(CNN) – Liberada de una colonia penal rusa y de regreso a suelo estadounidense, la estrella de la WNBA Brittney Griner tuvo un poco de vida normal en una instalación militar de Texas durante este fin de semana.
La medallista de oro olímpica y superestrella del baloncesto llegó al Brooke Army Medical Center en San Antonio el viernes de la semana pasada y ahora se hospeda con su esposa, Cherelle Griner, en un ambiente residencial ubicado en la base. Su agente, Lindsay Kagawa Colas, decoró el lugar con un árbol de Navidad.
Colas le dijo a CNN que Griner está “animada, agradecida y esperanzada” tras regresar a Estados Unidos.
Para Griner, que pasó casi diez meses detenida en Rusia, “normalidad” significó disfrutar de alguna de sus cosas favoritas: un refresco Dr Pepper, el primer trago que tomó en el hangar del avión después de aterrizar.
Los miembros de la familia de Griner la estuvieron visitando durante las últimas horas, e incluso le llevaron un poco de barbacoa desde San Antonio para que la disfrute.
En estos días, la atleta ha estado comiendo alimentos y suplementos mucho más nutritivos que lo que comió durante el tiempo de su detención, dijo Colas. “Su nivel de energía era realmente alto”, agregó.
Griner también se cortó el cabello para limpiar su “melena rusa”, como dicen en broma sus amigos y familiares, dijo Colas.
Griner ya había tenido que cortar sus largas y características rastas en cautiverio. Luchó contra una gripe crónica estando detenida porque su cabello se congelaba y no podía secarlo, dijo Colas.
En la base militar de Texas, Griner pisó una cancha de baloncesto por primera vez desde que fue encarcelada. Su primer movimiento fue una volcada.
Meses atrás, cuando estaba prisión preventiva en Rusia, a Griner le ofrecieron una pelota de baloncesto y un aro, pero se negó a jugar, dijo Colas.
“Creo que es justo decir que ella recogió una pelota voluntariamente y lo primero que hizo fue una volcada… fue realmente alentador”, dijo Colas. “Estaba muy emocionada”.
Griner parece gozar de buena salud física, pero depende de ella decidir si regresará a la WNBA en la temporada de primavera, según Colas.
“¿Va a estar lista? Ya veremos”, añadió.
Griner está recibiendo apoyo psicológico
La mujer de 32 años llegó al centro médico de San Antonio para una evaluación de rutina después de ser liberada este jueves de lo que las autoridades estadounidenses consideraron una detención injusta.
Fue liberada como parte de un intercambio de prisioneros entre EE.UU. y Rusia por el notorio traficante de armas convicto Viktor Bout, un acuerdo que llevó meses de negociaciones después de que la estrella del baloncesto fuera arrestada por cargos de drogas en un aeropuerto ruso en febrero y luego sentenciada a nueve años de prisión.
Ahora, la atención estará centrada en su recuperación.
Mientras esté en San Antonio, Griner recibirá apoyo físico y psicológico del Gobierno para ayudarla con su reintegración después del cautiverio.
“Ha tenido mucho apoyo psicológico”, dijo Colas. “Los recursos son muy robustos. Es muy solidario y muy centrado en BG. Es sobre su capacidad de desarrollo”.
Esa atención se centra en gran medida en ayudar a las personas que estuvieron en cautiverio a recuperar la sensación de control sobre sus vidas después de largas detenciones.
Griner optó por participar en el programa posterior al aislamiento del Departamento de Defensa, en el que han participado otros estadounidenses detenidos injustamente, incluido Trevor Reed, dijo Colas.
No está claro cuánto tiempo permanecerán Griner y su esposa en San Antonio, pero la decisión la tomará ella, agregó Colas.
Lo que sí quedó claro es que lo “normal” siempre se verá diferente después de la prueba por la que pasó Griner.
Por razones de seguridad, los Griner ya comenzaron el proceso de encontrar un nuevo hogar, dijo Colas.
Griner quiere ayudar a otro estadounidense detenido
Aunque aún se desconoce si los aficionados volverán a ver a Griner en una cancha de baloncesto en mayo, una cosa sí es segura, dijo Colas: Griner está ansiosa por usar su poder e influencia para ayudar a otros, especialmente a Paul Whelan, otro estadounidense que aún se encuentra encarcelado en Rusia.
“Fue una de las primeras cosas que me preguntó”, relató Colas. “Ella está muy, muy preocupada por eso. Y le enviaré un mensaje a Paul”.
Whelan ya envió un mensaje a través de los representantes estadounidenses que hablaron con él en los últimos días: “Por favor, dígale a Brittney que Paul dijo que está feliz de que ella esté en casa”, le dijeron.
“Ella está absolutamente pensando en el futuro”, dijo Colas. “Ya está hablando sobre la posición en la que se encuentra ahora para ayudar a otras personas a volver a casa”.
Whelan, ciudadano estadounidense, irlandés, británico y canadiense, se encuentra actualmente encarcelado en una colonia penal rusa después de ser arrestado en diciembre de 2018 por cargos de espionaje, que él ha negado. Fue condenado a 16 años de prisión. Él, como Griner, son considerados injustamente detenidos por funcionarios estadounidenses.
Estados Unidos trató de persuadir a Rusia para que cambiara tanto a Griner como a Whelan por el traficante de armas Bout, pero los funcionarios rusos no cedieron en el asunto, y Rusia dijo que los casos de ambos estadounidenses se manejaron de manera diferente según los cargos que enfrentaba cada uno de ellos.
Holly Yan, Kylie Atwood, Jennifer Hansler, Wayne Sterling y Matias Grez de CNN contribuyeron a este informe.