Nueva York (CNN) – Elon Musk no es ningún defensor de la libertad de expresión.
El susceptible nuevo propietario de Twitter prohibió este jueves las cuentas de varios periodistas de alto nivel de las principales organizaciones de noticias del país, entre ellos: Donie O’Sullivan, de CNN; Ryan Mac, de The New York Times; y Drew Harwell, de The Washington Post. El periodista progresista Aaron Rupar y el experto Keith Olbermann también fueron expulsados de la plataforma.
Musk no respondió a mi correo electrónico en busca de comentarios. Pero pareció afirmar que las cuentas sancionadas habían violado su nueva política de “doxing” y compartido lo que, según él, equivalía a “coordenadas de asesinato” en su contra, aunque ninguno de los periodistas, por supuesto, había hecho tal cosa. O’Sullivan, Mac y Harwell habían informado recientemente sobre el bloqueo de @ElonJet, la cuenta que publicaba actualizaciones en tiempo real sobre el paradero del jet privado de Musk. Pero eso es muy diferente a hacer “doxing” en su contra.
Lo que todos los periodistas tenían en común era su tenacidad para informar agresivamente sobre el multimillonario o criticarlo en comentarios, y hacerlo en Twitter. No hay duda de que estas prohibiciones servirán para enfriar la libertad de expresión, no solo para los que informan en Twitter, sino también para los que informan sobre otras empresas de Musk, como Tesla y SpaceX.
Las prohibiciones también plantean una serie de serios interrogantes sobre el futuro de la libertad de prensa en Twitter, una plataforma a la que se ha hecho referencia como una “plaza pública” digital. ¿Seguirán los medios de comunicación en la plataforma mientras Musk se apresura a prohibir el acceso a sus reporteros sin dar explicaciones? ¿Retirarán a sus periodistas? ¿Sus contenidos? ¿Y qué harán los grandes anunciantes, como Apple y Amazon?
Como escribió Nate Silver, “Las organizaciones de noticias como The New York Times ya tenían sentimientos encontrados sobre el uso de Twitter por parte de sus reporteros y si ahora te pueden suspender de Twitter por hacer un reportaje bastante sencillo, tienes que preguntarte si ese es el punto de inflexión”.
CNN dijo en un comunicado que su futuro en Twitter está en el aire. “La suspensión impulsiva e injustificada de varios reporteros, entre ellos Donie O’Sullivan de CNN, es preocupante pero no sorprendente”, dijo un portavoz. “La creciente inestabilidad y volatilidad de Twitter debería ser motivo de increíble preocupación para todos los que utilizan Twitter. Hemos pedido explicaciones a Twitter y reevaluaremos nuestra relación en función de esa respuesta”.
Por su parte, The New York Times declaró en otro comunicado: “La suspensión esta noche de las cuentas de Twitter de varios periodistas destacados, entre ellos Ryan Mac, de The New York Times, es cuestionable y desafortunada. Ni el diario ni Ryan han recibido explicación alguna sobre los motivos. Esperamos que se restablezcan las cuentas de todos los periodistas y que Twitter ofrezca una explicación satisfactoria de esta medida”.
Por su parte, la editora ejecutiva de The Washington Post, Sally Buzbee, declaró: “La suspensión de la cuenta de Twitter de Drew Harwell socava directamente la afirmación de Elon Musk de que pretende dirigir Twitter como una plataforma dedicada a la libertad de expresión. Harwell fue desterrado de Twitter sin previo aviso, proceso o explicación, tras la publicación de su información precisa sobre Musk. Nuestro periodista debe ser readmitido inmediatamente”.
Las prohibiciones también muestran el fracaso de Musk a la hora de acercarse siquiera a su supuesto compromiso con la libertad de expresión. Musk ha pregonado que es un maximalista de la libertad de expresión y ha dicho en repetidas ocasiones que le gustaría permitir toda expresión legal. “Espero que incluso mis peores críticos sigan en Twitter, porque eso es lo que significa la libertad de expresión”, tuiteó Musk en una ocasión.
Hoy esas palabras suenan muy vacías. Como me dijo Harwell, “Elon dice que es un defensor de la libertad de expresión y está prohibiendo a los periodistas que ejerzan la libertad de expresión. Creo que eso pone en duda su compromiso”.
Será interesante –y revelador– ver si algunos de los partidarios de Musk en los medios de comunicación de derechas, que lo han celebrado por su retórica a favor de la libertad de expresión, se pronuncian en contra de estas prohibiciones.
Después de todo, ¿no es Musk ahora el villano de la censura?