporal solo pueden apuntar a una correlación, no a una causalidad, dijo Larmie, y agrega que si bien los estudios pueden decir que las personas con un peso más alto suelen tener más casos de enfermedad cardiaca, no pueden indicar que el peso provoque los problemas cardiacos.
Pero no se debe descartar la importancia de esos estudios, dijo Scherer. Las correlaciones son fuertes y “desde una perspectiva fisiológica, en la clínica trabajamos con correlaciones”, afimó.
Sin embargo, según Scherer, todavía podrían estar en juego otros factores, como el acceso a la atención médica.
Y para las personas con cuerpos más grandes, puede ser difícil encontrar una buena atención médica, dijo Bri Campos, entrenadora de imagen corporal con sede en Paramus, Nueva Jersey.
No son solo sus clientes los que temen ir al médico. Aunque educa a las personas sobre su imagen corporal y salud mental, Campos a menudo tiene miedo de ir al médico por temor a que se avergüence de su peso, comenta.
“Puedo ir por faringitis estreptocócica, puedo ir por un sarpullido”, afirmó Campos.
“Debido al tamaño de mi cuerpo, es muy poco probable que pueda ir al médico y obtener un diagnóstico real que no sea ‘probablemente debería perder peso’”.
Los cuerpos no son tarjetas de presentación
A Spence le gusta recordar a sus clientes: los cuerpos no son tarjetas de presentación.
No podemos echar un vistazo al cuerpo de una persona y tener una idea de su salud, sus hábitos o su biología, señaló.
“¿Tenemos acceso a los registros médicos de alguien? ¿Estamos hablando con su médico?”, dijo Spence. “Y, a menudo, la salud está honestamente a veces fuera de nuestro control. Hay tantas enfermedades crónicas que las personas simplemente desarrollan”.
Aunque podemos ver correlaciones entre el tamaño del cuerpo y las condiciones de salud a gran escala, una vez que los investigadores observan a los individuos, no es tan claro, dijo Scherer.
“El campo en general realmente acepta que no todas las personas que tienen un IMC tan alto son diabéticos tipo 2”, afirmó.
Las personas con cuerpos más pequeños pueden desarrollar enfermedades cardíacas o diabetes, y hay muchas personas con cuerpos más grandes que se consideran metabólicamente completamente sanas, según Scherer.
“Es solo un reflejo de nuestra heterogeneidad genética y de cómo lidiamos con el exceso de calorías”, agregó.
¿Hacer dieta nos hace más saludables?
¿Qué significa estar saludable de todos modos? ¿Puede la dieta ayudarte a llegar allí?
Eso depende de qué partes de la salud priorices.
La salud se compone de muchos factores. Evitar enfermedades es uno, pero también lo es mantener la salud mental, mantener activos hábitos sociales, dormir lo suficiente y reducir el estrés, dijo Spence.
Restringir las calorías o eliminar ciertos alimentos puede no ser saludable en general si tiene un impacto negativo en la salud mental o te impide disfrutar del tiempo con amigos y familiares, agregó. Y a veces esas restricciones pueden hacerte perder peso sin nutrir adecuadamente tu cuerpo.
“La pérdida de peso no es igual a la felicidad, y no significa que necesariamente estará saludable porque la forma en que pierde peso también puede ser perjudicial para su salud”, explicó Spence.
Para la mayoría de las personas, las dietas restrictivas con la intención de perder peso no funcionan. Más del 80% de las personas que perdieron peso lo recuperaron en cinco años, según un estudio de 2018.
Si nuestros teléfonos no funcionaran de la forma en que fueron diseñados con tanta frecuencia, la mayoría de la gente ya no los usaría, dijo Campos.
“Pero la cultura de la dieta ha hecho un muy buen trabajo al engañarnos de que puedes obtener todo lo que siempre has querido. Obtendrás salud, estarás en forma, obtendrás elogios”, añadió.
Si no es perder peso, ¿en qué nos enfocamos si queremos estar saludables? Concéntrate en comportamientos que promuevan la salud, como dejar de fumar, moverte más, dormir mejor, estresarte menos y comer los alimentos que tu cuerpo te dice que necesita, dijo Larmie.
Como resultado, puedes perder peso, pero ese no es el objetivo, agregaron.
“Al no centrarnos en el peso, eso significa que realmente podemos centrarnos en algunos comportamientos realmente saludables que son mucho más sostenibles”, indicó Thompson-Wessen.