(CNN Business) – No fue difícil para Samantha Losey, directora general de Unity, una empresa de relaciones públicas de Londres, convencer a su equipo de trabajar menos horas por el mismo salario.
Pero fue una batalla cuesta arriba persuadir a su propia junta para que se uniera al programa piloto más grande del mundo de la semana laboral de cuatro días.
“Tuve que luchar mucho para que hiciéramos esto como un negocio… nadie estaba dispuesto. Todos eran muy tradicionalistas”, dijo Losey a CNN Business.
La principal preocupación se centró en si un recorte del 20% en las horas de trabajo semanales conduciría a una caída en la producción y provocaría la huida de los clientes.
Pero después de un “viaje muy difícil” para convencer a su junta, y un comienzo difícil, Losey dijo que su equipo ha dado un paso adelante. Ella dijo que está 80% segura de que todos mantendrán la rutina después de noviembre, cuando termine el periodo de prueba.
“[Mi cabeza] rodaría como la de María Antonieta si le dijera a este equipo ‘ya no vamos a hacer esto’”, dijo.
Unity es una de las 70 empresas del Reino Unido que participan en la prueba de recortar el horario laboral. Durante seis meses a partir de junio, más de 3.300 empleados han trabajado el 80% de sus horas habituales —por el mismo salario— a cambio de prometer entregar el 100% de su trabajo habitual.
El programa está a cargo de la organización sin fines de lucro 4 Day Week Global; Autonomy, un think tank; y la campaña 4 Day Week UK, en asociación con investigadores de la Universidad de Cambridge, la Universidad de Oxford y el Boston College.
La prueba ya está dando frutos para los trabajadores hambrientos de más tiempo libre.
A la mitad del piloto, el 95% de las empresas encuestadas por 4 Day Week Global dice que sus niveles de productividad se han mantenido igual o han mejorado, mientras que el 86% dice que es probable que hagan que la rutina sea permanente.
Para Gary Conroy, fundador y director ejecutivo de 5 Squirrels, un fabricante de productos para el cuidado de la piel en la costa sur de Inglaterra –con 13 empleados de tiempo completo–, la nueva rutina de trabajo es “mucho mejor todo el tiempo”, le dijo a CNN Business.
Algunos de los beneficios fueron inesperados.
“Todos hemos perdido mucho peso… antes teníamos sobrepeso”, dijo. “[El equipo tiene] más tiempo para preparar la comida, [comer] saludablemente. Mucha gente va mucho más al gimnasio”.
¿Es bueno para los negocios una semana laboral de cuatro días?
Cuatro meses después de la prueba, Losey dijo que sus clientes están contentos con su desempeño, mientras que su equipo está mucho más inspirado y creativo. Un estudio interno de la empresa encontró que la productividad aumentó un 35% y el personal dijo que se sentía más saludable y feliz, en comparación con antes de la prueba.
Ahora, la gente se esfuerza por trabajar en esta empresa.
“Nos moríamos a principios de año tratando de encontrar talento y gastábamos dinero en reclutadores a diestra y siniestra”, dijo.
Pero desde que Unity se unió al programa, Losey dijo que “nunca había tenido tantas solicitudes”, lo que le ahorró a la empresa mucho dinero en costos de contratación.
Si bien su directorio aún se muestra escéptico sobre el impacto en la producción comercial, los clientes de Unity están “desesperados” porque el experimento dé sus frutos, dijo, para que puedan convencer a sus jefes de que adopten la rutina en sus propios lugares de trabajo.
“Literalmente tuve un cliente hoy que dijo… lo llevaré al departamento de Recursos Humanos”, agregó Losey.
Juliet Schor, profesora de Sociología en Boston College, le dijo a Christine Romans, de CNN Business, que la semana laboral de cuatro días proporciona “una gran ventaja competitiva para las empresas en el mercado laboral”.
También hace que los empleados sean más felices y saludables, dijo Schor. Eso es especialmente importante dadas las demandas de la pandemia que empujaron a muchos a simplemente agotarse.
“Los estadounidenses están descubriendo que dos días no son suficientes para el fin de semana. No pueden hacer todas sus diligencias y (terminar] el cuidado de la familia y llevar a sus hijos a actividades, e incluso tener un poco de tiempo para ellos mismos y prepararse para la semana laboral”, dijo. “Todo eso se acumula en dos días y simplemente no es suficiente”.
“La semana de cinco días simplemente ya no funciona para las personas”, agregó Schor.
Sin embargo, una semana laboral de cuatro días no es una panacea.
En junio, una encuesta de Gallup de más de 12.000 trabajadores en Estados Unidos encontró que si bien aquellos que trabajaban cuatro días a la semana reportaron un mayor bienestar, particularmente entre los que debían trabajar en el sitio, no hubo un aumento correspondiente en los niveles de compromiso en sus puestos de trabajo.
“Tener un mayor compromiso se reduce a cómo te administran, y solo darle a alguien una semana laboral de cuatro días no significa necesariamente que estés bien administrado y que estés comprometido con tu trabajo”, Jim Harter, científico jefe de lugar de trabajo y bienestar de Gallup, a CNN Business.
Sin depresión de lunes
Sin embargo, para Losey, adaptarse a la nueva rutina fue doloroso.
Describió la primera semana como “Armagedón”, con muy pocos colegas disponibles para responder a la emergencia de un cliente. “Me senté en el piso de la cocina y lloré”, dijo.
Lentamente, el equipo se ha adaptado e introducido nuevos hábitos que marcaron la diferencia. Ahora, las reuniones internas tienen un límite de 15 minutos y las reuniones con clientes de 30 minutos. No se permite que los correos electrónicos a colegas excedan más de una cuarta parte del total de correos electrónicos de un día.
En particular, el personal de Losey confía en un sistema de “semáforo” para reducir las distracciones en la oficina. Los colegas tienen una luz en su escritorio y la ponen en verde si les gusta hablar, en ámbar si están ocupados, pero disponibles para hablar, y en rojo si no quieren ser interrumpidos.
“Si [el] botón es rojo, acércate a alguien bajo tu propio riesgo”, dijo Losey.
Conroy dijo que introdujo el “tiempo de trabajo profundo” donde, durante dos horas cada mañana y dos horas cada tarde, su personal ignora correos electrónicos, llamadas o mensajes instantáneos y se concentra en sus proyectos.
Su equipo incluso comenzó a desconectar los teléfonos de la oficina, ya que distraían demasiado. Los clientes inicialmente se molestaron, dijo, pero desde entonces han respondido enviando más correos electrónicos.
Losey dijo que valió la pena analizar los riesgos para el negocio.
“Después de haber tenido varias semanas tranquilas… se siente como ‘¿cómo volveríamos?’ ¿Cómo trabajamos cinco días? Parece tan poco humano”, dijo.
“Aquí nadie tiene depresión los lunes”, agregó.