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Tiroteos

Club Q era más que un club nocturno. Era el lugar seguro de la comunidad LGBTQ de Colorado Springs

Por Alaa Elassar, Elizabeth Wolfe, Theresa Waldrop

(CNN) -- Días después del tiroteo en el Club Q, la comunidad LGBTQ de Colorado Springs, en Colorado, no solo está de duelo por sus amigos. También están de luto por el violento asalto a lo que muchos consideraban su hogar, su espacio seguro.

Club Q era más que el lugar donde pasar una noche divertida con música, baile y espectáculos drag, dijeron. El edificio modesto era uno de los pocos espacios en la ciudad donde los miembros de la comunidad LGBTQ podían sentirse seguros siendo ellos mismos.

Hasta hace poco, Club Q era el único club LGBTQ en una ciudad con reputación de ser un bastión conservador y un historial antigay.

“En un mundo tan oscuro y furioso, en ese lugar uno se sentía como en casa”, dijo Jewels Parks, una drag queen y habitué del club. “Podíamos relajarnos, olvidarnos de nuestros problemas en el trabajo, con la familia, con la sociedad. Gracias a Club Q, pudimos hacer amigos que se convirtieron en familia y fuimos aceptados”.

Este sábado por la noche, un hombre armado ingresó al Club Q y comenzó un tiroteo mortal antes de que dos clientes lograran superar al atacante.

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“La comunidad LGBTQIA+ ya ha sufrido mucha intolerancia y odio”, dijo Parks. “Que nos saquen nuestro lugar seguro y perdamos a miembros de nuestra comunidad es otro tipo de dolor”.

Policía identifica a víctimas del tiroteo en club nocturno de Colorado 2:46

La ciudad tiene una clara historia anti-LGBTQ. En la década de 1990, el grupo cristiano conservador Colorado for Family Values, con sede en Colorado Springs, impulsó la Enmienda 2, que impedía que los Gobiernos estatales y locales evitaran la discriminación por motivos de orientación sexual. Eso le valió a Colorado el apodo de “el estado del odio” y Colorado Springs “fue considerada una ciudad del odio y la intolerancia”, según el Museo Pioneer de Colorado Springs. Posteriormente, la Corte Suprema de Estados Unidos anuló la enmienda.

Club Q abrió un mundo completamente nuevo para Antonio Taylor cuando descubrió el lugar en 2020, asistiendo a su primer show de drag. Taylor había crecido en Colorado Springs, pero a menudo se sentía como un extraño, dijo, recibiendo miradas de odio y comentarios de la gente a su paso.

Pero en el Club Q, Taylor no solo se sentía seguro, sino verdaderamente amado. Fue esa comunidad la que lo ayudó a declararse bisexual, dijo Taylor.

“La gente de allí me hizo sentir parte de una familia. Ver a tanta gente orgullosa de sí misma definitivamente me influyó para ser mi verdadero yo”, dijo Taylor a CNN.

Tiroteo Colorado

La residente de toda la vida de Colorado Springs, Tiana Nicole Dykes, llamó al Club Q “un segundo hogar lleno de familias elegidas”.

“Este espacio significa el mundo para mí. La energía, la gente, el mensaje. Es un lugar increíble que no merecía esta tragedia”, dijo Dykes, quien perdió amigos cercanos en el tiroteo y tiene otros que están gravemente heridos.

Taylor y otros clientes hablan del club en tiempo pasado tras del tiroteo, no porque ya no exista, sino porque esa sensación de seguridad y alegría se ha ido.

Al visitar el club por primera vez hace un año, Lily Forsell se llenó de alegría. Había encontrado un espacio para ella como miembro de la comunidad LGBTQ, aunque aún no tenía 21 años.

“Si eras menor de 21 años, te ponían esas marcas X en la mano para asegurarse de que nadie te diera alcohol”, dijo. “No hace falta decir que, incluso siendo menor de edad, eras bienvenido y atendido. Se aseguraban de que la pasaras bien mientras te mantenían a salvo”.

Forsell acababa de salir del Club Q después de celebrar su cumpleaños número 18 cuando estalló el tiroteo.

Cuando se iba, recuerda la escena en la pista de baile: docenas de personas riendo, cantando y bailando, como siempre lo hacían después del espectáculo de la noche a cargo de las drags.

“Voy a extrañar la sensación que tuve al estar en esos espectáculos drag”, dijo Forsell. “Lleno de alegría y apoyo a los demás. Ya no será lo mismo. Todavía apoyando, pero de una manera diferente”.

Varias personas con las que habló CNN dijeron estar asustadas a raíz del tiroteo.

Cole Danielson trabajó como drag king en Club Q cuando se mudó por primera vez a Colorado Springs, y el mes pasado, él y su esposa celebraron su boda allí.

“Este espacio es realmente el único lugar en Colorado Springs donde la comunidad LGBTQ+ puede reunirse y ser ella misma”, afirmó. “Nuestra seguridad como personas homosexuales en Colorado Springs ahora está cuestionada. Tengo miedo de ser yo mismo como hombre trans en esta comunidad”.

El ataque del sábado cayó en la víspera del Día del Recuerdo Transgénero, que se celebra en honor a las vidas de las personas trans perdidas por la violencia y el odio contra ellas, y recuerda la masacre de Pulse, en Orlando, en la que un atacante mató a 49 personas en el club gay nocturno hace seis años.

La propietaria de Pulse, Barbara Poma, le dijo a Kate Bolduan, de CNN, que cuando se enteró del tiroteo en Colorado Springs, su primer pensamiento fue “no, otra vez”.

Memorial improvisado a las víctimas del tiroteo en Club Q, Colorado Springs.

Un altar improvisado a las víctimas del tiroteo en Club Q, Colorado Springs.

El 12 de junio de 2016, un hombre armado abrió fuego en el club nocturno de Florida y mató a 49 personas en la noche latina del popular lugar LGBTQ en uno de los peores tiroteos en masa en la historia de Estados Unidos.

Para las personas de la comunidad LGBTQ, tal violencia en estos espacios es “como un allanamiento de morada, y es algo de lo que la gente no se recupera”, dijo.

Años después de la masacre, la dueña del club nocturno Pulse lamenta que no haya cambiado mucho.

El presunto tirador del Club Q, Anderson Aldrich, de 22 años, enfrenta cargos por crímenes de odio y asesinato, según muestran documentos judiciales. Colorado promulgó el año pasado su legislación sobre delitos motivados por odio.

“Creo que es justo decir, basándonos en los hechos, que es muy difícil concebir una situación en la que el motivo no haya sido generado por el odio”, dijo el fiscal general de Colorado, Phil Weiser Weiser, a "CNN This Morning".

“Este era un club nocturno muy conocido en el que todos, independientemente de su orientación sexual o identidad de género, la comunidad LGBTQ, sabía que era un lugar seguro, un lugar donde podían ser auténticas. Y alguien vino y se llevó todo eso por delante”, dijo Weiser, el lunes.

El gobernador de Colorado, Jared Polis, el primer gobernador abiertamente gay de la nación, ordenó que las banderas se bajaran a media asta en todos los edificios públicos del estado durante cinco días para honrar a las cinco víctimas del Club Q. La bandera del Orgullo también ondeará en el Capitolio estatal durante el mismo período, le dijo a Jim Acosta. de CNN. el domingo.

Alex Gallagher conducía a su casa desde el Club Q cuando recibió una llamada de un amigo que se había escondido en las afueras del club durante el tiroteo.

“Había disparos, gente gritando. Fue simplemente horrible”, le dijo a CNN. “Estaba llorando, estaba enojado, estaba confundido… porque esta persona estaba haciendo esto”, dijo.

Y está “harto” de la violencia hacia la comunidad LGBTQ, dijo.

“No toleraremos más este odio. Estamos hartos [de] ser excluidos, acosados ​​y heridos y asesinados porque a la gente simplemente no le gusta cómo somos”, dijo. “No vamos a ser excluidos”, dijo. "Vamos a estar aquí sin importar lo que hagan".

Melissa Alonso y Jennifer Marnowski, de CNN, contribuyeron a este informe.