(CNN) – Las cuestiones de decoro sobre la quinta temporada de “The Crown”, que se estrenará dos meses después de la muerte de la reina Isabel II, se ven eclipsadas en gran medida por otras cuestiones, ya que la serie de Netflix se recarga con nuevos talentos de prestigio en papeles clave y viejos problemas, pero se siente más inconexa que inusual. El resultado es una campaña desigual que refuerza la sensación de que la serie ganadora del Emmy corre el riesgo de extender su reinado demasiado tiempo.
Ese tema se encuentra entre las partes más jugosas de la intriga palaciega en la nueva temporada, ya que el príncipe Carlos (Dominic West) se irrita por su condición de heredero y habla abiertamente sobre el “Síndrome de la reina Victoria”, una referencia a su madre, la reina (Imelda Staunton), demasiado arraigado en el pasado y la tradición para satisfacer las demandas cambiantes de una monarquía moderna.
Por supuesto, la temporada comienza en 1991, por lo que existe el tentador conocimiento de que Isabel retendría ese título durante otras tres décadas, y que Carlos está a punto de perjudicar gravemente su imagen pública gracias a la ruptura de su matrimonio con Diana (Elizabeth Debicki), quien capta a la perfección la mirada pensativa y vagamente triste de Diana. Al personaje le va peor en términos de percepciones emocionales, ya que esta vez se la representa con menos simpatía, al menos en su ingenuidad sobre el infierno que desencadenaría hablar públicamente sobre la familia real.
El malestar asociado con esos estallidos públicos recae sobre el nuevo primer ministro, John Major (Jonny Lee Miller), quien reconoce la dinámica de lo que está sucediendo mejor que los actores clave, lo que no hace que su papel sea menos incómodo para él.
El guionista y productor Peter Morgan vuelve a meterse en todo tipo de situaciones a lo largo de los 10 episodios, incluida la improbable amistad que se desarrolla entre el príncipe Felipe (Jonathan Pryce, que interpreta un papel importante) y Penny Knatchbull (Natascha McElhone), la esposa mucho más joven del ahijado de Felipe, que comienza cuando él busca consolarla por la trágica muerte de su hija.
Felipe también se encarga de reprender a Diana por no entender la institución en la que se casó, recordándole que “no es una familia. Es un sistema”.
Pese a eso, dado el enfoque en Diana y Carlos durante esta década, las digresiones parecen más pronunciadas, y en algunos casos cuestionables, esta temporada, desde la difícil situación de la princesa Margaret (ahora Lesley Manville), quien no ha hecho las paces con por completo con su pasado, a un extenso desvío a la historia de fondo de Dodi y Mohamed al-Fayed (“The Kite Runner’s” Khalid Abdalla y Salim Daw, respectivamente), el eventual novio de Diana y su padre rico obsesionado con el estatus, en cuyos ojos el joven nunca puede lograr lo suficiente.
Hay además un episodio dedicado a Rusia y la sórdida historia de los reales en torno a la Revolución, y ocasionalmente se siente como un puente o dos demasiado lejos.
Los grandes personajes permanecen increíblemente rígidos, incluso en las circunstancias más difíciles. Cuando Carlos le dice en privado a su madre sobre Diana: “Hice lo que me pediste, mamá. He tratado de hacer que funcione”, responde con aspereza que “estar felizmente casada es una preferencia más que un requisito”.
El reparto sigue siendo llamativo en casi todos los niveles (Timothy Dalton incluso aparece en un cameo pequeño pero significativo) y para aquellos que no se cansan de los chismes reales, Morgan vuelve a poner al público al tanto de su versión de lo que sucedió a puerta cerrada, como Carlos y Diana conversando en voz baja después de finalizar su divorcio.
“Nunca has sido joven, ni siquiera cuando eras joven”, le dice ella.
“The Crown” ha sido genial, como lo atestigua el premio Emmy por su cuarta temporada, y sigue siendo bastante buena. Sin embargo, dados los altibajos que brindaron las versiones más jóvenes de estos personajes, para tomar prestado de la reina, ver la temporada actual se siente más como una preferencia que un requisito.
“The Crown” inicia su quinta temporada el 9 de noviembre en Netflix.