Londres (CNN) — El rey Carlos III se unió a sus hermanos, los príncipes Andrés y Eduardo, y la princesa Ana, mientras realizaban una breve vigilia alrededor del ataúd de la reina Isabel II el lunes por la noche. La familia real montó la guardia del ataúd en la Catedral de St. Giles en Edimburgo, Escocia, donde permanecerá hasta el martes por la noche.
Cientos de dolientes hacían cola afuera de la catedral para presentar sus respetos el lunes por la noche. La catedral permanecerá abierta al público durante la noche, según las directrices emitidas por el Gobierno escocés.
El lunes anterior, se llevó a cabo un breve servicio de acción de gracias en la catedral luego de una procesión desde el Palacio de Holyroodhouse. El monarca de 73 años y sus hermanos caminaban detrás del coche fúnebre, mientras que Camila, reina consorte, viajaba en un automóvil detrás.
Carlos vestía el uniforme ceremonial de día completo con el rango de mariscal de campo y llevaba el Bastón de mariscal de campo que le dio su madre cuando se le otorgó el rango en 2012.
La procesión avanzó entre multitudes de espectadores que permanecían en un silencio casi total en las calles de Edimburgo.
El ataúd de Isabel fue envuelto en el Estandarte Real de Escocia y adornado con una corona de flores, que incluye brezo blanco seco de Balmoral.
El coche fúnebre estaba flanqueado por un grupo de portadores del Regimiento Real de Escocia, así como por un destacamento de la guardia personal del rey en Escocia, la Compañía Real de Arqueros.
Después de pasar por la Royal Mile, el ataúd recibió una guardia de honor de la Compañía Real de Arqueros en la catedral.
La familia real asistió luego a un breve servicio de oración y reflexión, junto con una congregación compuesta “de todas las áreas de la sociedad escocesa”, según el Palacio de Buckingham. También estuvieron presentes la primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, el ex primer ministro Gordon Brown y la primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon.
Después del servicio, el rey tuvo una audiencia con la primera ministra escocesa, además de una reunión con el presidente del Parlamento escocés. También acudió al Parlamento escocés para recibir una moción de condolencia.
“Sé que el parlamento escocés y el pueblo de Escocia comparten conmigo un profundo sentimiento de dolor por la muerte de mi amada madre”, dijo Carlos en un discurso ante el parlamento. “Mi madre sentía, como yo, la mayor admiración por el pueblo escocés por sus magníficos logros y su espíritu indomable”.
Sturgeon dijo que Isabel había sido “el ancla de nuestra nación” durante un discurso en el parlamento.
“Su Majestad, estamos listos para apoyarlo, mientras continúa con su propia vida de servicio, y mientras construye el extraordinario legado de su amada madre, nuestra reina”, le dijo Sturgeon a Charles.
Anteriormente, el rey prometió continuar el “servicio dedicado” de la reina al pueblo británico en su primer discurso ante el Parlamento del Reino Unido en Londres.
La reina consorte acompañó a Carlos en su primera visita al Palacio de Westminster desde que se convirtió en rey. En el antiguo Westminster Hall, ambas Cámaras del Parlamento ofrecieron sus condolencias por la muerte de su madre.
“Nos reunimos hoy en recuerdo del extraordinario servicio dedicado de la reina a sus naciones y su pueblo”, dijo el rey. “Cuando era muy joven, su difunta Majestad se comprometió a servir a su país y a su pueblo.
“Este voto lo cumplió con una devoción insuperable. Ella dio un ejemplo de deber desinteresado que, con la ayuda de Dios y sus consejos, estoy decidido a seguir fielmente”, continuó Carlos.
Al concluir su breve discurso, se hizo una interpretación de “God Save the King”, el himno nacional británico,
Después de la visita, el monarca y su esposa volaron a Edimburgo, donde el cuerpo de la reina descansaba desde el domingo. La pareja se dirigió directamente al Palacio de Holyroodhouse para la Ceremonia de las Llaves, una tradición en la que el Señor Preboste le ofrece al monarca las llaves de la ciudad.