(CNN) – Cuando el volcán Hunga Tonga-Hunga Ha’apai entró en erupción en enero de 2022, causó conmoción en todo el mundo. No solo provocó tsunamis generalizados, sino que también expulsó a la estratosfera una enorme cantidad de vapor de agua que calentaba el clima.
Ahora, investigadores de un nuevo informe revelaron algo más: la erupción provocó más de 25.500 rayos en solo cinco minutos. En solamente seis horas, el volcán causó casi 400.000 relámpagos. La mitad de todos los rayos del mundo se concentraron alrededor de este volcán en el momento álgido de la erupción.
La “erupción cataclísmica” batió “todos los récords”, según el informe de Vaisala, una empresa de vigilancia medioambiental que rastrea los rayos en todo el mundo.
“Es la concentración de rayos más extrema que hemos detectado hasta ahora”, dijo a CNN Chris Vagasky, meteorólogo y experto en rayos de Vaisala. “Llevamos 40 años detectando rayos, y este es realmente un evento extremo”.
El informe anual de Vaisala reveló que 2022 fue un año de rayos extremos. Los rayos aumentaron en Estados Unidos en 2022, con más de 198 millones de rayos, 4 millones más que los observados en 2021 y 28 millones más que en 2020.
“Continuamos con una tendencia al alza de los rayos”, dijo Vagasky.
La Red Mundial de Localización de Rayos, otra red de vigilancia de rayos dirigida por la Universidad de Washington, que no participa en el informe, dijo que los hallazgos de Vaisala sobre los rayos globales, así como el volcán Hunga, son consistentes con sus propias observaciones.
“Podemos hacerlo porque las erupciones más fuertes generan rayos, y los rayos envían señales de radio detectables en todo el mundo”, dijo a CNN Robert Holzworth, director de la red. “La erupción del Hunga fue absolutamente impresionante por su actividad de rayos”.
Los investigadores han utilizado los rayos como un indicador clave de la crisis climática, ya que el fenómeno suele señalar el calentamiento de las temperaturas. Los relámpagos se producen en tormentas energéticas asociadas a una atmósfera inestable, que requieren aire relativamente cálido y húmedo, razón por la cual se producen principalmente en latitudes tropicales y en otros lugares durante los meses de verano.
Pero en 2022, la Red Nacional de Detección de Rayos de Vaisala detectó más de 1.100 rayos en Buffalo, Nueva York, durante una devastadora tormenta de nieve de efecto lago que arrojó más de 75 centímetros de nieve en la ciudad, pero acumuló totales históricos de más de 1,8 metros en los suburbios circundantes a lo largo del lago Erie. La nieve de efecto lago se produce cuando el aire frío sopla sobre el agua caliente del lago, en este caso de los Grandes Lagos. La gran diferencia de temperatura puede causar una inestabilidad extrema en la atmósfera y provocar rayos similares a los de las tormentas eléctricas, incluso en una tormenta de nieve.
El informe señalaba que muchos de estos rayos se produjeron cerca de turbinas eólicas al sur de Buffalo, lo que, según Vagasky, era significativo. Explicó que las nubes llenas de cristales de hielo estaban más cerca del suelo de lo habitual, rozando justo por encima de las aspas de las turbinas.
“Eso puede causar lo que se conoce como rayos ascendentes autoiniciados”, dijo Vagasky. “Así que el rayo se produce porque se ha cargado en la punta de esta pala de aerogenerador que está muy cerca de la base de la nube, y es muy fácil conseguir una conexión de la carga eléctrica”.
Se trata de un área de investigación en curso, dijo, a medida que el país se orienta hacia alternativas energéticas más limpias.
“Cada vez vemos aerogeneradores más grandes, y sin duda, a medida que vayamos poniendo más y más energía eólica y energías renovables, los rayos van a desempeñar un papel en ello”, dijo.
El informe llega después de un año inusual en 2021, cuando descubrieron que los rayos aumentaron significativamente en la región ártica, típicamente helada, lo que según los científicos es una clara señal de cómo la crisis climática está alterando el tiempo global.
“Los rayos en las regiones polares no se mencionaron (en el informe de Vaisala de este año), pero nuestra red mundial de rayos muestra una tendencia de muchos más rayos en las regiones polares del norte”, dijo a CNN Michael McCarthy, profesor asociado de investigación y director asociado de la Red Mundial de Localización de Rayos. “Esta tendencia sigue de cerca los cambios observados en la temperatura promedio del hemisferio norte”.
“Este estrecho seguimiento sugiere, pero no prueba, un efecto del cambio climático”, añadió McCarthy.
Vagasky dijo que los rayos en las zonas más frías solo se amplificarán a medida que el planeta se caliente, señalando que los meteorólogos y climatólogos han estado recopilando más datos no solamente para aclarar las conexiones climáticas, sino también para mantener a la gente a salvo.
“Por eso se considera que los rayos son una variable climática esencial”, dijo, “porque es importante saber dónde se producen, cuántos se producen y ver la tendencia de las tormentas como resultado del cambio climático”.