(CNN Español) – En 1950, el triunfo de Uruguay ante Brasil en su propio territorio fue una hazaña de tal magnitud que le valió un nombre propio: maracanazo. Probablemente sea el partido más ilustre de la celeste, pero no el único que pasó a la historia. Aquí, un repaso de los encuentros mundialistas que quedaron grabados en la memoria de un país apasionado por el fútbol.
Contra Argentina en 1930: el primero en casa
Uruguay organizó el primer mundial de fútbol en 1930. En ese entonces era el campeón olímpico vigente —había ganado en fútbol en 1924 y 1928— y además se acercaba la celebración de los 100 años de la Constitución.
Trece selecciones jugaron el mundial. Tras derrotar Argentina a Estados Unidos y Uruguay a Yugoslavia en las semifinales, los vecinos se encontraron en la final.
A los 12 minutos de iniciado el partido Uruguay metió el primer gol. Argentina empató minutos después y acto seguido sobrepasó a la selección local. Pero en el segundo tiempo el rumbo cambió. Uruguay metió tres y se alzó con la copa con un resultado de 4 a 2.
Contra Brasil en 1950: el maracanazo
Maracanazo. Esa expresión que se usa hoy en el mundo del fútbol tuvo su origen en el enfrentamiento entre Uruguay y Brasil en el 1950 en el Estadio Maracaná, en Río de Janeiro.
El Mundial de 1950 no se definía en una final como las competencias actuales, sino que era un cuadrangular entre los equipos ganadores de cada grupo, que eran Uruguay, Brasil, Suecia y España.
Brasil se impuso ante Suecia y luego a España por seis y cinco goles de diferencia, respectivamente. Uruguay, por su lado, empató con España y le ganó a la otra selección europea en competencia por 3 a 2. El último enfrentamiento tenía lugar entre Brasil y Uruguay. A la diferencia de los equipos se sumaba otra fundamental: a Brasil, que nunca había alzado la Copa del Mundo hasta entonces, le bastaba con un empate para quedársela. Uruguay tenía que ganar.
El maracanazo, dice la Asociación Uruguaya de Fútbol, comenzó a gestarse en el minuto 67 del partido. Uruguay iba perdiendo 1 a 0 hasta que Juan Alberto Schiaffino logró el primer gol de la celeste. En el minuto 79 fue el turno de Alcides Ghiggia, que metió el segundo tanto ante unos 200.000 espectadores, en su mayoría del cuadro opuesto.
(En este Mundial, además, Uruguay tuvo su partido con más goles de la historia: 8 a 0 ante Bolivia en Belo Horizonte)
Contra Hungría en 1954: el “partido del siglo”
Uruguay llegó a Suiza 1954 invicto. Había ganado en 1930, no había jugado las dos siguientes ediciones, no se habían hecho los mundiales de 1942 y 1946 por la Segunda Guerra Mundial y en 1950 había demostrado su habilidad en el maracanazo.
La celeste se enfrentaba en la semifinal contra Hungría, que venía con un muy buen desempeño de Europa. Cuando apenas habían jugado 12 minutos, los húngaros metieron su primer gol. Y poco más de media hora después, el segundo. Uruguay logró su primer tanto cuando apenas faltaban 15 minutos para el final. Lo hizo Juan Hogberg, originario de Córdoba, Argentina, pero nacionalizado charrúa. En el minuto 86 él mismo metió el segundo.
Hogberg acabó desvanecido en el suelo. Los relatos hablan de un paro cardíaco. Lo que se sabe es que tras una intervención médica siguió jugando. Aunque Uruguay perdió 4 a 0 en el alargue, ese enfrentamiento pasó a la historia por su nivel y por “el futbolista que murió en el Mundial 1954, resucitó y terminó el partido”, tal como tituló Olé en una crónica.
Contra la URSS en 1970: el gol del minuto 117
Las nuevas generaciones son conscientes de la adrenalina que puede tener el último minuto especialmente por el encuentro contra Ghana en 2010. Pero los que siguieron el mundial del 70 en México ya lo sabían.
Uruguay se enfrentó a la URSS en cuartos de finales en el mítico Estadio Azteca. Terminaron empatados y fueron al alargue. En el minuto 117, el uruguayo Víctor Espárrago anotó. La URSS protestó ante el juez, argumentando que la pelota se había ido fuera de la cancha, pero no le dieron la razón. Y así Uruguay se impuso por primera y única vez al bloque soviético.
Más de 50 años después algunos siguen dudando sobre esa pelota.
Espárrago habló recientemente con Efe sobre las posibilidades de la celeste en Qatar 2022. “Uruguay, como está hoy en día, le puede ganar a cualquiera. Ojalá que mantengan esta disciplina, que mantengan esta moral y este juego”, dijo el histórico de la selección.
Contra Dinamarca en 1986: la mayor derrota
Dinamarca fue la selección ante la que la celeste tuvo su peor derrota en la historia de los mundiales.
Sucedió en México en 1986. En la fase de grupos, la selección danesa le ganó a la celeste por 6 a 1.
Ese Mundial, en cualquier caso, pasó a la historia en el mundo entero, Uruguay incluido, por el título de Argentina, al que llegó tras “el gol del siglo” y “la mano de Dios” de Diego Maradona en los cuartos de final ante Inglaterra.
Contra Ghana en Sudáfrica 2010: último minuto de infarto
Uruguay y Ghana chocaban en cuartos de final. Uruguay era el último equipo americano que seguía en pie y Ghana, el único africano. El encuentro fue a alargue cuando iban 1 a 1. John Paintsil, de Ghana, hizo el último tiro del partido, su compañero Kevin Prince Boateng la cabeceó y el portero de Uruguay, Fernando Muslera, salió del arco para rechazarla. En momentos en que reinaba la confusión en el área, Dominic Adiyiah intentó un último tiro a la cancha y quien interceptó la pelota, con las manos, fue Luis Suárez.
El jugador, acumulador de polémicas, fue expulsado de la cancha, y el juez marcó penal a favor de Ghana. La cuestión podía resolverse en segundos a favor de los africanos, pero la pelota no entró en el arco.
El partido terminó empatado, fueron a penales y Uruguay se impuso a Ghana por 4 a 2. Y en uno de los penales, encima, el Sebastián Abreu “la picó”a lo Panenka, pateando suave en la parte inferior de la pelota al estilo del mítico futbolista checo.
Este 2022, Ghana y Uruguay volverán a encontrarse, esta vez en la fase de grupos. Y de ningún lado han olvidado lo sucedido en 2010.
“Creemos que será el momento de la revancha”, dijo recientemente a BBC Sport Africa el presidente de la asociación de fútbol de Ghana, Kurt Okraku.
Contra Italia en 2014: el mordisco de Luis Suárez
Hay una marca que Uruguay no podrá sacarse jamás: el mordisco de Luis Suárez al defensor Giorgio Chiellini durante el encuentro Uruguay-Italia en el Mundial de Brasil 2014.
La celeste ganó ese partido y clasificó a octavos de final, pero fue un triunfo con mal sabor. Suárez dijo en un principio que había chocado con el hombro del italiano y que “son jugadas casuales que pasan”. Pero la FIFA investigó, determinó lo que había sucedido y le cayó todo el peso de la ley al pistolero: lo suspendieron por nueve partidos, quedó marginado por cuatro meses de cualquier actividad relacionada con el fútbol, le prohibieron entrar a cualquier estadio en el que jugara la selección en ese período y lo mutaron con unos US$ 112.000.
Y no era la primera vez. Cuando era jugador del Ajax, el uruguayo fue castigado siete partidos por agredir con los dientes al volante holandés Otman Bakkal en un duelo contra el PSV Eindhoven en 2010. En 2013, el delantero, entonces en el Liverpool, había quedado fuera por diez encuentros por morder al jugador del Chelsea, Branislav Ivanovic.
Más tarde Suárez se disculpó y prometió que no se volvería a repetir un incidente de este tipo.