(CNN) – El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, se retiró de una entrevista planeada desde hace mucho tiempo con la principal presentadora internacional de CNN, Christiane Amanpour, en la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York el miércoles, luego de que ella rechazó una demanda de último minuto de usar un pañuelo o velo en la cabeza.
Unos 40 minutos después de que la entrevista estaba programada para comenzar y habiendo Raisi llegado tarde, un asistente le dijo a Amanpour que el presidente le había sugerido que usara un pañuelo en la cabeza. Amanpour dijo que ella “declinó cortésmente”.
Amanpour, quien creció en la capital iraní, Teherán, y habla farsi con fluidez, dijo que usa un pañuelo en la cabeza mientras informa en Irán para cumplir con las leyes y costumbres locales, “de lo contrario, no podría operar como periodista”. Pero dijo que no se cubriría la cabeza para realizar una entrevista con un funcionario iraní fuera de un país donde no se requiere.
“Aquí en Nueva York, o en cualquier otro lugar fuera de Irán, ningún presidente iraní nunca me ha pedido, y he entrevistado a cada uno de ellos desde 1995, ya sea dentro o fuera de Irán, nunca me han pedido que use un pañuelo en la cabeza”, dijo el jueves en el programa “New Day” de CNN.
“Decliné muy cortésmente en mi nombre y en el de CNN, y en el de las mujeres periodistas de todo el mundo porque no es un requisito”.
La ley iraní exige que todas las mujeres se cubran la cabeza y lleven ropa holgada en público. La regla se ha aplicado en Irán desde la Revolución islámica de 1979, y es obligatoria para todas las mujeres del país, incluidas las turistas, las figuras políticas visitantes y los periodistas.
Amanpour dijo que el asistente de Raisi dejó en claro que la entrevista, que habría sido la primera del presidente iraní en suelo estadounidense, no se llevaría a cabo si ella no usaba un pañuelo en la cabeza. Se refirió a ello como “una cuestión de respeto”, dado que se trata de los meses sagrados de Muharram y Safar, y se refirió a “la situación en Irán”, en alusión a las protestas que recorren el país, añadió.
Las protestas antigubernamentales estallaron en todo Irán la semana pasada por la muerte de Mahsa Amini, de 22 años, mientras estaba bajo custodia, luego de haber sido arrestada por la policía de moralidad de Irán acusada de violar la ley sobre los pañuelos en la cabeza.
Miles de personas han salido a las calles, y algunas mujeres se cortaron el pelo y quemaron sus hiyabs en protesta contra la ley. Los grupos de derechos humanos han informado que al menos ocho personas han muerto en las manifestaciones, que se han enfrentado a una fuerte represión por parte de las autoridades, según testigos y videos compartidos en las redes sociales.
Las manifestaciones parecen ser las muestras de desafío a mayor escala contra el Gobierno de la República islámica, que se ha vuelto más estricta desde la elección del gobierno de línea dura de Raisi el año pasado. Después de ocho años de la administración moderada de Hassan Rouhani, Irán eligió a Raisi, un jefe judicial ultraconservador cuyas opiniones están en línea con el pensamiento del poderoso clero y líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei.
En Irán, el pañuelo en la cabeza es un símbolo poderoso de un conjunto de reglas personales impuestas por los líderes clericales del país, que rigen lo que la gente puede usar, mirar y hacer. Durante la última década han estallado protestas a medida que muchos iraníes se han resentido por esas limitaciones.
La muerte de Amini ha alimentado una ola de ira latente desde hace mucho tiempo por las restricciones a las libertades personales. Encuestas e informes de los últimos años han mostrado que un número cada vez mayor de iraníes no cree que el hiyab, o pañuelo en la cabeza, deba ser obligatorio.
Las autoridades iraníes han afirmado que Amini murió después de sufrir un “ataque cardíaco” y caer en coma, pero su familia ha dicho que no tenía una afección cardíaca preexistente, según Emtedad News, un medio de comunicación iraní a favor de la reforma. El escepticismo sobre el relato de los funcionarios sobre su muerte también ha avivado la protesta pública.
Las imágenes de cámaras de seguridad publicadas por los medios estatales de Irán mostraron a Mahsa Amini colapsando en un centro de “reeducación” donde la policía moral la llevó para recibir “orientación” sobre su atuendo.
Amanpour había planeado cuestionar a Raisi sobre la muerte de Amini y las protestas, así como sobre el acuerdo nuclear y el apoyo de Irán a Rusia en Ucrania, pero dijo que tuvo que negarse.
“Mientras continúan las protestas en Irán y la gente está siendo asesinada, habría sido un momento importante para hablar con el presidente Raisi”, dijo en un hilo de Twitter.