(CNN) – Mudarse a Italia para comenzar una nueva vida bajo el sol, rodeado de hermosos paisajes, con una comida increíble y una cultura fascinante es un sueño que muchas personas han hecho realidad en los últimos años gracias a la venta de casas baratas.
Pero el sueño de una familia de Finlandia que se mudó a la ciudad siciliana de Siracusa tuvo un abrupto final después de solo dos meses, y su historia se ha convertido en una polémica nacional en los medios de Italia.
Elin y Benny Mattsson, una pareja de 40 años con cuatro hijos de 15, 14, 6 y 3 años, decidieron abandonar su nueva vida después de darse cuenta de que las escuelas locales y el sistema educativo no estaban a la altura de sus estándares finlandeses.
En octubre, decidieron hacer sus maletas y mudarse a España.
Elin, una artista de 42 años de la ciudad de Borgä, en Finlandia, también conocida como Porvoo, decidió descargar su frustración a través de una carta abierta publicada el 6 de enero en el periódico local Siracusa News, criticando la vida escolar y la estrategia de enseñanza. La carta se publicó acompañada por una foto de la familia haciendo turismo.
En la columna, Elin explicó que sus hijos se quejaron de que el resto de los alumnos son ruidosos e indisciplinados, que “gritan y golpean la mesa”, silban en clase y pasan todo el día en sus escritorios, con poca actividad física o descansos al aire libre que estimulen el aprendizaje, y sin opciones de comida. Los maestros miran “desdeñosamente a los alumnos” o gritan, dijo, y tienen bajos niveles de dominio del idioma inglés.
Incluso el jardín de infantes al que asistía su hijo menor no estaba a la altura, dijo, debido a que no contaba con carritos de juguete, objetos para escalar o cajas de arena para que los niños jugaran.
“La vida real”
Elin dijo que ella y su esposo Benny, un gerente de TI (tecnologías de la información) de 46 años, quedaron tan alarmados que decidieron cambiar sus planes.
“Nos mudamos a Sicilia a principios de septiembre solo para escapar de los oscuros inviernos en Finlandia. Vivíamos en el sur y no siempre hay nieve, lo que hace que el entorno sea más brillante”, dijo Elin a CNN Travel a través de mensajes de texto.
La familia alquiló un hermoso piso cerca del vibrante distrito antiguo de Ortigia, una isla ciudadela con forma de laberinto de palacios barrocos, plazas soleadas e iglesias antiguas, sumada a una historia que data de la época griega antigua.
“Realmente me enamoré de Ortigia, los mercados de alimentos frescos, del ambiente”, dijo. “Irónicamente, no me gusta el entorno cuando está demasiado ‘limpio’ y perfecto. Soy artista, así que me gusta ver el ‘detrás de escena’, la vida real. Eso es lo que vi en Sicilia y en Siracusa”, añadió.
Si hubiera sabido que la escuela “era así de pobre”, habría elegido otro lugar, aunque se habría perdido la belleza de Ortigia, dice.
“Todos aprenden mientras viven, así que estoy segura de que mis hijos también aprendieron y crecieron a través de esta experiencia. También conocí a gente muy amable y servicial allí, así que no tengo nada malo que decir sobre la mentalidad siciliana”.
Sin embargo, la publicación de la carta con las quejas de Elin desencadenó un debate nacional en Italia, con padres, maestros y académicos tomando postura, principalmente en defensa de las escuelas italianas.
El tema llegó incluso a la cámara baja del parlamento italiano con Rossano Sasso, exsecretario de Estado de Educación y representante del partido Liga Nacionalista, publicando en Facebook en apoyo de los maestros italianos.
Sasso dijo que se negaba a “tomar lecciones de una pintora finlandesa” que sugirió reformatorios del Gobierno con descansos al aire libre y parques infantiles divertidos.
“Muy enojada”
El ministro de Educación de Italia, Giuseppe Valditara, emitió un comunicado advirtiendo contra “generalizar juicios improvisados” sobre los maestros de Italia, aunque reconoció la necesidad de mejorar el sistema educativo de Italia.
Elin dice que ahora trata de suavizar sus críticas, argumentando que la traducción al italiano de su carta escrita en finlandés publicada por los medios italianos sonaba “más enojada” que el original.
“Solo quería señalar medidas muy simples que se podrían tomar, como descansos de aire libre”, dice ella.
“No odio a nada ni a nadie. Simplemente me di cuenta de que a mis hijos no les gustaba ir allí, y es la primera vez que reaccionan de esa manera”.
Agregó que entiende si se supone que los alumnos deben permanecer sentados todo el día, pero esperaba que las escuelas fueran, si no similares a las de Finlandia, similares a las de España, donde la familia había vivido anteriormente.
Elin dijo que la familia quiere compartir lo que han aprendido de su estadía en Sicilia como una lección para otras familias extranjeras que anhelan vivir el sueño italiano, recomendando que busquen una escuela rural más tranquila o consideren la opción de una educación en el hogar.
Tráfico caótico
En su carta original, Erin también criticó el entorno urbano caótico en Syracuse y el impacto ambiental de los atascos en el tráfico cuando los autos se alinean para ingresar a Ortigia a través de su único puente.
“¿Cómo es posible pensar que los innumerables adultos que corren a la escuela todas las mañanas y todas las tardes pueden ser funcionales?” escribió. “¿Es el caos de tráfico (y qué pasa con el medio ambiente) práctico para las familias?”
Elin cree que las autoridades escolares italianas deberían concientizar sobre los beneficios de que los niños viajen solos a pie hacia y desde la escuela para reducir el tráfico de automóviles e impulsar las peatonales en los centros urbanos.
“En Finlandia, los niños van solos a la escuela, usan bicicleta o caminan y si viven a más de cinco kilómetros de la escuela pueden ir en taxi o autobús escolar. Almuerzan en la escuela, luego se van solos a casa cuando termina el día escolar”, relató.
Elin asegura que sus dudas comenzaron el día que llegó a la escuela secundaria para inscribir a sus dos hijos mayores.
“El ruido de las clases era tan fuerte que me preguntaba cómo diablos era posible concentrarse”, escribió, y agregó que las cabezas de los alumnos no deben llenarse “como salchichas con demasiado aprendizaje para cerebros subdesarrollados”.
Sus palabras han causado revuelo en Italia, lo que ha llevado a un debate en línea sobre si los Mattsson tienen razón o no, o un poco de ambas cosas.
Según Giangiacomo Farina, director de Siracusa News —el medio que publicó la carta de Elin— sus comentarios reflejan “diferencias culturales que han provocado una protesta mediática injustificada.
“Simplemente, el sistema escolar italiano está más enfocado en la enseñanza de contenidos y menos en las estructuras de enseñanza y los espacios de juego al aire libre”, indicó.
Sin embargo, agrega, la enseñanza en Italia podría aprender algo de los métodos finlandeses.
Ampliando el conocimiento
Farina dice que su periódico registró un aumento en el tráfico de Internet con más de un millón de lectores en los días posteriores a la carta abierta de Elin.
Muchas familias de Siracusa publicaron comentarios, y algunos se pusieron del lado de los Mattsson y acordaron que la enseñanza en Italia necesita una actualización.
La madre de una niña que asistía a la misma clase del hijo de Elin, de 14 años, escribió que el niño finlandés una vez preguntó dónde estaba la ducha después de educación física y todos se rieron.
También dijo que el niño frecuentemente se quejaba con su hija de lo retrógrada que era Italia y que las cosas en el país estaban realmente mal.
El profesor de historia y filosofía de Siracusa, Elio Cappuccio, dijo a CNN que la educación de Italia es “mucho más rica en contenidos, campos de estudio y cultura general en comparación con la de otros sistemas extranjeros”.
“Nuestros alumnos comienzan a una edad muy temprana a aprender muchas cosas y luego continúan ampliando su conocimiento. Esto les abre la mente”, afirmó.
Pierpaolo Coppa, funcionario de educación de Siracusa, dijo que era “erróneo comparar los modelos de enseñanza italiano y finlandés, que son completamente diferentes” y que “dos meses no son suficientes para juzgar un sistema educativo”.
“Algunos puntos planteados en la carta podrían discutirse más, pero la calidad profesional de nuestros maestros es del más alto nivel”, dijo Coppa a CNN.