(CNN) – Piezas fabricadas por más de una docena de empresas estadounidenses y occidentales fueron halladas dentro de un solo dron iraní derribado en Ucrania el otoño pasado, según una evaluación de la inteligencia ucraniana obtenida exclusivamente por CNN.
La evaluación, que fue compartida con funcionarios del gobierno de EE.UU. a fines del año pasado, ilustra el alcance del problema que enfrenta el Gobierno de Joe Biden, que prometió impedir la producción iraní de drones que Rusia está utilizando en Ucrania.
CNN informó el mes pasado que la Casa Blanca creó un grupo de trabajo para investigar cómo la tecnología estadounidense y occidental —que va desde equipos más pequeños como semiconductores y módulos GPS hasta piezas más grandes como motores— terminó en drones iraníes.
Las opciones para combatir el problema son limitadas. Estados Unidos ha impuesto durante años estrictas restricciones a las exportaciones y sanciones para evitar que Irán obtenga materiales de alta calidad. Ahora, los funcionarios de EE.UU. buscan una mejor aplicación de esas sanciones, alentando a las empresas a monitorear mejor sus propias cadenas de suministro y, quizás lo más importante, tratando de identificar a los distribuidores externos que toman estos productos y los revenden a actores como el Gobierno de Irán.
No hay evidencia que sugiera que alguna de esas compañías infrinja las leyes de sanciones de EE.UU. y exporte a sabiendas su tecnología para que sea utilizada en los drones. Incluso habiendo muchas empresas que prometen una mayor supervisión, controlar dónde terminan estas piezas tan ubicuas en el mercado global suele ser muy difícil para los fabricantes, dijeron los expertos a CNN. Es posible que las empresas tampoco sepan lo que están buscando si el Gobierno de EE.UU. no ha alcanzado y sancionado a los actores que compran y venden los productos con fines ilícitos.
Y la evaluación de la inteligencia ucraniana es una prueba más de que, a pesar de las sanciones, Irán sigue contando con abundante tecnología disponible comercialmente.
De los 52 componentes que los ucranianos retiraron del dron iraní Shahed-136, 40 parecen haber sido fabricados por 13 empresas estadounidenses diferentes, según la evaluación.
Los 12 componentes restantes fueron fabricados por empresas en Canadá, Suiza, Japón, Taiwán y China, según la evaluación.
Las empresas iraníes sancionadas parecen estar trabajando con éxito en los esfuerzos para lograr el suministro de componentes y productos electrónicos cruciales. Por ejemplo, la empresa que construyó el dron derribado, Iran Aircraft Manufacturing Industries Corporation (HESA), está bajo sanciones estadounidenses desde 2008.
Un juego que vale la pena jugar
Un problema importante es que es mucho más fácil para los funcionarios rusos e iraníes establecer empresas ficticias para comprar el equipo y evadir sanciones que para los Gobiernos occidentales descubrir esas empresas fachada, lo que a veces puede llevar años, dijeron los expertos.
“Este es un juego de Golpear un Topo (en referencia al juego en el que varios topos salen de sus agujeros y hay que golpearlos con un mazo antes de que se vuelvan a esconder). Y el Gobierno de Estados Unidos necesita volverse increíblemente bueno en el juego, punto”, dijo el exfuncionario del Pentágono Gregory Allen, quien ahora se desempeña como director del Proyecto de Gobernanza de Inteligencia Artificial en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales. “Esta es una competencia central del establecimiento de seguridad nacional de EE.UU., en caso contrario será mejor que empiece a serlo”.
Allen, quien recientemente fue coautor de una investigación sobre la eficacia de los controles de exportación de EE.UU., dijo que en última instancia “no hay sustituto para las sólidas capacidades internas del gobierno de EE.UU.”.
También advirtió que no es un trabajo fácil. La industria de la microelectrónica depende en gran medida de distribuidores y revendedores externos que son difíciles de rastrear, y los microchips y otros dispositivos pequeños que terminan en muchos de los drones iraníes y rusos no solo son económicos y están ampliamente disponibles, sino que también se ocultan fácilmente.
“¿Por qué a los contrabandistas les gustan los diamantes?”, dijo Allen. “Porque son pequeños, livianos y valen mucho dinero. Y desafortunadamente, los chips de computadora tienen propiedades similares”. El éxito no se medirá necesariamente en detener el 100 % de las transacciones, agregó, sino en hacer que sea más difícil y costoso para los delincuentes obtener lo que necesitan.
‘Un ataque prolongado’ con drones iraníes
La prisa por evitar que Irán fabrique los drones es cada vez más urgente, en momentos en los que Rusia continúa desplegándolos en Ucrania con una ferocidad implacable, apuntando tanto a áreas civiles como a infraestructura crucial. Rusia también está trabajando para establecer su propia fábrica para producir los drones con la ayuda de Irán, según funcionarios estadounidenses. Este lunes, el presidente de Ucrania Volodymyr Zelensky dijo que las fuerzas ucranianas habían derribado más de 80 drones iraníes en solo dos días.
Zelensky también dijo que Ucrania tenía información de inteligencia de que Rusia “está planeando un ataque prolongado con Shaheds”, apostando a que esto conducirá al “agotamiento de nuestra gente, nuestra defensa aérea, nuestro sector energético”.
Una investigación diferente sobre los drones iraníes derribados en Ucrania, realizada por la firma de investigación Conflict Armament Research con sede en Reino Unido, descubrió que el 82% de los componentes habían sido fabricados por empresas con sede en EE.UU.
Damien Spleeters, subdirector de operaciones de Conflict Armament Research, le dijo a CNN que las sanciones solo serán efectivas si los Gobiernos continúan monitoreando qué partes están siendo utilizadas y cómo llegaron allí.
“Irán y Rusia intentarán eludir esas sanciones e intentarán cambiar sus canales de adquisición”, dijo Spleeters. “Y eso es precisamente en lo que queremos centrarnos: ingresar al campo y abrir esos sistemas, rastrear los componentes y monitorear los cambios”.
Los expertos también le dijeron a CNN que si el gobierno de EE.UU. quiere reforzar la aplicación de las sanciones, deberá dedicar más recursos y contratar más empleados que puedan estar en el terreno para rastrear a los vendedores y revendedores de estos productos.
“Nadie ha pensado realmente en invertir más en agencias como la Oficina de Seguridad de la Industria, que fueron partes realmente dormidas del establecimiento de seguridad nacional de Washington durante algunas décadas”, dijo Allen, de CSIS, refiriéndose a una rama del Departamento de Comercio que se ocupa principalmente de la aplicación de los controles a la exportación. “Y ahora, de repente, están a la vanguardia de la competencia de tecnología de seguridad nacional, y no están recibiendo recursos de forma remota en ese sentido”.
Las empresas estadounidenses dicen que cumplen con la ley estadounidense
Según la evaluación ucraniana, entre los componentes fabricados en EE.UU. encontrados en el dron había casi dos docenas de piezas construidas por Texas Instruments (TI), incluidos microcontroladores, reguladores de voltaje y controladores de señales digitales; un módulo GPS de Hemisphere GNSS; un microprocesador de NXP USA Inc.; y componentes de placa de circuito de Analog Devices y Onsemi. También se descubrieron componentes construidos por International Rectifier, ahora propiedad de la empresa alemana Infineon, y la empresa suiza U-Blox.
CNN pidió comentarios por correo electrónico el mes pasado a todas las empresas identificadas por los ucranianos. Los seis que respondieron enfatizaron que condenan cualquier uso no autorizado de sus productos, al tiempo que señalaron que combatir el desvío y el uso indebido de sus semiconductores y otros microelectrónicos es un desafío de toda la industria que están intentando lograr.
“TI no está vendiendo ningún producto a Rusia, Belarús o Irán”, dijo Texas Instruments en un comunicado. ”TI cumple con las leyes y regulaciones aplicables en los países donde operamos, y se asocia con las organizaciones encargadas de hacer cumplir la ley según sea necesario y apropiado. Además, no apoyamos ni aprobamos el uso de nuestros productos en aplicaciones para las que no fueron diseñados”.
Gregor Rodehuser, portavoz del fabricante alemán de semiconductores Infineon, le dijo a CNN que “nuestra posición es muy clara: Infineon condena la agresión rusa contra Ucrania. Es una flagrante violación del derecho internacional y un ataque a los valores de la humanidad”. También agregó que “aparte del negocio directo resulta difícil controlar las ventas consecutivas a lo largo de toda la vida útil de un producto. Sin embargo, instruimos a nuestros clientes, incluidos los distribuidores, para que solo realicen reventas de acuerdo con las normas aplicables”.
Analog Devices, una empresa de semiconductores con sede en Massachusetts, dijo en un comunicado que están intensificando los esfuerzos “para identificar y contrarrestar esta actividad, incluida la implementación de procesos mejorados de monitoreo y auditoría, y tomando medidas de cumplimiento cuando corresponda… para ayudar a reducir la reventa no autorizada, el desvío y el mal uso no intencionado de nuestros productos”.
Jacey Zuniga, directora de comunicaciones corporativas de la empresa de semiconductores NXP USA con sede en Austin, Texas, dijo que la empresa “cumple con todas las restricciones y sanciones de control de exportación aplicables impuestas por los países en los que operamos. Las aplicaciones militares no son un área de enfoque para NXP. Como empresa, nos oponemos con vehemencia a que nuestros productos se utilicen para cometer violaciones de derechos humanos”.
La empresa de fabricación de semiconductores con sede en Phoenix, Arizona, Onsemi, también dijo que cumple con “las leyes y regulaciones aplicables de control de exportaciones y sanciones económicas y no vende directa o indirectamente a Rusia, Belarús o Irán ni a ninguna organización militar extranjera. Cooperamos con las agencias gubernamentales y de aplicación de la ley según sea necesario y apropiado para demostrar cómo Onsemi realiza negocios de acuerdo con todos los requisitos legales y que nos apegamos a los más altos estándares de conducta ética”.
El fabricante suizo de semiconductores U-Blox también dijo en un comunicado que sus productos son solo para uso comercial y que el uso de sus productos para equipos militares rusos “es una clara violación de las condiciones de venta de U-Blox aplicables a clientes y distribuidores por igual”.
Tim Lister y Victoria Butenko de CNN contribuyeron a este informe.