(CNN) – En las declaraciones de apertura del juicio por la pena de muerte de Nikolas Cruz, su defensa expuso el plan para persuadir al jurado de que le perdonara la vida. Planeaban presentarlo como un ser humano perturbado y mentalmente enfermo.
“Al contarles la historia de Nik, al contarles los capítulos de su vida, les daremos razones para optar por la vida”, dijo la defensora pública Melisa McNeill en las declaraciones de apertura. “Eso se llama mitigación. La mitigación es cualquier razón por la que ustedes creen que la pena de muerte no es una pena apropiada en este caso”.
Y este jueves, tras meses de pruebas perturbadoras y testigos llenos de lágrimas, el jurado recomendó una sentencia de cadena perpetua sin libertad condicional en lugar de la pena de muerte, lo que supuso una conmoción para muchas de las familias de las víctimas.
Una sentencia de muerte debe ser unánime, por lo que la defensa solo tenía que persuadir a al menos uno de los 12 miembros del jurado. El presidente del jurado de Parkland, Benjamin Thomas, dijo a WFOR, afiliada de CNN, que tres jurados votaron en contra de la pena de muerte.
“Hubo uno con un ‘no’ rotundo: no podía hacerlo. Y hubo otros dos que terminaron votando de la misma manera”, dijo Thomas. La mujer que votó con un ‘no’ rotundo “no creía que, por ser un enfermo mental, debiera recibir la pena de muerte”, dijo Thomas.
Hay indicios de tensión tras bambalinas en la sala del jurado.
Este jueves, un miembro del jurado escribió una carta al juez en la que calificaba las deliberaciones de “tensas” y negaba una acusación que había oído de que había tomado la decisión de apoyar la cadena perpetua antes de que comenzara el juicio.
Y los fiscales piden que las fuerzas del orden entrevisten a un miembro del jurado que dijo haberse sentido amenazado por otro miembro del jurado durante las deliberaciones, según un expediente judicial obtenido por CNN.
Las instrucciones para el jurado enumeran 41 posibles factores atenuantes que el jurado podría considerar, y la defensa volvió a mencionar algunos de ellos en repetidas ocasiones.
Esas circunstancias atenuantes se dividen en unas pocas categorías principales: que Cruz admitió su culpabilidad desde el principio; que fue “envenenado” en el vientre materno por el consumo de drogas y alcohol de su madre; y que la pena de muerte, al menos para Cruz, es inmoral e innecesaria.
Te presentamos un vistazo a los principales argumentos de la defensa a lo largo del juicio y a la forma en que lograron poner al jurado de su lado.
Cruz se declaró culpable y admitió su culpa
Los abogados defensores destacaron en primer lugar que Cruz admitió los asesinatos y se declaró culpable de 34 cargos en octubre pasado.
“Cada uno de ustedes sentados aquí y en esta sala sabe que hay una persona responsable de todo ese dolor y todo ese sufrimiento”, dijo McNeill al comienzo de sus declaraciones de apertura en agosto. “Y esa persona es Nikolas Cruz”.
“El 21 de octubre de 2021, Nikolas Cruz se declaró culpable de todos los cargos. Cuando hizo eso, garantizó que sería castigado. La pregunta que ahora les queda a todos y cada uno de ustedes es cómo”.
La decisión de declararse culpable se produjo sin que el gobierno ofreciera una sentencia más leve. Otros acusados de crímenes atroces, como los autores del atentado del maratón de Boston y del tiroteo masivo racista en una iglesia negra de Carolina del Sur, se declararon inocentes y fueron condenados a muerte.
En la fase de sentencia del juicio de Cruz, la fiscalía ha hablado con detalle de las acciones de Cruz el día del tiroteo. En respuesta, McNeill ha tratado de quitar peso a su argumento señalando la declaración de culpabilidad de Cruz.
“Nunca hemos dicho que no lo hizo. Él nunca ha dicho que no lo hizo”, ha dicho. “Lo que hizo nunca ha estado en discusión. Esta fase del juicio del proceso no es para rendir cuentas”.
Cruz fue “envenenado” al nacer
El principal argumento fáctico de la defensa fue que Cruz tenía problemas de salud mental y de desarrollo porque su madre biológica consumió alcohol y drogas durante su embarazo.
“Debido a que Nikolas fue bombardeado por todas esas cosas, fue envenenado en el útero. Debido a eso, su cerebro estaba irremediablemente roto, sin culpa alguna”, dijo McNeill en las declaraciones de apertura.
Los dos primeros testigos de la defensa declararon que Brenda Woodard, la madre biológica de Cruz, consumió drogas y bebió alcohol durante el embarazo. Carolyn Deakins, una adicta en recuperación que en la década de 1990 consumía drogas, bebía y trabajaba como prostituta con Woodard, testificó que ésta no mostraba ningún cuidado por el bebé que venía en camino y utilizaba todos sus recursos para comprar drogas y alcohol.
Danielle Woodard, hermana de Cruz, declaró igualmente que su madre abusó de las drogas y el alcohol durante toda su infancia, creando un ambiente hostil para los niños.
“Ella tenía una adicción. Siempre puso eso en primer lugar, antes que a mí, o a él, o a Zach (Cruz), o a cualquiera”, dijo.
Brenda Woodard, que murió el año pasado, dio a Cruz en adopción cuando nació en 1998.
Desde una edad temprana, Cruz presentaba retrasos en el desarrollo y problemas emocionales y de comportamiento relacionados con el trastorno del espectro alcohólico fetal, argumentó la defensa. Varios testigos de la defensa, entre ellos dos médicos expertos, discreparon sobre su diagnóstico exacto, pero dijeron que estaba relacionado con el consumo de alcohol de su madre durante el embarazo, y señalaron que su madre admitió de hecho el consumo de alcohol en su expediente de nacimiento.
“Nunca, jamás, en mi vida he visto a un individuo que se haya visto afectado por la exposición prenatal al alcohol en el que haya documentación, y creo que bastante buena, de la exposición al alcohol”, testificó el Dr. Kenneth Lyons Jones, una voz destacada en los trastornos neurológicos relacionados con el alcohol. “Sé que nunca he visto tanto alcohol consumido por una mujer embarazada”.
En los argumentos finales, la defensa dijo que estaba “condenado desde el vientre” por las acciones de su madre.
“No hay momento en nuestra vida en el que seamos más vulnerables a la voluntad y el capricho de otro ser humano que cuando estamos creciendo y desarrollándonos en el vientre materno”, dijo McNeill.
La pena de muerte es inmoral e innecesaria
En un juicio de pena de muerte, todos los miembros del jurado están “cualificados para la muerte”, lo que significa que deben estar abiertos a la imposición de la pena de muerte para poder formar parte del jurado. Esto significa que las personas completamente opuestas a la pena de muerte no pueden servir como jurado.
Aun así, gran parte de los argumentos de la defensa trataron de apelar a los reparos morales del jurado con la pena de muerte.
La defensa argumentó que una sentencia de cadena perpetua sin libertad condicional es suficiente para proteger al público. También argumentaron que Cruz está bajo el cuidado de un psicólogo y un psiquiatra, cumplía con su medicación y tenía la capacidad de salir adelante en un entorno estructurado y supervisado como la prisión, según las instrucciones del jurado.
“Y en una sociedad humana civilizada, ¿matamos a personas con daños cerebrales, enfermos mentales y rotos?” preguntó McNeill el martes. “¿Lo hacemos? Espero que no”.
Los fiscales habían pedido al jurado que condenara al atacante a la pena de muerte, argumentando que la decisión de Cruz de llevar a cabo el tiroteo no solo fue especialmente atroz o cruel, sino premeditada y calculada y no, como sostenía la defensa, relacionada con ningún déficit neurológico o intelectual.
En los argumentos finales, McNeill dijo que la fiscalía trataba de hacer que los miembros del jurado se indignaran y conmovieran al reproducir videos y audios horribles del tiroteo. En cambio, él los instó a que respiraran, abrieran sus corazones y mentes y tomaran una decisión moral a favor de la piedad.
“En un proceso de sentencia de pena de muerte, hay que usar el corazón, porque se está tomando una decisión moral individualizada”, afirmó.
De hecho, el hermano de una de las víctimas dijo a CNN la semana pasada que no apoyaba la pena de muerte para Cruz debido a su inmoralidad.
“Lógicamente, para mí no se sigue que digamos: ‘Asesinar a alguien es esta cosa horrible, atroz, espantosa, terrible, y para demostrar ese punto, vamos a hacerlo a otra persona’”, dijo Robert Schentrup, cuya hermana Carmen, de 16 años, estaba entre los asesinados.
“Y comprendí que si esto es algo que yo sentía, que creo que debía aplicarse en mi caso personal y más allá”, dijo.
“Tuve que buscar en lo más profundo de mis valores y decir, ¿es esto algo que conecta con ello? Y de ser así, vivir con ello”.
Dakin Andone, Denise Royal, Kevin Conlon y Carlos Suarez contribuyeron con este reportaje.