(CNN) – Algunas personas que asisten a los partidos del Mundial de Qatar 2022 dicen que han tenido dificultades al tratar de ingresar a los estadios si visten ropa en apoyo a los derechos LGBTQ.
Este lunes, en el estadio Ahmad Bin Ali, antes del partido de la selección de Estados Unidos contra Gales, el periodista de fútbol estadounidense Grant Wahl y la excapitana de Gales Laura McAllister dijeron que el personal de seguridad les había pedido que se quitaran las prendas con los colores del arcoíris.
Wahl dijo que fue retenido y que se le negó brevemente la entrada al partido por la “camiseta con el balón de fútbol del arcoíris” que llevaba. Según publicó en Twitter, el personal de seguridad le había dicho: “Tienes que cambiarte la camiseta. No está permitido”.
El periodista escribió en su página web que cuando tuiteó sobre el incidente en su teléfono, “un guardia me arrancó a la fuerza el teléfono de las manos”.
“Un guardia de seguridad me dijo que mi camiseta era ‘política’ y no estaba permitida”, escribió Wahl. “Otro se negó repetidamente a devolverme el teléfono. Otro guardia me gritó mientras estaba encima de mí, ya estaba sentado en una silla, que tenía que quitarme la camiseta”.
Wahl dijo que fue liberado 25 minutos después de ser detenido y que recibió las disculpas de un representante de la FIFA y de un alto miembro del equipo de seguridad del estadio.
Wahl declaró a CNN este martes que le habían asegurado de antemano que se le permitiría llevar la prenda con el arcoíris y que “probablemente” volverá a ponerse la camiseta, ya que no tiene “ningún miedo por nada de esto”.
Cuando se le preguntó sobre la representación de la comunidad LGBTQ, Wahl dijo: “Es realmente importante para mí y no es necesario, ni mucho menos”.
“Tengo familiares que son gay. Tengo amigos que son gay. Tengo amigos periodistas que son gay y que están aquí en Qatar. Pero no hace falta eso para ser solidario, para ser un aliado”.
“Así que ayer estuve pensando en toda esa gente. Pensaba en Colorado Springs. Estaba pensando en todo tipo de cosas. Y si tengo que estar detenido durante 30 minutos, es algo molesto. Pero no es un problema para mí. Así que me alegré de poder ayudar al menos un poco”.
McAllister, que fue capitana de la selección femenina de fútbol de Gales en la década de 1990, dijo que los agentes de seguridad la detuvieron y le confiscaron su gorra con los colores del arcoíris antes de permitirle la entrada al estadio Ahmad Bin Ali.
“Así que, a pesar de las buenas palabras de @FIFAWorldCup antes del evento, confiscan las gorras @Cymru [Gales] con arcoíris en el estadio, incluyendo la mía”, tuiteó McAllister sobre el incidente.
“Tuve una conversación sobre esto con los representantes, tenemos pruebas de video. Esta #WorldCup2022 no hace más que mejorar, pero seguiremos defendiendo nuestros valores”, añadió McAllister.
El video publicado en internet por el medio británico ITV parece mostrar a McAllister siendo detenida en un control de seguridad y a una persona con uniforme de policía haciendo un gesto hacia su gorra.
“Insistieron en que, a menos que me quitara la gorra, no se me permitía entrar al estadio”, dijo McAllister en la entrevista con ITV.
McAllister, quien jugó 24 veces con Gales, dijo a ITV que los funcionarios de seguridad dijeron que la gorra con el arcoíris era un “símbolo prohibido”.
“Creo que nos han advertido mucho de que este no sería un torneo en el que los derechos humanos, los derechos de los LGBT y los derechos de las mujeres iban a ser bien respetados, pero viniendo de una nación como Gales, estábamos muy interesados en adoptar una postura al venir aquí”, dijo McAllister a ITV.
La gorra en cuestión es vendida por The Rainbow Wall, un grupo autodenominado LGBTQ+ de apoyo a las selecciones nacionales de Gales.
Este lunes, poco después de que se anunciara que los capitanes de varias naciones europeas no llevarían brazaletes “OneLove” en el Mundial de Qatar debido al peligro de recibir tarjetas amarillas, la exinternacional inglesa Alex Scott llevó un brazalete arcoíris mientras formaba parte de la cobertura de la BBC del partido de Inglaterra contra Irán.
Inglaterra, Holanda, Bélgica, Dinamarca, Alemania, Suiza y Gales iban a participar en la campaña “OneLove” para promover la inclusión y oponerse a la discriminación.
Sin embargo, las asociaciones de estos países afirmaron el lunes en un comunicado que el brazalete, que presenta un corazón rayado de diferentes colores para representar todas las herencias, orígenes, géneros e identidades sexuales, no se llevaría en Qatar.
Este martes se anunció que la cadena de supermercados Rewe había puesto fin a su cooperación con la Federación Alemana de Fútbol, debido a la “escandalosa” prohibición del brazalete “OneLove” por parte de la FIFA.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, también ha criticado al organismo rector del deporte mundial por su postura respecto a los brazaletes.
“Desde mi punto de vista, siempre es preocupante que se restrinja la libertad de expresión. Especialmente cuando la expresión es para la diversidad y la inclusión”, dijo Blinken.
“Y a mi juicio, al menos, nadie en el campo de fútbol debería verse obligado a elegir entre apoyar estos valores y jugar para su equipo”, dijo Blinken a los periodistas mientras hablaba en Doha este martes.
Mientras tanto, la federación belga de fútbol anunció que tuvo que retirar la palabra “love” de su kit debido a un conflicto comercial que precedió a la decisión de no llevar el brazalete “OneLove”.
CNN se puso en contacto con la FIFA y con los organizadores del Mundial para obtener comentarios y aclaraciones sobre el código de vestimenta oficial de la Copa del Mundo.
Según el manual de la FIFA, “los expatriados y los turistas son libres de vestir la ropa que deseen, siempre que sea modesta y respetuosa con la cultura”.
En los preparativos del Mundial, Qatar, donde las relaciones sexuales entre hombres son ilegales y se castigan con hasta tres años de cárcel, ha sido objeto de críticas por su postura respecto a los derechos de la comunidad LGBTQ.
Un informe de Human Rights Watch, publicado el mes pasado, documentaba casos tan recientes como el de septiembre de fuerzas de seguridad qataríes que detenían arbitrariamente a personas LGBT y las sometían a “malos tratos durante la detención”.
Sin embargo, el país ha insistido en que “todo el mundo es bienvenido” en el torneo, añadiendo en una declaración a CNN este mes que “nuestro historial ha demostrado que hemos dado la bienvenida a todas las personas, independientemente de su origen”.