(CNN) – Las autoridades prorrusas celebraron supuestos referendos en cuatro regiones de Ucrania en los últimos días y, aunque las votaciones son ilegales y han sido universalmente rechazadas como “una farsa” por Ucrania y los países occidentales, se teme que puedan crear un pretexto para una nueva y peligrosa etapa de la guerra.
Las “votaciones” llegan en un momento en que el conflicto, que lleva ya siete meses, se encuentra en un punto de inflexión. Los rápidos contraataques de Ucrania han hecho que el líder de Rusia, Vladimir Putin, pierda impulso en el campo de batalla y se espera que intensifique la invasión como respuesta.
Esto significa que los “votos”, y los falsos resultados que Rusia y sus aliados locales han reclamado, son un paso importante en el vacilante esfuerzo de Rusia por tomar el control de Ucrania.
Esto es lo que hay que saber sobre los referendos y lo que viene después.
¿Qué está ocurriendo en partes de la Ucrania ocupada?
En cuatro zonas de Ucrania ocupadas por Rusia se celebraron votaciones sobre su adhesión a Rusia, según sus líderes separatistas, entre el viernes y el martes. Las votaciones, que son contrarias al derecho internacional, podrían allanar el camino para la anexión rusa de esas zonas.
Este miércoles, con todos los “votos” contados, las autoridades de esas regiones afirmaron, como era de esperar, que los residentes habían aceptado por abrumadora mayoría formar parte de Rusia.
Las cifras anunciadas iban desde el 99,23 % de aprobación, en la República Popular de Donetsk (DPR), hasta el 87,05 %, en Jersón, controlada por Rusia. Los funcionarios de la República Popular de Luhansk (LPR) y de Zaporiyia, controlada por Rusia, también afirmaron un veredicto casi universal.
Pero esas cifras se parecen poco a la realidad. Una encuesta exclusiva de CNN entre ucranianos, realizada en febrero, justo antes de la invasión rusa, reveló que en ninguna región del país más de una de cada cinco personas apoyaba la unificación de Ucrania con Rusia.
E incluso en el este, la zona más prorrusa de Ucrania, menos de una cuarta parte de los ucranianos decía que las regiones que se sentían más rusas deberían poder abandonar Ucrania y pasar a formar parte de Rusia.
La encuesta reveló que el 18% de los ucranianos del este, que incluye las regiones de Luhansk y Donetsk, estaba de acuerdo con la propuesta “Rusia y Ucrania deberían ser un solo país”, mientras que el 16% de los ucranianos del sur, que incluye las regiones de Jersón y Zaporiyia, la apoyaban.
El “resultado” de las votaciones se decidió probablemente mucho antes de que se emitieran las papeletas. “Los referendos de Rusia son una farsa, un falso pretexto para intentar anexionarse partes de Ucrania por la fuerza, en flagrante violación del derecho internacional, incluida la Carta de las Naciones Unidas”, declaró la semana pasada el presidente de EE.UU., Joe Biden.
Las preguntas de la papeleta variaron ligeramente en cada una de las cuatro regiones en las que se votó. En conjunto, las cuatro regiones representan alrededor del 18% del territorio de Ucrania.
Los residentes de las cuatro regiones que se habían trasladado a Rusia también podían votar.
Las maniobras siguen un esquema similar al de la toma de Crimea por parte de Rusia, en 2014. Un referéndum organizado allí, en el que oficialmente el 97% de los votantes respaldó la anexión, fue ratificado por los legisladores rusos en una semana.
En esta ocasión, algunas regiones tienen previsto anunciar sus resultados antes que otras. El cierre de votación se esperaba este martes. Las autoridades de Luhansk dijeron que anunciarían los resultados al día siguiente de la finalización de la votación, mientras que en Jersón, las autoridades esperarán cinco días después del cierre de las urnas.
Esto significa que los resultados reclamados se habrán anunciado a principios de la próxima semana. Sin embargo, podrían llegar antes. El Ministerio de Defensa del Reino Unido dijo que “existe una posibilidad realista” de que Putin aproveche su discurso del viernes ante el Parlamento ruso para “anunciar formalmente la adhesión de las regiones ocupadas de Ucrania a la Federación Rusa”.
¿Qué sabemos de las “votaciones”?
Los informes de los lugares afectados sugieren que la votación se está realizando esencialmente, y en algunos casos, literalmente, a punta de pistola.
Serhii Hayday, jefe ucraniano de la Administración Militar de la Región de Luhansk, dijo que las autoridades estaban yendo de puerta en puerta, seguidas por guardias armados, para recoger los votos.
“Si alguien marcó ‘en contra’ de unirse a Rusia, los datos se registran en unos cuadernos”, dijo Hayday en Telegram. “Se está difundiendo el rumor de que las personas que votan en contra son llevadas a algún lugar. Esto se hace deliberadamente para intimidar a la población local”.
Las autoridades respaldadas por Rusia afirmaron que la participación en las elecciones fue masiva, con cifras que Kyiv y los observadores occidentales han ridiculizado.
Mientras tanto, para los ucranianos de los territorios ocupados en los que se llevaron a cabo los referendos, las vías de escape son peligrosas. La zona ocupada de Jersón fue “cerrada completamente para la entrada y la salida” tras su “votación”, dijo el martes el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania.
Entrar y salir de la parte ocupada de la vecina región de Zaporiyia también es muy difícil para los civiles y casi imposible para los hombres de entre 18 y 35 años, afirmó el Centro Nacional de Resistencia de Ucrania, una unidad del Ministerio de Defensa.
¿Qué quiere Rusia de estos supuestos referendos?
En términos de derecho internacional, los referendos no conseguirán nada porque la comunidad mundial se niega rotundamente a aceptarlos.
Pero en casa, Putin podrá afirmar que la voluntad de los ucranianos ocupados es pertenecer a Rusia, dando así un falso pretexto a sus esfuerzos por reclamar ese territorio como propio de Moscú.
El ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, James Cleverly, declaró en los últimos días que Rusia había decidido de antemano lo que sucederá una vez finalizados estos referendos, afirmando que “a finales de mes, la intención de Rusia será formalizar la anexión de las cuatro regiones a la Federación Rusa”.
Esto ha suscitado la preocupación de que Putin trate de intensificar la guerra una vez que se anuncien los “resultados”. Una exitosa contraofensiva de las fuerzas ucranianas ha hecho retroceder a Rusia de forma significativa en el noreste de Ucrania. Funcionarios occidentales han sugerido que Putin probablemente tratará de replantear esa contraofensiva y cualquier otra como un ataque a la soberanía de Rusia.
El ministro de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, ya ha aludido a esa postura en los últimos días, al afirmar durante el fin de semana que Moscú se reserva el derecho a “proteger plenamente” las zonas que se han convertido formalmente en su territorio.
Cuando anunció una “movilización parcial” de los ciudadanos rusos, en un discurso la semana pasada, Putin incluso planteó la posibilidad de las armas nucleares, diciendo que utilizaría “todos los medios a nuestra disposición” si consideraba que la “integridad territorial” de Rusia estaba en peligro.
Pero el contexto de la guerra es crucial para entender por qué se celebran estas votaciones apresuradas, y las amenazas del Kremlin que las rodean.
En las últimas semanas, las fuerzas ucranianas han dado un vuelco total al conflicto, protagonizando rápidos contraataques que han hecho retroceder militarmente a Rusia. Es una situación vergonzosa para Putin, siete meses después de lanzar una invasión que muchos pensaban que se completaría en pocos días. Y parece que ha despertado la preocupación de algunos de los aliados internacionales de Rusia, como China.
Mientras tanto, en casa, la “movilización parcial” de los ciudadanos por parte de Putin ha provocado el caos, con protestas, aparentes errores de redacción y un éxodo de ciudadanos que huyen de Rusia.
La situación de Putin parece cada vez más desesperada, mientras busca un cambio en el equilibrio que permita a las fuerzas rusas recuperar la ventaja. La organización de falsos referendos parece ser una pieza clave en su esfuerzo por forzar un cambio.
¿Qué viene ahora para estas regiones?
Es probable que el Kremlin trate inmediatamente los territorios como si fueran partes de Rusia ahora que se han reclamado los votos. “Todo el territorio estatal de Rusia que ya ha sido o puede ser formalizado adicionalmente en la Constitución de nuestro país se beneficiará ciertamente de una protección total”, dijo Lavrov, en una conferencia de prensa en Nueva York, el sábado. “¿Cómo puede ser de otra manera? Todas las leyes, doctrinas, conceptos y estrategias de la Federación Rusa son aplicables en todo su territorio”.
Existe la preocupación de que los ucranianos de las partes del país controladas por Rusia sean reclutados por sus ocupantes.
Los funcionarios ucranianos dicen que Rusia está utilizando las votaciones como pretexto para reclutar a los ucranianos al Ejército de Rusia. “El objetivo principal del falso referendo es movilizar a nuestros residentes y utilizarlos como carne de cañón”, dijo en Telegram Ivan Fedorov, el alcalde ucraniano en el exilio de Melitópol, ocupada por Rusia.
El Centro Nacional de Resistencia de Ucrania dijo la semana pasada en un comunicado: “Está claro que después del referendo, el enemigo anunciará la movilización también en las tierras ocupadas porque necesita recursos humanos”.
El Gobierno de Ucrania afirma que las administraciones ocupantes rusas, junto con el Servicio Federal de Seguridad (FSB) de Rusia, están elaborando listas de miles de personas que serán movilizadas en Zaporiyia y Jersón.
En la región de Luhansk –ocupada casi en su totalidad por Rusia y las fuerzas respaldadas por Rusia–, los funcionarios ucranianos afirman que la autoproclamada República Popular de Luhansk ya está aplicando el reclutamiento generalizado.
¿Cómo ha respondido la comunidad internacional?
Occidente y la OTAN desestimaron inmediatamente las votaciones como una maniobra, y dejaron claro que no habrá cambios en su apoyo a Ucrania.
“La respuesta de la OTAN es aumentar el apoyo”, dijo el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, en una entrevista con Julia Chatterley, de CNN, el viernes. “La mejor manera de poner fin a esta guerra es fortalecer aún más a los ucranianos en el campo de batalla, para que en algún momento puedan sentarse y llegar a una solución que sea aceptable para Ucrania y que preserve a Ucrania como una nación soberana e independiente en Europa”.
Los funcionarios estadounidenses prevén que Rusia podría actuar rápidamente para anexionarse las cuatro zonas, potencialmente a los pocos días de concluir la votación.
Si lo hace, provocaría una rápida respuesta de Estados Unidos, que se ha comprometido a no reconocer los resultados, dijo un funcionario.
A corto plazo, parece probable otra ronda de sanciones a Rusia una vez que se declaren los resultados de las votaciones. El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo el domingo, en una entrevista televisiva a la cadena ABC, que los países del G7 “reiteraron que habría consecuencias y especificaron que eso incluiría sanciones adicionales reforzadas, incluyendo sanciones a entidades y empresas fuera de Rusia que estén apoyando la maquinaria de guerra rusa o apoyando estos referendos falsos o los esfuerzos de Rusia”.
“Por lo tanto, verán que en los próximos días Estados Unidos tendrá más anuncios si Rusia sigue adelante con esto”, dijo Sullivan.
Pero está claro que las perspectivas de una escalada bélica han aumentado la preocupación por lo que viene después, sobre todo en lo que respecta a las armas nucleares. “Rusia entiende muy bien lo que Estados Unidos haría en respuesta al uso de armas nucleares en Ucrania porque se lo hemos explicado”, dijo Sullivan, mientras los funcionarios se encuentran trabajando para tranquilizar a sus poblaciones y aliados globales.
Aunque los funcionarios no han visto indicios de que Rusia esté planeando utilizar armas nucleares a corto plazo, están más preocupados por esa posibilidad ahora que hace seis o siete meses, según confirmó un funcionario a CNN, aunque siguen manteniendo que la probabilidad de que Rusia lo haga es baja.
– Mick Krever, Tim Lister, Olga Voitovych, Amy Cassidy y Kaitlan Collins contribuyeron con este reportaje.