(CNN) – China ha reiterado su compromiso inquebrantable con la política de cero covid, a pesar de la creciente frustración pública con estas estrictas medidas están costando vidas en lugar de salvarlas.
Los rumores infundados sobre el abandono de esta costosa estrategia hicieron que las acciones chinas se dispararan la semana pasada, pero en una conferencia de prensa celebrada el sábado, las autoridades sanitarias chinas prometieron continuar con el enfoque de tolerancia cero frente al nuevo coronavirus, cuyo objetivo es eliminar los casos de covid tan pronto como se produzcan.
La implacable campaña ha mantenido baja la incidencia de los contagios y las muertes a cambio de un gran costo económico y social, a medida que las nuevas variantes de rápida propagación hacen casi imposible contener el virus.
“La práctica ha demostrado que nuestra política de prevención y control de la pandemia y una serie de medidas estratégicas son completamente correctas, y las más económicas y eficaces”, dijo Hu Xiang, funcionario de control de enfermedades, cuando se le preguntó si China ajustaría sus políticas de covid a corto plazo.
“Debemos ceñirnos al principio de dar prioridad a las personas y a las vidas, y a la estrategia más amplia de evitar las importaciones del exterior y los rebotes internos”, dijo Hu.
El anuncio supuso un duro golpe para las esperanzas de una relajación de las restricciones, alimentadas por rumores no verificados en las redes sociales de que China estaba formando un comité de alto nivel para alejarse de la política de cero covid. Los precios de las acciones de las empresas chinas que cotizan en la China continental, Hong Kong y Estados Unidos se dispararon la semana pasada, ya que los inversores aprovechan con avidez cualquier especulación sobre una posible relajación.
La promesa de seguir con la política de cero covid también supuso una gran decepción para el público chino, muchos de los cuales están cada vez más cansados de las incesantes pruebas masivas, la cuarentena centralizada y los estrictos confinamientos, que a veces duran meses.
Vidas perdidas en el encierro
La frustración y el resentimiento de la población no han hecho más que aumentar en las últimas semanas, después de que el máximo dirigente, Xi Jinping, iniciara su tercer mandato, que rompe las normas, con un rotundo respaldo a su política de cero covid.
Los casos trágicos que se perciben como relacionados con esta política han cobrado fuerza en Internet, ya que la gente se pregunta por qué se debe continuar.
El viernes, una mujer, de 55 años, cayó al vacío desde el 12º piso de un complejo de apartamentos cerrado en Hohhot, capital de la región norteña de Mongolia Interior. El complejo se cerró a finales de octubre después de que se registraran dos casos, y la entrada a su edificio se cercó con altas barricadas.
En un mensaje de audio ampliamente compartido, se escucha a la hija de la mujer golpear la barricada y llorar desesperadamente pidiendo ayuda, suplicando a los trabajadores de la comunidad que desbloqueen la barrera para poder correr hacia su madre.
“¡Abran la barrera! ¡Abran la barrera! Se los ruego, por favor”, se le oyó gritar.
En otro vídeo, se ve a la hija arrodillada y llorando al lado de su madre, que yace inmóvil en el suelo, todavía con una máscara facial.
Las escenas de desesperación provocaron una protesta nacional, con un hashtag relacionado que acumuló 500 millones de visitas en Weibo, la plataforma china similar a Twitter. La Policía local dijo en un comunicado que la mujer, que vivía con su hija, de 29 años, sufría trastornos de ansiedad.
La muerte de la mujer se sumó a la creciente lista de vidas perdidas durante los draconianos encierros del país. En otra tragedia que desató la indignación de todo el país, un niño de tres años murió envenenado por gas el miércoles en un recinto cerrado en la ciudad noroccidental de Lanzhou, después de que las restricciones por covid retrasaran las labores de rescate.
Los expertos advirtieron que China podría verse afectada por una nueva oleada de infecciones –y un nuevo ciclo de encierros impuestos por el Gobierno– a medida que se acerca el invierno.
China informó de 5.496 infecciones locales para el domingo, alcanzando un máximo de seis meses, según datos oficiales.
Más de un tercio de esas infecciones se registraron en la metrópolis sureña de Guangzhou. La ciudad, de 19 millones de habitantes, está lidiando con su peor brote desde el inicio de la pandemia, con grandes franjas de su distrito de Haizhu bajo cierre.
En una conferencia de prensa celebrada el domingo, los funcionarios acusaron a algunos residentes de propagar el virus al romper las normas de cierre y eliminar las barreras para salir a buscar provisiones diarias.
Un largo camino a casa
Incluso en los lugares que no están sometidos a confinamientos prolongados, los constantes decretos exigiendo pruebas de covid y las estrictas restricciones de viaje han alimentado el creciente descontento.
En Beijing, las autoridades han mantenido los estrictos requisitos para entrar en la capital china, sede de la mayoría de los altos dirigentes chinos. Las restricciones se endurecieron aún más en el período previo al Congreso del Partido Comunista, de octubre, y no se han relajado desde entonces.
Los residentes y los viajeros de negocios se han quejado de la ventana emergente en su aplicación de salud de Beijing que les impide volver a la capital, a pesar de sus resultados negativos en la prueba covid.
En una señal reveladora del alcance del descontento público, entre los que se manifestaron contra las excesivas restricciones se encontraban miembros de la élite política y personas influyentes del nacionalismo. Tao Siliang, hija de Tao Zhu, antiguo miembro del Comité Permanente del Politburó del Partido Comunista, criticó las restricciones de viaje de Beijing después de que la aplicación de salud le impidiera volver a casa tras un viaje a la provincia oriental de Zhejiang.
“He sido durante mucho tiempo una persona con compostura, pero esta vez entré en pánico, porque tuve la primera sensación de pérdida e impotencia de no poder volver a mi propia casa”, escribió la mujer, de 81 años, en un artículo en las redes sociales que ya fue borrado.
Los problemas de volver a Beijing resultaron incluso demasiado para Zhou Xiaoping, un bloguero ferozmente nacionalista y antiestadounidense que fue elogiado por Xi en una conferencia sobre arte y literatura, en 2014. En una serie de publicaciones en Weibo, cuestionó abiertamente las amplias restricciones de viaje y criticó los esfuerzos propagandísticos que exageran las muertes por covid-19 en el extranjero.
“¿Qué sentido tiene hacer esto?”, escribió en un post que posteriormente fue eliminado. “El costo de la prevención de epidemias no es solo el económico, también hay costos para nuestros medios de vida y nuestras vidas. Ya que [juraron] poner a la gente en primer lugar, tienen que buscar las verdades de los hechos”.
Con información de Mengchen Zhang.