(CNN) –– El senador demócrata Raphael Warnock ganará la segunda vuelta por el escaño de Georgia al Senado, según una proyección de la mesa de decisiones de CNN. Esta victoria le entregará a los demócratas un lugar adicional en la cámara alta del Congreso de Estados Unidos.
Con su triunfo sobre el retador republicano Herschel Walker, los demócratas controlarán 51 escaños frente a los 49 del Partido Republicano.
Por su parte, Herschel Walker le concederá la carrera por el Senado a Warnock en un discurso que se realizará desde Atlanta, según le dijo un alto asesor a CNN.
Esta contienda en Georgia termina con un ciclo difícil de elecciones intermedias para los republicanos, que ganaron la mayoría en la Cámara de Representantes pero vieron frustradas sus esperanzas de dominar el Senado, en medio de las candidaturas problemáticas de algunos aspirantes respaldados por el expresidente Donald Trump, entre ellos el propio Walker.
De hecho, la segunda vuelta en Georgia representó una prueba final en las elecciones intermedias de la influencia de Trump, mientras el exmandatario se embarca en su tercera carrera por la Casa Blanca. También fue una señal de que ––tras el triunfo de Joe Biden en el estado por un estrecho margen en 2020 más dos victorias de segunda vuelta que le dieron los escaños del Senado a los demócratas en 2021 y les otorgaron la mayoría–– Georgia es ahora definitivamente un estado en disputa.
El control del Senado que los demócratas tendrán el próximo año se había resuelto mediante contiendas reñidas en estados como Nevada, donde la senadora demócrata Catherine Cortez Masto se aferró a su escaño a pesar de los vientos económicos en contra, y en Pensilvania, donde el demócrata John Fetterman obtuvo un escaño ocupado por el Partido Republicano.
El Senado se había dividido equitativamente 50-50 con la vicepresidenta Kamala Harris emitiendo votos de desempate. Eso les ha dado un poder desmesurado a figuras moderadas como los senadores demócratas Joe Manchin de Virginia Occidental y Kyrsten Sinema de Arizona, quienes a menudo han frenado por sí solos las ambiciones de su partido. Al asegurar un mandato completo de seis años, Warnock les permitirá a los demócratas prescindir del actual acuerdo de poder compartido con los republicanos, al tiempo que facilitará el avance de los designados de Biden.
Aunque Warnock ganó más votos que Walker en las elecciones generales del mes pasado, no obtuvo la mayoría necesaria para asegurarse el triunfo. La segunda vuelta de este martes dejó más de 80 millones de dólares en gastos publicitarios, según datos de la firma de seguimiento de anuncios AdImpact, y los demócratas gastaron aproximadamente el doble que los republicanos.
Warnock tenía una estrecha ventaja sobre Walker en una encuesta de CNN publicada la semana pasada. Walker tuvo un índice de favorabilidad negativo, ya que los votantes cuestionaron su honestidad después de una serie de escándalos. Él ha negado los reportes de que presionó o alentó a mujeres a abortar, a pesar de que previamente abogó por la prohibición del procedimiento sin excepciones en la campaña electoral. KFile de CNN ha informado que obtendrá una exención de impuestos destinada solo a una residencia principal este año en su casa en el área de Dallas, Texas, mientras se postulaba para el cargo en Georgia.
El estado rompió los récords de votación anticipada para un solo día la semana pasada, pero el tiempo para este proceso se condensó significativamente en comparación a 2021. El número total de votantes disminuyó de aproximadamente 3,1 millones el año pasado a aproximadamente 1,87 millones en 2022. Los demócratas se mostraron optimistas, en parte, por los votantes negros, que favorecieron fuertemente a Warnock en la encuesta de CNN. Representaron casi el 32% de la participación en la votación anticipada, según la Oficina del Secretario de Estado de Georgia.
Walker, sin embargo, contaba con una participación sólida entre los votantes republicanos, quienes tienden a votar en mayor número el día de las elecciones.
“Se trata de la participación”, dijo Walker este lunes mientras instaba a los votantes a “inundar las urnas”.
“Ahora, tenemos que entrar en el juego. Ya no podemos quedarnos al margen”, añadió.
Pero Trump, quien al igual que Biden se mantuvo alejado del estado durante la segunda vuelta, complicó la suerte del Partido Republicano en todo el país este año. Justamente porque los votantes de estados en disputa rechazaron a muchos de sus candidatos que niegan los resultados electorales de 2020.
Algunas de las primeras señales de eso se observaron en Georgia hace dos años, cuando sus esfuerzos por generar dudas sobre las boletas por correo y el conteo de votos fueron considerados responsables, en parte, por las derrotas del Partido Republicano en 2021 en dos elecciones de segunda vuelta que le dieron a los demócratas el control del Senado.
Este año, los esfuerzos del expresidente para vengarse del gobernador republicano Brian Kemp, quien se negó a las demandas de Trump por anular las elecciones de 2020, recibieron un rechazo rotundo de los votantes en las primarias. Kemp derrotó cómodamente a la retadora demócrata Stacey Abrams el mes pasado, obteniendo unos 200.000 votos más que Walker.
Si bien Kemp y Walker hablaron algunas veces durante la campaña general, los dos hombres mantuvieron en gran medida la distancia entre ellos en la contienda. Todo eso cambió en la segunda vuelta. Kemp asistió a un mitin con Walker y apareció en un anuncio para él. Realizó eventos privados para recaudar fondos y le prestó a un gran Comité de Acción Política alineado con Mitch McConnell como aparato de movilización de votos que había construido durante meses, todo lo cual podría resultar fundamental para Walker.
Pero el vicegobernador de Georgia, Geoff Duncan, quien también se opuso a las extravagantes demandas de Trump después de las elecciones de 2020, le dijo a CNN el lunes que el respaldo de Trump en las primarias fue la única razón por la que Walker se convirtió en el candidato republicano, pero ahora el expresidente es “probablemente el mayor viento en contra que tiene Herschel Walker”.
Duncan sugirió que la elección de este martes serviría como una especie de ajuste de cuentas final para Trump, la cual podría llevar a los republicanos a adoptar una posición más firme contra su intromisión en elecciones futuras, incluso cuando el expresidente busca restablecerse como el abanderado del partido en su intento recientemente anunciado de retomar la Casa Blanca.
“Estamos tratando de romper este círculo vicioso de adicción a Donald Trump como republicanos”, dijo Duncan en “AC360” de CNN.
“Simplemente fuimos derrotados cuando debería haber sido uno de los juegos más grandes y fáciles que hemos hecho en años, en décadas. Pero desafortunadamente colocamos a los candidatos equivocados en lugares de todo el país”, añadió.