(CNN) – El objetivo principal del telescopio espacial James Webb es detectar la luz tenue de galaxias lejanas, pero recientemente observó uno de los objetos más brillantes del cielo nocturno: Marte.
El observatorio espacial captó sus primeras imágenes y datos del planeta rojo el 5 de septiembre.
Hay múltiples orbitadores sobre Marte, así como los rovers Curiosity y Perseverance que recorren la superficie y envían información regularmente, pero las capacidades infrarrojas de Webb aportan otra perspectiva que podría revelar más detalles sobre la superficie y la atmósfera marcianas.
El Webb, situado a 1,6 millones de kilómetros de la Tierra, puede divisar el lado iluminado por el sol de Marte que está orientado hacia el telescopio espacial, lo que sitúa al observatorio en la posición perfecta para espiar los cambios estacionales del planeta, las tormentas de polvo y el clima, todo a la vez.
El telescopio es tan sensible que los astrónomos tuvieron que hacer ajustes para evitar que la cegadora luz infrarroja de Marte saturara los detectores de Webb. En cambio, Webb observó Marte utilizando exposiciones muy cortas.
Las nuevas imágenes muestran el hemisferio oriental de Marte en diferentes longitudes de onda de luz infrarroja. A la izquierda, un mapa de referencia del hemisferio capturado por la misión Mars Global Surveyor, que finalizó en 2006.
La imagen superior derecha del Webb muestra la luz solar reflejada en la superficie marciana, mostrando rasgos marcianos como el cráter Huygens, roca volcánica oscura y la Hellas Planitia o planicie de Hélade, un enorme cráter de impacto en el planeta rojo que se extiende a lo largo de más de 2.000 kilómetros.
La imagen inferior derecha muestra la emisión térmica de Marte, o la luz emitida por el planeta cuando pierde calor.
Las zonas más brillantes indican los puntos más calientes. Además, los astrónomos detectaron algo más en la imagen de emisión térmica.
Cuando la luz térmica atraviesa la atmósfera marciana, parte de ella es absorbida por las moléculas de dióxido de carbono. Este fenómeno ha hecho que la planicie parezca más oscura.
“En realidad, no se trata de un efecto térmico en Hellas”, dijo Gerónimo Villanueva, científico planetario del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, en Greenbelt, Maryland, en un comunicado.
“La cuenca de Hellas está a una altitud más baja, y por lo tanto experimenta una mayor presión de aire”, dijo Villanueva, que también es el investigador principal de los estudios de Marte y Mundos Oceánicos para el telescopio Webb. “Esa mayor presión conduce a una supresión de la emisión térmica en este rango de longitudes de onda particular debido a un efecto llamado ensanchamiento de la presión. Será muy interesante desentrañar estos efectos contrapuestos en estos datos”.
Con las potentes capacidades de Webb, Villanueva y su equipo también capturaron el primer espectro en el infrarrojo cercano de Marte.
El espectro indica diferencias más sutiles de brillo en el planeta, que podrían poner de relieve aspectos de la superficie y la atmósfera marcianas. Un análisis inicial ha revelado información sobre las nubes de hielo, el polvo, los tipos de roca en la superficie y la composición de la atmósfera contenida en el espectro. También hay firmas de agua, dióxido de carbono y monóxido de carbono.
El equipo de investigación de la NASA compartirá más información sobre las observaciones de Marte realizadas por Webb en un estudio que se presentará para su revisión y publicación en el futuro. Y el equipo de Marte espera utilizar las capacidades de Webb para detectar las diferencias entre las regiones del planeta rojo y buscar gases como el metano y el cloruro de hidrógeno en la atmósfera.