(CNN) – Un nuevo estudio encontró pruebas de que al menos una especie de dinosaurio podría haber sido un nadador experto, sumergiéndose en el agua como un pato para cazar a su presa.
El estudio, publicado en Communications Biology el 1 de diciembre, describe una especie recién descubierta, el Natovenator polydontus. Este terópodo, o dinosaurio de cuerpo hueco con tres dedos y garras en cada extremidad, vivió en Mongolia durante el periodo Cretácico superior, hace entre 145 y 66 millones de años.
Científicos de la Universidad Nacional de Seúl, la Universidad de Alberta y la Academia de Ciencias de Mongolia colaboraron en el trabajo.
Los investigadores señalaron que Natovenator tenía costillas aerodinámicas, como las de las aves buceadoras.
“Su forma corporal sugiere que el Natovenator era un depredador potencialmente capaz de nadar, y que el cuerpo aerodinámico evolucionó de forma independiente en linajes separados de dinosaurios terópodos”, escribieron los autores.
El espécimen de Natovenator es muy similar al Halszkaraptor, otro dinosaurio descubierto en Mongolia, que los científicos creen que probablemente era semiacuático. Pero el espécimen de Natovenator está más completo que el de Halszkaraptor, lo que facilita a los científicos ver la forma aerodinámica de su cuerpo.
Tanto el Natovenator como el Halszkaraptor probablemente utilizaban sus antebrazos para impulsarse por el agua, explicaron los investigadores.
David Hone, paleontólogo y profesor de la Universidad Queen Mary de Londres, dijo a CNN que es difícil decir con exactitud en qué lugar del espectro se encuentra el Natovenator, si es totalmente terrestre o totalmente acuático. Pero los brazos del espécimen “parecen ser bastante buenos para moverse en el agua”, dijo. Hone participó en la revisión del estudio de Communications Biology.
Además, el Natovenator tenía huesos densos, esenciales para los animales que se sumergen bajo la superficie del agua.
Como escribieron los autores, tenía un “cuerpo relativamente hidrodinámico”.
El siguiente paso, dijo Hone, sería realizar un modelado de la forma del cuerpo del dinosaurio para ayudar a los científicos a entender exactamente cómo podría haberse movido. “¿Remaba con los pies, un poco a lo perrito? ¿A qué velocidad podía ir?”.
Las investigaciones posteriores también deberán analizar el entorno en el que vivía el Natovenator. El espécimen fue descubierto en el desierto de Gobi, en Mongolia, pero hay pruebas de que en el pasado hubo lagos y otras masas de agua en el desierto.
“Hay una pregunta real de, ‘Ok, tienes un dinosaurio nadador en el desierto, ¿en qué está nadando?’”, afirmó. “Encontrar el registro fósil de esos lagos va a ser difícil, pero, tarde o temprano, bien podríamos encontrar uno. Y cuando lo hagamos, puede que encontremos muchos más de estos objetos”.
Nizar Ibrahim, profesor titular de Paleontología en la Universidad de Portsmouth, cuya labor de investigación ha incluido hallazgos que indican que el Spinosaurus era probablemente semiacuático, dijo a CNN que aún no está del todo convencido de las conclusiones del estudio. Argumentó que un análisis cuantitativo más riguroso habría hecho que los hallazgos fueran más convincentes.
“Me habría gustado ver, por ejemplo, una descripción realmente sólida de la densidad ósea, la osteohistología del animal, dentro de un conjunto de datos más amplio”, dijo. “Incluso la anatomía de las costillas, si hubieran puesto eso en una imagen más amplia, el gran conjunto de datos, habría sido útil”.
La “evidencia anatómica es menos directa” para un Natovenator nadador que para un Spinosaurus nadador, indicó.
Y, al igual que Hone, también siente curiosidad por saber en qué aguas podría haber nadado exactamente el Natovenator. “El entorno en el que se encontró este animal en Mongolia es exactamente lo contrario de lo que cabría esperar para un animal amante del agua”, afirmó.
Pero espera que el estudio pueda ayudar a abrir la puerta a ideas más amplias sobre el comportamiento de los dinosaurios. Hasta ahora se consideraba que los dinosaurios eran estrictamente terrestres, pero cada vez hay más pruebas que sugieren que al menos algunas especies pasaban tanto tiempo en el agua como en la tierra.
“Estoy seguro de que habrá muchas, muchas más sorpresas”, dijo Ibrahim. “Y descubriremos que los dinosaurios no solo estuvieron durante mucho tiempo, sino que también, ya sabes, fueron muy diversos y muy buenos invadiendo nuevos entornos”.