(CNN) – Mientras Jo Wang, una organizadora de eventos en Beijing, veía cómo los miembros de su familia se enfermaban de covid-19 uno por uno a fines del mes pasado, pensaba en una sola cosa: encontrar píldoras antivirales para proteger a su anciana abuela cuando llegara su turno.
Después de tres días de intentar y no poder comprar una caja de Paxlovid, de Pfizer, Wang tuvo suerte en una plataforma de comercio electrónico en la que obtuvo el tratamiento para el covid-19 a través de un canal oficial. Lo compró el cuarto día y lo recibió por correo el sexto. Pero Wang, quien estaba rompiendo las reglas al buscar la receta por su cuenta antes de que su abuela enfermara, también estaba atormentada por la culpa.
“Me sentí muy mal en ese momento… no sabes cuántos días tomará comprar este medicamento, es completamente desconocido. Y no sabes cuánto aguantarán las personas de tu familia”, dijo, enfatizando su temor de que si esperaba hasta que la mujer de 92 años enfermara, sería demasiado tarde para obtener las pastillas, que son más eficaces en las primeras etapas de la enfermedad. “Es una situación muy desesperada”, añadió.
Wang no es la única que ha intentado obtener medicamentos occidentales en medio de una ola de covid-19 que abruma a China, lo que aumenta la demanda de tratamientos, especialmente para la gran población de ancianos sin vacunación del país.
En las últimas semanas, muchos recurrieron al mercado negro, donde los vendedores ambulantes afirman vender tratamientos contra el covid-19 que van desde importaciones ilegales de genéricos hechos en la India de Paxlovid de Pfizer y molnupiravir de Merck hasta el producto legítimo, pero a casi ocho veces el precio de mercado.
La creciente frustración por la escasez se vio agravada por un anuncio este domingo de que el Gobierno no había llegado a un acuerdo con Pfizer para incluir a Paxlovid en su plan del seguro nacional. Los funcionarios dijeron que el precio solicitado por la farmacéutica era demasiado alto. La decisión podría implicar que después del 31 de marzo, el medicamento solo esté disponible para aquellos que puedan pagar el precio completo, con tarifas actuales que rondan los 1.900 yuanes (US$ 280).
Está demostrado que Paxlovid reduce el riesgo de muerte y de hospitalización de pacientes de alto riesgo cuando se usa poco después de la aparición de los primeros síntomas. El pasado mes de febrero, el fármaco —muy utilizado en países desarrollados— se convirtió en la primera pastilla oral específicamente para el covid-19 en ser autorizada en China.
China acordó cubrir otros dos tratamientos contra el covid-19 en las últimas conversaciones: la medicina tradicional china Qingfei Paidu y la píldora antiviral de fabricación propia Azvudine. Hay datos limitados sobre qué tan bien protege Azvudine contra enfermedades graves.
La trampa de los precios y la escasez, casi un año después de que se autorizara por primera vez la píldora y meses después de que Pfizer seleccionara a un fabricante de medicamentos nacional para la producción local, muestran el desafío que enfrenta China: la demanda de tratamientos para su población de 1.400 millones aumenta después de que el Gobierno decidiera levantar las restricciones de la política cero covid el mes pasado.
Pastilla preciada
Actualmente, la píldora importada de Pfizer está disponible en los hospitales comunitarios de algunas ciudades, incluidas Beijing, Shanghái, Tianjin y Guangzhou, según medios estatales. También se vende en varias plataformas de comercio electrónico, donde hay informes locales que sugieren que las restricciones de suministro se están aliviando.
Pero hay dudas sobre qué tan ampliamente se distribuirán las píldoras en China y si hay suficientes recursos médicos para prescribirlas, un problema urgente en momentos en que el brote se traslada de los centros urbanos a las ciudades más pequeñas y a la China rural. Los expertos dicen que las píldoras están disponibles más fácilmente en los hospitales de las principales ciudades con mejores recursos y son más difíciles de encontrar en otros lugares.
Este lunes, el CEO de Pfizer, Albert Bourla, dijo que la compañía había aumentado las exportaciones, enviando millones de dosis de Paxlovid a China en las últimas dos semanas, y que estaba trabajando con su socio nacional Zhejiang Huahai para fabricar Paxlovid en China en la primera mitad de este año, según Reuters.
Pero hablando en una conferencia en San Francisco, Bourla también anuló las esperanzas de que la compañía pudiera llegar a un acuerdo con China para que los fabricantes de medicamentos nacionales produzcan una versión genérica del medicamento que se venda en el país, desmintiendo un informe de Reuters del 6 de enero de que tal acuerdo se estaba discutiendo.
Merck, con sede en EE.UU., conocida internacionalmente como MSD, dijo este miércoles en su cuenta de WeChat que emprenderá acciones legales contra algunos fabricantes que están suministrando versiones no autorizadas de su medicamento contra el covid-19. La compañía dijo que también se asociaría con la firma nacional Sinopharm para suministrar a China su píldora, que se vende bajo la marca Lagevrio. Ninguna de las firmas occidentales posee actualmente patente para los medicamentos en China, según una base de datos afiliada a la OMS, aunque ambas ya la han solicitado.
Pero a medida que la escasez apremia —y con ella los problemas de costos— en uno de los países productores de medicamentos genéricos más grandes del mundo, también se ponen de relieve los problemas globales relacionados con los derechos de propiedad intelectual, según los expertos que estudian el acceso a los medicamentos.
Dos empresas chinas preparadas para fabricar versiones genéricas de Paxlovid ya han presentado sus productos para que sean evaluadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), según el Fondo de Patentes de Medicamentos (MPP, por sus siglas en inglés) afiliado a la OMS, una señal de que están listos para comenzar a producir el medicamento.
Esas empresas, Zhejiang Huahai y Apeloa Pharmaceutical, junto con otras dos en China, recibieron sublicencias en 2022 para fabricar la píldora genérica completa que podría abastecer a 95 mercados de ingresos bajos y medios, sin incluir a China, en virtud de un acuerdo anterior entre Pfizer y el MPP, una organización que facilita el acceso a tratamientos para personas en países más pobres.
“A la escala de la crisis de salud que está teniendo lugar (en China), el próximo paso lógico (sería) que estas licencias se amplíen para incluir permitir el suministro nacional en China, incluso de otros productores (en la región)”, dijo Ellen ‘t Hoen, ex directora ejecutiva del MPP y actual jefa del proyecto Ley y Política de Medicamentos.
Sin embargo, si el desarrollador de medicamentos no está dispuesto a dar ese paso, como Bourla indicó que era el caso de Pfizer el lunes, China podría tomar algunas medidas, como comprometerse a proteger a las empresas que fabrican suministros genéricos o importar genéricos desde otros lugares, utilizando medidas legales permitidas bajo el Reglas de la Organización Mundial del Comercio durante emergencias sanitarias, dijo ‘t Hoen.
Ese potencial ha sido discutido en foros públicos en China. Los comentaristas allí señalan que el país no tiene un historial de usar estas flexibilidades, a las que a menudo los países emplean con cautela, dado su potencial para irritar a las compañías farmacéuticas extranjeras y a los países en los que tienen sede.
En China, la reticencia del Gobierno a apelar a esas medidas están vinculadas con las preocupaciones sobre el impacto que podría tener en la economía local, en la que las empresas farmacéuticas extranjeras son los principales empleadores, dijo Yanzhong Huang, miembro principal de salud global en el Consejo de Relaciones Exteriores en Nueva York.
Beijing pidió este mes a las autoridades que mejoren la supervisión de las ventas de medicamentos en línea y tomen medidas enérgicas contra el aumento de precios, la publicidad engañosa y la infracción de la propiedad intelectual.
Pfizer habla estancamiento del costo
China podría estar esperando que más píldoras antivirales domésticas que están en desarrollo logren llenar el vacío. A lo largo de la pandemia, los reguladores sanitarios optado generalmente por herramientas locales para enfrentar el virus, y Beijing aún no aprobó una vacuna extranjera contra el covid.
Los funcionarios de salud trataron recientemente de asegurar al público el acceso asequible a los tratamientos y de minimizar el impacto potencial de la decisión del Gobierno de no incluir a Paxlovid en su plan de seguro nacional. Un alto funcionario de salud dijo este miércoles que cientos de píldoras para aliviar los síntomas de covid ya estaban cubiertas por el seguro y que se estaban preparando nuevos tratamientos virales.
El tabloide nacionalista estatal Global Times publicó este lunes un artículo de opinión en el que culpaba a las “fuerzas del capital estadounidense” por la incapacidad de China para llegar a un acuerdo con Pfizer para incluir las píldoras en el seguro nacional.
“Durante los últimos días, un número creciente de políticos y medios de comunicación de EE.UU. han estado haciendo ‘advertencias’ estridentes sobre la epidemia en China… Si tanto les importa, ¿por qué Pfizer no deja de buscar ganancias y coopera con China con un poco más de sinceridad?, decía el artículo en cuestión.
Bourla dijo este lunes que las conversaciones se interrumpieron después de que China solicitara un precio más bajo del que cobra Pfizer a la mayoría de los países de ingresos medios bajos.
En una declaración separada a CNN, Pfizer se negó a comentar qué precio había ofrecido, pero dijo que la compañía “seguirá colaborando con el gobierno chino y todas las partes interesadas relevantes para asegurar un suministro adecuado de Paxlovid en China” y que sigue estando “comprometida” en satisfacer las necesidades de tratamiento de covid-19 de los pacientes chinos.
Pero para aquellos que han estado lidiando con los problemas inmediatos de obtener acceso a medicamentos para ellos y sus familias, como Wang en Beijing, existe la sensación, al menos por ahora, de que el sistema no está funcionando.
“Es cruel… no importa cómo nos sintamos, no hay nada que podamos hacer”, dijo. “No es el caso de que tu esfuerzo pueda mejorar la situación”.
Cheng Cheng de CNN contribuyó con el reportaje.