(CNN) – La política de cero covid de China, que paralizó la segunda economía más grande del mundo y provocó una ola de protestas sin precedentes, ahora se está desmantelando luego de que Beijing lanzara este miércoles revisiones radicales a sus medidas draconianas que finalmente no lograron controlar el virus.
Las nuevas pautas mantienen algunas restricciones, pero eliminan en gran medida el código QR de salud que ha sido obligatorio para ingresar a la mayoría de los lugares públicos y revierten las pruebas masivas. También permiten que algunos casos confirmados de covid-19 y contactos cercanos se salten la cuarentena centralizada.
Estos cambios se producen después de que, en los últimos días, varias ciudades comenzaran a levantar algunos de los estrictos controles que dictaron, y restringieron en gran medida, la vida diaria durante casi tres años en China.
Pero si bien los ajustes representan un cambio significativo, y brindan alivio para muchas personas que se han sentido cada vez más frustradas con los altos costos y las exigencias de la estrategia cero covid, otra realidad también es clara: China no está preparada para el aumento de casos que ahora podría ocurrir.
Los expertos dicen que, aunque todavía se desconoce mucho sobre cómo progresarán las próximas semanas y meses, China se ha quedado corta en preparativos como reforzar la tasa de vacunación de los ancianos, aumentar la capacidad de cuidados intensivos en los hospitales y almacenar medicamentos antivirales.
Si bien la variante ómicron es más leve que las cepas anteriores y la tasa general de vacunación de China es alta, incluso una pequeña cantidad de casos graves entre grupos vulnerables y subvacunados como los ancianos podría abrumar a los hospitales si las infecciones aumentan en todo el país de 1.400 millones de habitantes, según los expertos.
“Esta es una crisis inminente: el momento es realmente malo… China ahora tiene que relajar gran parte de sus medidas durante el invierno (que se superpone con la temporada de gripe), por lo que no resultó como estaba planeado”, dijo Xi Chen, profesor asociado de la la Escuela de Salud Pública de Yale en Estados Unidos, señalando lo que probablemente fue una aceleración en la transición de China, provocada por el descontento público.
Las pautas publicadas el miércoles abren un nuevo capítulo en el control de la epidemia en el país, tres años después de que se detectaran por primera vez casos de covid-19 en Wuhan, en el centro de China, y luego de las protestas contra la política de cero covid en todo el país a finales del mes pasado.
China controló los casos al exigir pruebas y códigos QR de salud para ingresar a la mayoría de los lugares públicos y para viajes nacionales, pero ahora esos códigos ya no se verificarán excepto en algunos lugares como instituciones médicas y escuelas. Las pruebas masivas ahora se revertirán para todos, excepto para aquellos en áreas y posiciones de alto riesgo. Las personas que den positivo por covid-19 pero sean casos leves o asintomáticos y cumplan ciertas condiciones pueden hacer cuarentena en casa, en lugar de verse obligados a acudir a centros de cuarentena centralizados, al igual que los contactos cercanos.
Las ubicaciones clasificadas por las autoridades como de “alto riesgo” aún pueden ser confinadas, pero estos confinamientos ahora deben ser más limitados y precisos, según las nuevas pautas, que fueron distribuidas por los medios estatales de China.
Los cambios representan un giro rápido, luego del creciente descontento público, los costos económicos y el número récord de casos en las últimas semanas. Se producen después de que, la semana pasada, un alto funcionario señalara por primera vez que el país podría alejarse de la política de cero covid en la que había invertido importantes recursos durante mucho tiempo, aunque otro funcionario dijo el miércoles que las medidas eran una “optimización proactiva”, no “reactiva”, cuando se le preguntó en una rueda de prensa.
“China ha seguido esta política durante tanto tiempo que ahora están entre la espada y la pared”, dijo William Schaffner, profesor de enfermedades infecciosas en el Centro Médico de la Universidad de Vanderbilt en EE.UU. “Ya no tienen buenas opciones en ninguna dirección. Realmente esperaban que esta epidemia a nivel mundial siguiera su curso y pudieran sobrevivir sin impacto. Y eso no ha sucedido”.
A medida que se relajen las restricciones y el virus se propague por todo el país, China “tendrá que pasar por un período de dolor en términos de enfermedades, enfermedades graves, muertes y estrés en el sistema de atención médica”, como se vio en otras partes de el mundo antes en la pandemia, agregó.
Potencial de aumento
Desde la campaña mundial de vacunación y la aparición de la variante ómicron, los expertos en salud han cuestionado la adhesión de China a la política cero covid y señalaron lo insostenible de la estrategia, que trató de utilizar pruebas y vigilancia masivas, confinamientos y cuarentenas para detener un virus altamente contagioso.
Pero a medida que se levantan algunas restricciones, en lo que parece ser una transición fortuita luego de años de enfocarse en controlar meticulosamente el virus, los expertos dicen que el cambio puede ocurrir antes de que China haya hecho los preparativos que sus funcionarios de salud han admitido que son necesarios.
“Una epidemia descontrolada (una que solo alcanza su punto máximo cuando el virus comienza a quedarse sin personas para infectar)… planteará serios desafíos para el sistema de atención médica, no solo en términos de manejar la pequeña fracción de casos de covid que son graves, pero también en el ‘daño colateral’ a personas con otras condiciones de salud cuya atención se ha retrasado como consecuencia”, dijo Ben Cowling, profesor de epidemiología en la Universidad de Hong Kong.
Pero incluso con la relajación de las restricciones, dijo Cowling, era “difícil predecir” cuán rápido se propagarán las infecciones en China, porque todavía hay algunas medidas vigentes y algunas personas cambiarán su comportamiento, como quedarse en casa con más frecuencia.
“Y no descartaría la posibilidad de que se reintroduzcan medidas más estrictas para combatir el aumento de casos”, dijo.
Los expertos coinciden en que permitir que el virus se propague a nivel nacional sería un cambio significativo para un país que hasta este momento ha informado oficialmente 5.235 muertes por covid-19 desde principios de 2020, una cifra comparativamente baja a nivel mundial que ha sido un motivo de orgullo en China, donde los medios estatales hasta hace poco pregonaban los peligros del virus al público.
Los modelos de investigadores de la Universidad Fudan de Shanghái publicados en la revista Nature Medicine en mayo proyectaron que más de 1,5 millones de chinos podrían morir dentro de seis meses si se levantaran las restricciones de covid-19 y no hubiera acceso a medicamentos antivirales, que han sido aprobados en China.
Sin embargo, las tasas de mortalidad podrían caer a los niveles de la gripe estacional, si casi todas las personas mayores se vacunaran y los medicamentos antivirales se usaran ampliamente, dijeron los autores.
El mes pasado, China publicó una lista de medidas para reforzar los sistemas de salud contra el covid-19, que incluía directivas para aumentar la vacunación en los ancianos, almacenar tratamientos antivirales y equipos médicos, y ampliar la capacidad de atención crítica, esfuerzos que, según los expertos, toman tiempo y se logran mejor antes de un brote.
“(¿Está China preparada?) Si se observa la capacidad de aumento tres años después y el almacenamiento de antivirales efectivos, no. Si hablamos de los procedimientos de triaje, no se aplican estrictamente, y si hablamos de la tasa de vacunación para los ancianos, especialmente los mayores de 80 años, en general también es no”, dijo Yanzhong Huang, miembro principal de salud global en el Consejo de Relaciones Exteriores de Nueva York.
Las autoridades chinas, agregó, probablemente estarían evaluando de cerca resultados como la tasa de mortalidad para decidir los pasos a seguir en las políticas.
Carencias
EE.UU. tiene al menos 25 camas de cuidados intensivos por cada 100.000 personas, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos; por el contrario, China tiene menos de cuatro para el mismo número, dijeron las autoridades sanitarias allí el mes pasado.
El sistema también brinda atención primaria limitada, lo que podría llevar incluso a las personas moderadamente enfermas a los hospitales en lugar de llamar a un médico de familia, lo que ejerce más presión sobre los hospitales, según Chen de Yale.
Mientras tanto, la débil infraestructura médica en las áreas rurales podría generar crisis allí, especialmente a medida que se reducen las pruebas y las personas más jóvenes que viven en las ciudades regresan a las zonas rurales para visitar a sus familiares mayores durante el Año Nuevo Lunar el próximo mes, dijo.
Si bien la tasa general de vacunación de China es alta, sus ancianos también están menos protegidos que en otras partes del mundo, donde se priorizó la vacunación de los ancianos y los más vulnerables frente al covid-19. Algunos países ya han implementado cuartas o quintas dosis para grupos en riesgo.
Según la contabilidad de China, más del 86% de su población mayor de 60 años está completamente vacunada, según la Comisión Nacional de Salud de China, y las tasas de refuerzo son más bajas, con más de 45 millones de ancianos completamente vacunados que aún no han recibido una vacuna adicional. Alrededor de 25 millones de ancianos no han recibido ninguna vacuna, según una comparación de las cifras oficiales de población y los datos de vacunación del 1 de diciembre.
Para el grupo de mayor riesgo de más de 80 años, alrededor de dos tercios estaban completamente vacunados según los estándares de China, pero solo el 40% había recibido vacunas de refuerzo al 1 de diciembre, según datos oficiales.
Pero mientras que China se refiere a las terceras dosis de sus vacunas inactivadas ampliamente utilizadas como inyecciones de refuerzo, un grupo asesor de vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el año pasado que las personas mayores que toman esas vacunas reciban tres dosis en su curso inicial para garantizar una protección suficiente.
Se ha descubierto que las vacunas inactivadas utilizadas en China provocan niveles más bajos de respuesta de anticuerpos en comparación con otras utilizadas en el extranjero, y muchos países que usan las dosis las han combinado con vacunas de ARNm más protectoras, cuyo uso China no ha aprobado.
Cowling dijo que la evidencia del brote de Hong Kong, sin embargo, mostró que la vacuna inactivada de China utilizada en la ciudad funcionó bien para prevenir enfermedades graves, pero era fundamental que los ancianos recibieran tres dosis en el curso inicial, como lo recomienda la OMS. Luego deberían usar una cuarta dosis además de eso para mantener alta la inmunidad, agregó.
Los principales funcionarios de salud anunciaron el 28 de noviembre un nuevo plan para reforzar las tasas de vacunación de los ancianos, pero tales medidas llevarán tiempo, al igual que otros preparativos para un aumento repentino.
Minimizar los peores resultados en una transición fuera de la estrategia cero covid depende de esa preparación, según Cowling. Desde esa perspectiva, dijo, “no parece que sea un buen momento para relajar las políticas”.
Rebecca Wright y Wayne Chang de CNN contribuyeron con el reportaje.