(CNN) – La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, dijo el jueves en una entrevista exclusiva con CNN que no veía signos de recesión en el corto plazo, ya que la economía estadounidense se recuperó tras seis meses de contracción.
Durante una entrevista realizada en Ohio que fue transmitida en “Erin Burnett OutFront” de CNN, Yellen dijo que los datos del Producto Interno Bruto (PÌB) del tercer trimestre publicados el jueves dejaron en evidencia la fortaleza de la economía de Estados Unidos. Mientras tanto, las autoridades trabajan con urgencia para controlar la inflación generalizada que ha tenido un fuerte efecto en la opinión de los estadounidenses sobre la economía, y ha puesto en peligro las mayorías demócratas en el Capitolio a menos de dos semanas de las elecciones intermedias.
“Mira, lo que estamos viendo en este momento es un crecimiento sólido este trimestre. Obviamente, el crecimiento se ha desacelerado luego de una recuperación muy rápida tras el alto desempleo”, dijo Yellen cuando se le preguntó si los últimos datos del PIB disiparon las preocupaciones sobre la recesión. “Estamos en una economía de pleno empleo. Es muy natural que el crecimiento se ralentice. Y lo ha hecho durante los primeros tres trimestres de este año, pero sigue estando bien. Tenemos un mercado laboral muy fuerte. No veo señales de una recesión en esta economía en este momento”.
El optimismo de Yellen llega en medio de una creciente preocupación por parte de economistas y funcionarios financieros sobre la posibilidad de que se produzca una recesión en algún momento del próximo año, pero se basa parcialmente en los últimos datos que mostraban señales de que una desaceleración necesaria en áreas clave de la economía deja abierto un camino hacia un “aterrizaje suave”, mientras la Reserva Federal se prepara para seguir con su rápido ritmo de aumento de tasas.
El producto interno bruto —el índice más amplio de la actividad económica—, aumentó a una tasa anualizada del 2,6% durante el tercer trimestre, según las estimaciones iniciales publicadas el jueves por la Oficina de Análisis Económico. La cifra representa un crecimiento desde la caída del 1,6% que se registró el primer trimestre del año y el 0,6% negativo en el segundo trimestre.
Pero la opinión de Yellen también evidencia el complejo equilibrismo que el presidente Joe Biden y sus principales funcionarios económicos hicieron en el transcurso de este año, entre una rápida recuperación económica y grandes victorias legislativas, mientras se comprometían a abordar el aumento de precios.
“La inflación es muy alta, es inaceptablemente alta y los estadounidenses sienten eso todos los días”, dijo Yellen cuando se le preguntó cómo el gobierno encuadraba su visión de la economía con el creciente descontento entre los votantes. Yellen reconoció que los precios van a tardar en retroceder y dijo que los esfuerzos para bajarlos a niveles “a los que la gente está más acostumbrada” probablemente se extenderán por “los próximos dos años”.
Es una realidad que ha socavado los esfuerzos del gobierno para aprovechar lo que los funcionarios consideran un historial sólido. Cuando se le preguntó a Biden sobre la economía la semana pasada, dijo a los periodistas que es “extremadamente fuerte”, lo que generó críticas de parte de los republicanos.
Pero Yellen estuvo de acuerdo con la evaluación del presidente de que la economía sigue siendo fuerte, también al compararla con otras economías del mundo.
“Si miras alrededor del mundo, hay muchas economías que están atravesando un mal momento, no solo por la alta inflación sino también por un desempeño económico muy débil, y Estados Unidos se destaca en ese sentido. Tenemos el desempleo en un mínimo en 50 años… Vimos en el informe de esta mañana: el gasto del consumidor y el gasto de inversión continuaron creciendo. Tenemos finanzas familiares sólidas, finanzas comerciales sólidas y bancos que están bien capitalizados”, dijo.
Agregó: “Esta no es una economía que está en recesión. Nos sigue yendo bien”.
Yellen admitió la frustración que existe dentro del gobierno por el hecho de que los esfuerzos para sacar de la crisis a la economía estadounidense no obtuvieron el reconocimiento que este trabajo merecía.
“Hubo varios problemas que podríamos haber tenido y dificultades que muchas familias estadounidenses podrían haber enfrentado”, dijo Yellen. “Son problemas que no tenemos, gracias a lo que ha hecho el gobierno de Biden. Entonces, frecuentemente uno no recibe crédito por problemas que no existen”.
Yellen viajó a Cleveland en el marco de una campaña del gobierno para resaltar las principales victorias legislativas, además de las decenas de miles de millones de dólares logrados en inversiones del sector privado que esas políticas inyectaron al sector manufacturero en todo el país.
Se trata de una pieza fundamental dentro de la estrategia económica diseñada para abordar muchas de las vulnerabilidades y fallas que quedaron al descubierto cuando el covid-19 devastó el mundo, con importantes inversiones federales en infraestructura y apuntalando —o creando desde cero— piezas clave de cadenas de suministro críticas.
Enumerando una serie de importantes inversiones del sector privado —incluyendo la reciente inauguración de una planta de Intel de US$ 20.000 millones cerca de Columbus—, Yellen las destacó como “inversiones reales y tangibles que están ocurriendo ahora”, aunque reconoció que tardarían un tiempo en impactar más en la vida de las personas.
Yellen prometió que esos esfuerzos se verán en los meses y años venideros. Cuando se le preguntó si el mensaje general del gobierno a los estadounidenses era de paciencia, Yellen dijo: “Sí”.
“Pero se están comenzando a ver puentes reparados, no en todas las comunidades, pero los verán muy pronto. Muchas comunidades verán carreteras mejoradas, puentes arreglados que hasta hace poco se caían a pedazos. Estamos viendo un flujo de dinero hacia la investigación y el desarrollo, que es realmente una fuente importante de fortaleza a largo plazo para la economía estadounidense. Y la fortaleza de Estados Unidos aumentará y nos convertiremos en una economía más competitiva”, dijo.
Yellen también se refirió a los frentes de batalla que se han abierto esta semana sobre el aumento del techo de la deuda, una crisis de larga data en Washington que los republicanos de la Cámara se han comprometido una vez más a utilizar si obtienen la mayoría.
“El presidente y yo acordamos que Estados Unidos no debe ser rehén de los miembros del Congreso que piensan que está bien comprometer la calificación crediticia de Estados Unidos y amenazar con el incumplimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos, que son la base de los mercados financieros mundiales”, dijo Yellen.
Pero la naturaleza, quien durante mucho tiempo ha destacado la naturaleza “destructiva” de las confrontaciones, también respaldó la eliminación total del límite de la deuda a través de la legislación. Un grupo de demócratas de la Cámara escribió a sus líderes para solicitar esa acción en la sesión del Congreso, pero Biden rechazó la idea esta semana.
Cuando se le preguntó sobre la división, Yellen solo dijo que ella y Biden acordaron que “realmente depende del Congreso elevar el techo de la deuda”.
“Es absolutamente esencial que se haga, y me gustaría ver que ocurra de la manera en que puede ocurrir”, agregó Yellen.
A medida que el gobierno avanza hacia una etapa que tradicionalmente lleva a algunos altos funcionarios a renunciar, ella dejó en claro que el tema no estaba en sus planes. Consultada sobre los informes de la Casa Blanca en los que decían que quería quedarse el próximo año, Yellen dijo que era “una lectura precisa”.
“Me siento muy emocionada por el programa del que hablamos”, dijo Yellen. “Y veo en él un gran fortalecimiento del crecimiento económico, el tratamiento del cambio climático y el fortalecimiento de los hogares estadounidenses. Y quiero ser parte de eso”.