(CNN) – Estados Unidos parece estar inundado por expresiones de antisemitismo, y no se trata solo de los personajes habituales como supremacistas blancos e incitadores al odio declarados. Ahora, el antisemitismo brota entre sus músicos y los atletas, así como de sus políticos, y parece que se está filtrando.
Mientras que en los últimos años la reacción que vino después de actos de odio parecía marcar el comienzo de un respiro —una breve ruptura entre los insultos dirigidos al pueblo judío— últimamente parece que las reacciones solo alimentan una mayor animosidad.
El rabino Jeffrey Myers, que preside la Congregación del Árbol de la Vida en Pittsburgh, donde 11 feligreses fueron asesinados a tiros por un supremacista blanco hace cuatro años, responsabilizó al país en general.
“Qué vergüenza, Estados Unidos. Lo dejas crecer en esta placa de Petri”, dijo Myers en una entrevista con Haaretz.
Si eso no es lo suficientemente general, considera no solo las fuentes de antisemitismo, sino también las respuestas de quienes tendrían la responsabilidad de acabar con él.
Las superestrellas dan plataformas para el odio
Cuando Kanye West dijo “death con 3” sobre los judíos, Adidas se dudó durante días antes de anunciar que resindiría sus contratos. Fue expulsado varias veces de las redes sociales, pero en su reincorporación más reciente a Twitter esta semana, publicó una foto de Kyrie Irving, sin ningún texto.
Irving, la estrella de los Brooklyn Nets, publicó recientemente un enlace a una película repleta de temas antisemitas. Afirmó que se oponía al odio, pero durante días se negó a disculparse. Cuando se le preguntó si era antisemita, se negó a decir claramente que no, incluso cuando un reportero sugirió que el país quiere una respuesta de sí o no.
Al igual que Adidas, la NBA y los Nets se tomaron su tiempo para tomar una decisión. La liga pareció contentarse con dejar pasar el episodio después de que el armador de 30 años prometiera enviar una donación a la Liga Antidifamación (ADL, por sus siglas en inglés), pero la organización ya no aceptará su dinero. Finalmente, el jueves, Irving fue suspendido y emitió una disculpa real.
La dirección de los Nets dijo que retrasó la toma de alguna medida porque el equipo “creía que tomar el camino de la educación en esta situación era lo correcto, y pensaba que habíamos progresado en la erradicación del odio y la intolerancia”.
El CEO de ADL, Jonathan Greenblatt, explicó la postura de su organización en un tuit. “La respuesta a la pregunta ‘¿Tienes alguna creencia antisemita?’ siempre es ‘NO’ sin equívocos”, escribió, explicando además que la ADL aceptó la palabra de Irving cuando dijo que asumió la responsabilidad, “pero hoy no cumplió con esa” promesa. Kyrie claramente tiene mucho trabajo por hacer”.
Los políticos y el mito del “gran reemplazo”
Pareciera que muchos de los políticos del país también tienen mucho por hacer. El máximo ejemplo de esto es el expresidente Donald Trump, quien recientemente escribió: “Los judíos estadounidenses tienen que actuar juntos y apreciar lo que tienen en Israel antes de que sea demasiado tarde”.
Muchos en la comunidad judía lo intepretaron como una amenaza, lo cual es comprensible cuando ves cómo otros políticos han adoptado puntos de vista igualmente preocupantes. Jenna Ellis, una de las principales asesoras del candidato a gobernador de Pensilvania, Doug Mastriano, dijo que el opositor y fiscal general estatal Josh Shapiro “es, en el mejor de los casos, un judío secular”. Cuando se le preguntó sobre esto en una conferencia de prensa, Mastriano dejó que su esposa, Rebbie, respondiera por él y dijo: “Voy a decir que probablemente amamos a Israel más que muchos judíos”.
La candidata a gobernadora de Arizona, Kari Lake, respaldó a un candidato legislativo antisemita, antes de dar marcha atrás debido al impacto. Fue ampliamente difundido que el candidato al Senado de Estados Unidos, Mehmet Oz, pronunció un discurso para recaudar fondos frente al automóvil de Adolf Hitler, exhibido en un museo de California. La representante estadounidense Marjorie Taylor Greene, quien ha invocado repetidamente a Hitler y al Holocausto en sus comparaciones políticas, dijo el mes pasado en Arizona que millones de inmigrantes “están a punto de reemplazarlos, reemplazar sus trabajos y reemplazar a sus hijos en la escuela y… reemplazar su cultura”.
Sus dichos sonaban como parte de la teoría conspirativa del “gran reemplazo”, que según el Centro Legal Southern Poverty “consiste de avivar los temores sobre una población no blanca, que los defensores de la teoría caracterizan como ‘inferior’, desplace a la mayoría blanca”. La teoría también es antisemita. Algunos defensores del “gran reemplazo” no atribuyen explícitamente el complot a los judíos, pero sí culpan a personas judías poderosas como el financiero y filántropo George Soros o usan un lenguaje antisemita codificado para identificar a las ‘élites’ o ‘globalistas’ en la sombra”.
Mientras que, en el pasado, el Partido Republicano criticó los comentarios de Greene y fue enfático en su respuesta a la representante Ilhan Omar acusando a los judíos de comprar influencia política en 2019, últimamente no ha habido mucha condena.
Esto, a pesar de que los ataques antisemitas van en aumento, casi triplicándose desde 2015 cuando la ADL reportó 941 incidentes. El año pasado, fueron 2.717.
Un efecto gota a gota
Parece que el odio tiene apenas pequeñas interrupciones. Después de la ola de antisemitismo de Kanye West, aquellos que estuvieron de acuerdo con él no se desanimaron por su cancelación. Algunos colgaron pancartas sobre la autopista 405, en Los Ángeles, proclamando: “Kanye tiene razón sobre los judíos”. Gente que pasaba por allí parecía hacer el gesto de “Heil Hitler” con sus brazos extendidos.
En Jacksonville, Florida, el mismo mensaje se observó en el exterior del estadio que albergó el partido de fútbol americano universitario Georgia-Florida y en un edificio de la ciudad. Las pancartas colgadas sobre la Interestatal 10 de Jacksonville decían: “Acabemos con la supremacía judía en Estados Unidos” y “Toca la bocina si sabes que son los judíos”.
El viernes, el gobernador de Nueva Jersey, Phil Murphy, reconoció que “sigue habiendo tensión para nuestras comunidades judías que enfrentan una ola de actividad antisemita” después de que el FBI informara que había controlado las amenazas contra las sinagogas del estado. Una familia judía en Stoneham, Massachusetts, se despertó esta semana con esvásticas de papel frente a su casa, junto con el mensaje “Vete al infierno”. Hace solo unos días, la ADL denunció tres incidentes de graffitis antisemitas en el suburbio de Atlanta de Brookhaven, incluida una pintura con aerosol de “Judíos matan negros” en el costado de una casa junto a la estación de tren.
“No debería sorprender a nadie que cuando las celebridades escupen insultos antisemitas y no aceptan su responsabilidad, hay consecuencias”, dijo el director regional de ADL Sureste, Eytan Davidson.
La ADL ha tenido una semana cargada tras el ataque contra el esposo de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, en San Francisco, algo que también podría tener algún fundamento en el antisemitismo y el supremacismo blanco.
Junto con temas de QAnon y extremismo antigubernamental, los escritos del sospechoso David DePape de agosto pasado incluyen “antisemitismo explícito, negación del Holocausto, islamofobia, lenguaje supremacista blanco y misoginia”, e incluyeron textos dedicados a “los judíos” y el “Gran Reinicio”, informó ADL.
“No termina con el antisemitismo”
Todo esto llega alrededor del cuarto aniversario del tiroteo del Árbol de la Vida, el ataque más mortífero contra la comunidad judía en la historia de Estados Unidos.
“No puede recaer solo en el pueblo judío la lucha contra estos actos de odio”, dijo el rabino Myers a CNN.
“Las víctimas no son las que curan el antisemitismo”, dijo. “Es el lugar en el que el antisemitismo ha crecido el que debe ser curado. Entonces, en el caso de Estados Unidos, el país ha permitido que el antisemitismo crezca sin cesar durante mucho tiempo. Tenemos que dirigirnos al resto de Estados Unidos y decir: “Mira lo que está pasando. Mira la podredumbre que existe en tu núcleo’”.
“Es necesario resolver esto”, continuó, “porque es solo el comienzo. No termina con el antisemitismo… Del antisemitismo, pasa a otro grupo minoritario y otro grupo minoritario hasta que no queda nadie a quien llamar porque los grupos ya no están”.