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(CNN) – La última videollamada de WhatsApp de Irene Gakwa con sus padres estuvo llena de bromas suaves. Pero debajo de las bromas había indicios de que algo andaba mal.

Cuando su rostro apareció en la pantalla del teléfono, su padre se burló de ella porque se veía hambrienta y cansada. Su sonrisa era más tenue, notó. Su cabello corto, generalmente trenzado, estaba despeinado.

“Asegúrate de beber leche caliente y relajarte”, dijo su padre desde su sala de estar en Nairobi, capital de Kenia.

Eso fue el 24 de febrero, la última vez que alguien de su familia la vio.

Un mes después — menos de tres años luego de que Gakwa partiera de Kenia hacia Estados Unidos — su familia denunció su desaparición. En el momento de la videollamada de febrero, los padres de Gakwa no sabían que vivía en Gillette, Wyoming, con un hombre que había conocido en un foro de Craigslist.

Tampoco tenían forma de saber que la policía acusaría más tarde al hombre de sacar dinero de su cuenta corriente, agotar su tarjeta de crédito y borrar su cuenta de correo electrónico. Y nunca imaginaron que pasarían seis meses sin una palabra de ella.

“Ella siempre ha sido una niña de papá”, dijo su padre, Francis Kambo, en una entrevista telefónica reciente desde Nairobi. Respiró hondo al recordar esa última videollamada con su única hija y la menor de sus tres hijos.

“Se suponía que regresaría a casa para Navidad este año. Iba a comprar ese boleto yo mismo para que ella viniera si no podía pagarlo”, agregó, con la voz temblorosa.

“Ahora no sé si la volveré a ver”.

Sus preocupados familiares se extienden por dos continentes

La familia de Gakwa se extiende por dos continentes a 14.400 kilómetros de distancia.

Sus padres viven en Nairobi, mientras que sus dos hermanos mayores, Chris Munga y Kennedy Wainaina, viven en la ciudad de Meridian, en Idaho, un suburbio de Boise.

Su padre comenzó a preocuparse a fines de febrero cuando ella no respondió a las repetidas videollamadas. Esto era inusual para la mujer de 32 años, que hablaba con sus padres cada dos días.

Chris Munga y su esposa, Gyoice Abatey, asisten a una vigilia por su hermana desaparecida en Gillette, Wyoming. La pareja hace el viaje de 12 horas desde su casa en Meridian, Idaho, para participar en búsquedas locales.

Y sus mensajes de texto lucían extraños, dijo su familia. En lugar de la mezcla de jerga swahili y keniata que usa, los mensajes estaban en un inglés forzado, como si alguien estuviera usando Google Translate para enviarlos, dijo Wainaina, su hermano mayor.

“Los mensajes de texto estaban fuera de lugar”, comentó su padre.

A principios de marzo, entre la última videollamada y el día en que fue reportada desaparecida, sus padres recibieron algunos mensajes cortos de WhatsApp desde su cuenta. Algunos se excusaron sobre el porqué no estaba haciendo videollamadas.

“Papá, dejé caer mi teléfono en el agua y ahora el micrófono no funciona”, decía un mensaje.

Otro decía: “Solo quiero que sepas que te amo y te extraño a ti y a mamá”.

“Te extrañamos… queremos verte, no solo chatear por WhatsApp”, respondió su padre. “Te amamos siempre. Serás… mi hija para siempre”.

Su novio le dijo a la policía que ella hizo las maletas y se fue

El último mensaje de WhatsApp llegó el 9 de marzo, dijo su padre.

Los tres hermanos comparten un plan familiar de telefonía celular. Después de que los hermanos de Gakwa no pudieron comunicarse con ella, revisaron sus registros telefónicos y llamaron a un amigo cercano con el que había hablado en numerosas ocasiones.

Fue así como supieron que había estado viviendo con su novio, Nathan Hightman, de 39 años, en una modesta casa de tres habitaciones en Gillette. La pareja había salido desde 2020, pero se había separado varias veces, dijo Wainaina. Sus hermanos pensaron que se habían separado y no sabían que habían reavivado su romance y se habían mudado juntos.

Nathan Hightman está acusado de delitos financieros contra Irene Gakwa. Antes de su desaparición, vivían juntos en Gillette, Wyoming.

Sus hermanos denunciaron su desaparición al Departamento de Policía de Gillette el 20 de marzo, y un agente habló con Hightman el mismo día, según una declaración jurada de causa probable en un caso penal separado relacionado contra su novio.

Hightman le dijo al agente que vio a Gakwa por última vez a fines de febrero, cuando llegó a casa una noche, empacó su ropa en dos bolsas de plástico y se fue en una camioneta de color oscuro, dice la declaración jurada. Le dijo a la policía que no había sabido nada de ella desde entonces. También dijo que retiró dinero de su cuenta bancaria para que ella se viera obligada a comunicarse con él si necesitaba dinero, según la declaración jurada.

Hightman no respondió a la solicitud de los hermanos de entregar sus cosas en su casa, dijo Wainaina. Le imploraron que les diera sus documentos, incluido su pasaporte de Kenia, pero Hightman se negó, agregó Wainaina.

Hightman es considerado una persona de interés en su desaparición y “no se ha puesto a disposición de los detectives que buscan resolver las preguntas que existen en la investigación”, dijo la policía de Gillette en un comunicado.

“Creemos que tiene información relacionada con la desaparición de Irene, pero ha decidido no proporcionar esa información a las fuerzas del orden en este momento”, dijo a CNN el detective de la policía de Gillette, Dan Stroup.

CNN ha hecho repetidos intentos de comunicarse con Hightman por teléfono, mensaje de texto y correo electrónico, pero no ha respondido. CNN también dejó mensajes para su defensor público, Dallas Lamb, pero no ha recibido respuesta.

Hightman no ha sido acusado de la desaparición de Gakwa, pero es sospechoso de delitos financieros contra ella después de su desaparición. La policía de Gillette lo arrestó en mayo y lo acusó de dos delitos graves de robo, un delito grave de uso ilegal de una tarjeta de crédito y dos delitos graves contra la propiedad intelectual por supuestamente cambiar la contraseña de su cuenta bancaria y borrar su cuenta de correo electrónico después de que ella desapareció.

Entre febrero y marzo, Hightman transfirió casi US$ 3.700 de la cuenta bancaria de Gakwa a la suya y gastó US$ 3.230 adicionales en su tarjeta de crédito, según documentos judiciales.

Un grupo formado para ayudar a encontrar a Irene Gakwa se prepara para colocar carteles en busca de información sobre la mujer desaparecida en Gillette, Wyoming, el 18 de junio.

También cambió sus contraseñas bancarias y eliminó su cuenta de Gmail, según documentos judiciales. Todos los cambios se realizaron desde una dirección IP asociada con Hightman después de la fecha en que le dijo a la policía que Gakwa se había mudado, según la declaración jurada de causa probable.

“Esto indicaría que fue Nathan Hightman quien accedió a la cuenta de Irene, retiró dinero y cambió la contraseña para negar el acceso a Irene”, dice la declaración jurada. “Estas transacciones comenzaron el 25 de febrero de 2022 y continuaron hasta marzo de 2022”.

Hightman se declaró inocente de todos los cargos y fue liberado con una fianza de US$ 10.000. Su conferencia previa al juicio está programada para noviembre.

Su comunidad adoptiva está presionando para obtener respuestas

Mientras tanto, los dos hermanos de Gakwa y su cuñada han estado viajando a Gillette desde Meridian varios fines de semana al mes para organizar grupos de búsqueda. La mayoría de los días, no tienen idea de por dónde empezar.

Han visitado morgues y hospitales. Han revisado los refugios para personas sin hogar. Han lanzado un sitio web, whereisirene.com. Le pidieron a las autoridades locales que verifiquen si se unió al ejército de Estados Unidos, una idea que consideró brevemente.

Algunos residentes de Gillette, una ciudad de 32.000 habitantes en el noreste de Wyoming, se han unido para encontrarla. Vistiendo camisetas que dicen, “¿Dónde está Irene?” han organizado grupos de búsqueda los fines de semana y han recorrido vecindarios en busca de permiso para colocar carteles de personas desaparecidas. No es raro ver imágenes de Gakwa publicadas en el barrio donde vivía con su novio.

“Ninguna familia debería tener que irse a la cama por la noche preguntándose dónde está su ser querido”, dijo Stacy Koester, que vive en Gillette y ha organizado búsquedas con un grupo de mujeres locales desde abril.

Lacey Ayers habla con Stacy Koester, izquierda, y Melissa Bloxom mientras colocan carteles con una imagen de Irene Gakwa en un patio en Gillette, Wyoming. Gakwa vivía con su novio en la casa de al lado.

Han rastreado áreas para buscar y marcado donde ya han buscado para que no pasen por el mismo lugar dos veces, comentó Koester.

“Le prometimos a su padre y a sus hermanos que nunca dejaremos de buscar hasta que la traigamos a casa o tengan respuestas”, agregó. “Ese es nuestro objetivo. Somos su familia aquí en Gillette”.

Koester y otros vecinos también se han reunido afuera de la casa de Hightman, con carteles y coreando: “Nate, ¿dónde está Irene?”.

A veces, su padre ve las manifestaciones a través de un video desde Kenia. Pero con cada día que pasa, la esperanza se desvanece un poco.

Sus padres tenían sentimientos encontrados sobre su mudanza a EE.UU.

Nacida y criada en Kenia, Gakwa emigró a Estados Unidos en mayo de 2019 con la esperanza de iniciar una carrera en el cuidado de la salud. Una mujer pequeña, medía un poco más de 1,50 metros de alto y pesaba alrededor de 40 kg.

Al principio, sus padres se resistieron a los planes de su hija introvertida de mudarse a un país lejano. Les preocupaba cómo se adaptaría: era tan tímida que apenas salía de su habitación en su casa en los suburbios de Nairobi, dijo su padre.

“A veces teníamos que recordarle que saliera de la casa y tomara un poco de luz del sol”, afirmó su padre. “Pero decidimos que ya que sus hermanos están allí, ¿por qué no?”

Gakwa se instaló primero en Idaho para estar cerca de sus hermanos, con el sueño de asistir a la escuela de enfermería y trabajar en un hospital. Vivía con el menor de sus hermanos, Chris Munga y su esposa, Gyoice Abatey, en Meridian.

Allí desarrolló un estrecho vínculo con su cuñada. Ambas mujeres hicieron un viaje a Los Ángeles en 2020, y entre compras, comidas y visitas a la playa, Gakwa le confió a Abatey que estaba saliendo con Hightman. Gakwa pasó mucho tiempo con él por teléfono, contó Abatey, pero no compartió muchos detalles sobre su relación.

Abatey describió a su cuñada como una persona dulce y amante de la diversión que comenzaba sus mañanas con una taza de té y disfrutaba cocinando, comprando y viendo películas nigerianas.

“Ella es un espíritu tan libre, tan cariñosa, disparatada, simplemente sigue la corriente”, afirmó Abatey.

Gakwa y Hightman finalmente se mudaron juntos a Meridian y ella comenzó la escuela de enfermería en el College of Western Idaho. En el verano de 2021, se mudaron a Gillette, donde ella se transfirió al Gillette Community College.

A veces, su padre le preguntaba a Gakwa si quería regresar a Kenia.

“Ella me decía: ‘Papá, estoy bien. Ahora tengo mi propia vida’”, dijo Kambo.

En los meses previos a su desaparición, Gakwa regresó a Meridian varias veces para visitar a su familia.

El pasado Día de Acción de Gracias se reunieron en la casa de Munga, su hermano. Allí, ella y sus hermanos prepararon sus delicias africanas favoritas, como barbacoa de cabra, arroz jollof y ugali, una forma de harina de maíz popular en Kenia.

Gakwa cocinó una guarnición de repollo con muchos tomates, como solía hacer su madre cuando eran niños. Le enseñó a Abatey cómo hacerlo para su hermano.

Comieron y hablaron hasta bien entrada la noche.

Esa fue la última vez que sus hermanos la vieron en persona.

Su novio supuestamente compró botas y una pala con su tarjeta bancaria

El Departamento de Policía de Gillette dijo que ha ejecutado aproximadamente 24 órdenes de registro en el caso, incluso en la casa de Hightman y en varios bancos para rastrear la actividad en las cuentas de Gakwa.

Durante una de las búsquedas, los investigadores recuperaron una pala y botas que Hightman compró en un Walmart a fines de febrero usando la tarjeta Visa de Gakwa, según documentos judiciales.

En abril, la policía de Gillette emitió un comunicado en el que nombraba a Hightman como “una persona de interés” en el caso y decía que “no se ha puesto a disposición de los detectives que buscan resolver las preguntas que existen en la investigación”.

La policía agregó: “Irene desapareció en circunstancias sospechosas… la evidencia digital, incluidos los datos de ubicación también se analizan y han proporcionado pistas positivas”.

Stroup, el detective, indicó que la investigación está en curso.

“En caso de que se establezca una causa probable, se tomarán las medidas apropiadas”, afirmó.

Su familia se debate entre la esperanza y el dolor.

La familia de Gakwa todavía tiene la esperanza de que de alguna manera ella los contacte o regrese a casa. La alternativa es demasiado difícil de soportar.

Abatey desearía haber abrazado a Gakwa un poco más fuerte la última vez que se abrazaron. Sus hijos preguntan una y otra vez dónde está su tía.

El cumpleaños número 33 de Gakwa fue en julio y sus sobrinos pensaron que si organizaban una fiesta, tal vez ella aparecería. En cambio, realizaron una vigilia de Zoom. Sus amigos y familiares derramaron lágrimas y compartieron recuerdos y fotos de ella, luchando entre usar el tiempo pasado o el presente.

“Ya sea que nos encontremos en esta vida o en la próxima, debes saber que eres absolutamente amada”, comentó un amigo. Al final, reprodujeron un video de una radiante Gakwa bailando y cantando “Drogba (Joanna)”, una canción del artista británico Afro B.

Una joven Irene Gakwa al lado de su padre, Francis Kambo, en Nairobi, Kenia. "Ella siempre ha sido una niña de papá", comentó su padre.

“Mis hijos no entienden por qué la tía no los llama, cómo desapareció”, dijo Abatey. “A veces me la imagino cruzando la puerta y diciendo: ‘¿Por qué buscas a una mujer adulta como yo?’ A medida que pasan los días y no pasa nada, no sabemos qué hacer”.

A miles de kilómetros de distancia, los padres de Gakwa oran por ella todas las noches. Su madre está demasiado angustiada para hablar con los periodistas, pero Kambo, su padre, dijo que compartir recuerdos de su hija lo ayuda a sobrellevar la situación.

Se ríe cuando recuerda su estrecha relación.

“Ella era mi única hija. La mimé y ella se aprovechó de eso”, afirmó. “Ella no me había presentado a Nathan, eso es lo que me mata”.

Algunos días, él es optimista de que ella llegará a casa para Navidad. Pero la mayoría de los días, no tanto.

“Solo quiero saber la verdad. Todavía tengo esperanzas, pero mi esperanza se desvanece. Ella sabe mi número”, agregó.

“El hecho de que ella no haya llamado…”

Su voz se apagó.