(CNN) – El migrante dice que había estado viviendo en las calles de San Antonio durante casi un mes cuando conoció a una mujer llamada “Perla” que le hizo una oferta convincente.
Ella le ofreció ropa, comida y dinero, le dijo a CNN, y a cambio él saliera y buscar a otros inmigrantes para servir como pasajeros en vuelos a Massachusetts. Ella le dio tarjetas de regalo de McDonald’s por US$ 10 para los inmigrantes que accedieran a abordar los vuelos, y le dijo que les dijera que ellos y sus hijos serían bien tratados a su llegada.
“Ella me había dicho que las personas que iban a Massachusetts, antes de que yo los enviara. Me había dicho que allá los iban a recibir, les iban a dar vivienda, estadía, los iban a ayudar con el idioma, a los que tenían niños, los iban a poner a estudiar”, dijo.
El reclutador habló con CNN en su primera entrevista televisada y se le concedió el anonimato para proteger su seguridad. Proporcionó a CNN la tarjeta de presentación de Perla, mensajes de texto y mensajes de audio para autenticar su historia y proporcionar un relato interno de cómo se juntaron los vuelos de migrantes el 14 de septiembre.
Los vuelos fueron organizados por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, republicano, como parte de sus críticas a las políticas de inmigración y seguridad fronteriza del gobierno federal. Le dijo a Fox News que todos los inmigrantes firmaron formularios de consentimiento y se les proporcionó un paquete con información sobre los servicios en la isla de Massachusetts.
Los abogados de los inmigrantes presentaron una demanda colectiva, diciendo que fueron engañados al aceptar los vuelos y les dijeron que llegarían para encontrar vivienda, trabajo y ayuda con el proceso de inmigración. De hecho, nadie en Martha’s Vineyard sabía que venían, dijeron funcionarios locales. El sheriff del condado de Bexar, Texas, que incluye a San Antonio, dijo que su agencia abrirá una investigación sobre los vuelos para ver si se violó alguna ley.
Por su parte, el reclutador le dijo a CNN que él también se sintió traicionado por Perla y decidió contar su versión de la historia, diciendo que no estaba al tanto del engaño.
“Nunca, nunca supe que era un gobernador o político”, dijo el reclutador. “Mi única voluntad siempre ha sido ayudar a las personas”.
‘El Estado tiene que cuidarlos’
El reclutador le dijo a CNN que acordó trabajar con Perla para reclutar a los solicitantes de asilo una vez que se dio cuenta de que les estaban proporcionando comida y refugio en un hotel en San Antonio donde se quedarían unos días antes de abordar los vuelos.
“Mi única intención era colaborar con las personas para que tuviesen una estabilidad”, dijo. “Ella los llevaba a un hotel. En el hotel yo me di cuenta de que, si los atendían bien”, incluso les proporcionaban comida, lavandería y ropa.
Ella le dijo que su trabajo era reclutar gente y ayudarla.
“Ella dijo que me contrataba y que me daba unas tarjetas de ella. Esas tarjetas yo las repartí, aparte de la información que era que nosotros los íbamos a enviar a un lugar santuario”, dijo. “Aparte de eso, mientras salía el vuelo los llevábamos a un hotel donde, como yo le expliqué los servicios que se prestaban”.
Además, dijo que le dieron tarjetas de regalo de McDonald’s por $US 10 para que se las diera a los migrantes que aceptaron estar en los vuelos.
Los intentos de contactar a la mujer llamada Perla no tuvieron éxito.
“Esas me las daban a mí para yo regalárselas cuando las personas querían estar en el vuelo”, explicó. “Todo fue siempre voluntario. A nadie nunca se le obligó a nada. Cuando estas personas siempre decían que sí, yo mismo me encargaba de que ellos me dieran los papeles a mí, sus papeles de migración”.
Los vuelos despegaron de San Antonio, se detuvieron en Florida y finalmente se dirigieron a Martha’s Vineyard el 14 de septiembre. Una vez que llegaron, dijo que recibió un mensaje telefónico preocupado de uno de los migrantes.
“Estamos a la deriva aquí, sin saber, la gente ni sabía que íbamos a llegar,” dijo el migrante.
El reclutador dijo que le envió un mensaje a Perla sobre que los migrantes estaban nerviosos porque no había nadie para recibirlos y estaban durmiendo al costado de la carretera. Le mostró a CNN lo que ella le respondió: “Dile que llamen a los números que les dimos. A la iglesia. El Estado tiene que cuidar de ellos”.
Más tarde esa noche, dijo que ella le dejó un mensaje de audio.
“Yo sé que se asustaron al principio, pero ahora están en un lugar mucho mejor y los van a cuidar allá como no tienes idea. Sé que llegaron a otra ciudad, pero es dentro de Massachusetts. Créeme que van a tener mucho mejor vida que aquí o en cualquier otro lugar,” dijo.
Los migrantes terminaron pasando 44 horas en Martha’s Vineyard y durmieron en una iglesia episcopal antes de ser llevados a la Base Conjunta de Cape Cod el 16 de septiembre.
El reclutador dijo el fin de semana que ya no está en contacto con Perla. Sin embargo, la semana pasada le dijo a CNN que ella le advirtió que no hablara con los periodistas.
“Si te llama algún reportero,” le envió en mensaje de texto, “no digas nada”.
Eric Levenson de CNN contribuyó a este reporte.