(CNN) – No todos los días te encuentras a una motociclista conduciendo con su perro pastor alemán en la parte trasera de su moto.
Así que tampoco es de sorprenderse que la gente se quede viendo a la creadora de contenido Jess Stone y su amado perro Moxie mientras pasan.
“Cada auto que pasa a nuestro lado, ellos [las personas adentro] sacan sus teléfonos, casi causando accidentes porque están tratando de tomar una foto”, le dice a CNN Travel. “Es muy gracioso”.
Stone y Moxie, que pesa alrededor de 34 kilogramos, llevan actualmente 10 meses en un viaje épico en motocicleta que los llevará a recorrer alrededor de 90 países de América Central, América del Norte y del Sur, África, Europa y Asia.
La pareja ha estado en la carretera desde marzo pasado, cuando partieron, junto con el esposo de Stone, Greg, que viaja detrás de ellos.
“Siempre estoy al frente”, explica Stone. “Quiero atravesar los obstáculos primero”.
Desafío de conducción
Originaria de Canadá, Stone aprendió a andar en moto por las calles laterales de Liberia, donde ella y Greg vivían en ese momento, hace más de una década y admite que no fue un proceso fácil.
“Que tu pareja te enseñe a manejar no es lo mejor”, añade. “No fue muy paciente conmigo”.
Una vez que finalmente se sintió a gusto en una motocicleta, la pareja, que ha estado casada durante ocho años, realizó un viaje en motocicleta de ocho meses juntos desde América del Norte hasta América del Sur. Unos años después de su regreso, se mudaron a Guatemala, y Moxie entró en sus vidas.
“Ella me eligió al 100%”, dice Stone, recordando el momento en que vio por primera vez al canino mientras veía una camada de cachorros de pastor alemán en una de las ciudades vecinas.
“Ella estaba allí pisándome los talones esperando que la amara”.
Si bien tanto Stone como su esposo estaban decididos a incluir a Moxie en sus viajes, ella explica que “no quería tener un sidecar o un remolque o algo que realmente cambiara la dinámica de la conducción”, ahora que finalmente se sentía cómoda en una motocicleta.
Rápidamente comenzaron a diseñar lo que más tarde se convertiría en el K9 Moto Cockpit, un transportín de motocicleta para perros que fabrican en Guatemala, junto con una gama de equipos de camping para perros, a través de su compañía Ruffly.
“Todo el mundo siempre pregunta cuánto tiempo lleva enseñar a su perro a andar en moto”, dice Stone.
“Honestamente, le tomó a Moxie el fin de semana”.
“Me tomó mucho más tiempo sentirme cómoda teniendo tanto peso atrás, porque nunca había viajado con un pasajero”.
Después de decidir que estaba lista para otra gran aventura, esta vez con Moxie en el viaje, Stone se acercó a la organización global sin fines de lucro Girl Up, una iniciativa de desarrollo de liderazgo centrada en las niñas, y nació la aventura GoRUFFLY Around the World.
“Obviamente quería viajar por el mundo”, dice Stone, quien tiene como objetivo recaudar US$ 100.000 para los proyectos de empoderamiento global de Girl Up. “Pero también quería mostrarle a la gente que puedes hacerlo con un perro grande”.
Poder llevar a Moxie en este viaje en particular ha hecho que sea mucho más especial para Stone.
Compañera constante
“Es como si pudieras experimentar la aventura dos veces”, explica. “Lo experimentas por ti mismo. Y luego lo experimentas desde su perspectiva, porque ella está justo detrás de mí”.
“La veo [a Moxie] en mi espejo todo el tiempo. Su cabeza está justo contra mi costado. A veces incluso apoya su gran hocico en mi hombro con su barbilla allí arriba”.
“Me hace sentir tan feliz de que ella realmente esté experimentando todo. Siempre son nuevas vistas, sonidos y olores lo que ella está mirando y experimentando”.
Por supuesto, viajar con un perro tiene sus desventajas. Se limitan en gran medida a lugares aptos para perros y dependen de campamentos agrestes y Airbnbs ocasionales, mientras están en la carretera para que Moxie pueda andar libremente.
“Tienes que ser el tipo de persona que disfruta de los lugares naturales y al aire libre”, agrega Stone.
“Porque son los lugares donde podemos llevarla. Si estás buscando estar en la ciudad e ir a todos estos restaurantes de lujo, viajar con un perro lo hace un poco más desafiante”.
Si bien originalmente habían planeado viajar desde Guatemala hasta el Océano Ártico y cruzar a Canadá, antes de volar a España y dirigirse a África, el aumento significativo de los costos debido a una serie de problemas, incluido el aumento de los precios del petróleo y la escasez de suministro, los obligó a cambiar su ruta.
Stone señala que Moxie necesita ser enviada en una caja de tamaño gigante como carga no acompañada debido a su tamaño.
Esto significaba que el costo total solo para ella habría sido de alrededor de US$ 6.500, incluidos los honorarios del veterinario, el envío de carga y las tarifas de exportador internacional de mascotas de Toronto a España, si se hubieran apegado a su plan original.
El precio de envío de sus motocicletas también había aumentado significativamente cuando comenzaron el viaje.
“Se ha vuelto muy caro”, dice Stone, quien está documentando el viaje a través de Instagram, así como una serie semanal en YouTube.
Finalmente eligieron viajar “de punta a punta y de arriba a abajo”, haciendo su camino desde Guatemala a México, Estados Unidos, Canadá y hasta el Océano Ártico.
Desde aquí, comenzaron a conducir hasta la cima de América del Norte, antes de dar la vuelta y regresar a América del Sur.
Ruta desafiante
Antes de partir, Stone reservó algunas lecciones privadas de entrenamiento todoterreno para asegurarse de que tenía las habilidades necesarias para navegar por algunas de las secciones más complicadas de la ruta.
“Obviamente, he salido de la carretera muchas veces, pero nunca me sentí realmente cómoda”, dice. “Y quería sentirme realmente bien porque tengo mi Moxie en la espalda”.
Ella admite estar particularmente ansiosa por conducir a lo largo de la remota Dempster Highway, un largo camino de grava en Canadá que conduce al Océano Ártico.
“Me preocupaba que me fuera a estrellar y dañar mi motocicleta”, dice. “Es gracioso, nunca pienso realmente en lastimarme. Mi moto es lo que más me preocupa”.
Afortunadamente, pudieron pasar sin incidentes, pero Stone dice que a menudo está plagada de pensamientos de que algo salió mal durante el viaje.
“Mi mayor temor es no poder continuar el viaje y que algo suceda con la moto en los tramos fuera de la carretera”, dice. “Afortunadamente, nada de eso sucedió”.
Si bien Stone enfatiza que sus habilidades de conducción se están desarrollando todo el tiempo, eso no le ha impedido dudar de sí misma regularmente.
“¿Todavía me preocupan los caminos de tierra? Sí. ¿Me preocupa que bajemos y vaya a romper la moto? Sí”.
“Pero no puedo enfatizar lo suficiente lo importante que es practicar esas habilidades. Realmente marca la diferencia. Hace que la experiencia sea mucho más positiva”.
Aunque las cosas han ido relativamente bien hasta ahora, Stone ocasionalmente ha perdido el equilibrio mientras conduce, lo que hace que ella y Moxie se “dejen caer”.
Tener a su esposo, a quien ella describe como la “mula de carga”, detrás de ella sin duda ha sido una gran fuente de consuelo.
“Yo llevo al pastor, él lleva el equipo de campamento”, agrega, antes de explicar que no necesariamente viajan juntos continuamente y, a veces, toman diferentes rutas.
“A veces él quiere probar un camino diferente o yo quiero ir por un camino diferente y luego nos encontramos después de eso. Pero soy autosuficiente”.
Hasta ahora, su mayor obstáculo ha sido tener que reemplazar su motobicicleta en mayo. Después de experimentar varios “problemas de fugas de aceite”, Stone se enteró de que su BMW G650GS 2013 requeriría una reconstrucción del motor enormemente costosa.
Terminó comprando un modelo de segunda mano más nuevo por aproximadamente el mismo precio que la reconstrucción.
“Ese fue un gasto inesperado”, dice. “Pero esa [nueva] moto me va a llevar el resto del camino”.
Atracción principal
Entre los muchos aspectos más destacados para ella hasta ahora ha sido poder detenerse en los clubes Girl Up y compartir historias, junto con acampar en el Océano Ártico, donde se maravillaron al ver alces cruzando la carretera, y también vieron un oso pardo.
“Moxie tiembla de anticipación cuando ve a estas criaturas al costado de la carretera”, agrega. “Ella está tan emocionada. Hicimos algo de pesca en el camino, lo cual fue muy, muy espectacular”.
Stone se encuentra actualmente en Los Ángeles, donde se prepara para la siguiente etapa del viaje, que implicará tomar un ferry a Baja California, México, y luego viajar a Guatemala, y luego a Honduras, El Salvador, Costa Rica y Panamá.
Desde Panamá, planean volar a Colombia, donde viajarán a la “punta” de Argentina, y luego volarán a Sudáfrica.
Una vez que lleguen a Sudáfrica, viajarán por la costa este de África hasta Egipto y luego Grecia, antes de “rodar alrededor de Europa” y viajar a través de Turquía y Asia Central.
La siguiente etapa los verá viajar de India a Malasia, donde enviarán sus motos, y a Moxie, a América del Norte y luego regresarán a su primer y último destino Guatemala, que Stone describe como su “hogar adoptivo”.
Stone estima que estarán en la carretera durante al menos otros dos años y medio. Pero por el momento, está enfocada en llegar a la siguiente etapa del viaje y desarrollar constantemente sus habilidades de conducción.
Su compañera de cuatro patas sigue siendo una fuente de inspiración, y Stone nunca se cansa de ver la forma en que otros reaccionan a Moxie, bromeando que cada visita a la gasolinera es como “una selfiepalooza”.
“La gente simplemente sale de sus autos”, agrega. “Y lo primero que todos dicen es: ‘Oh, Dios mío, está usando gafas’”.
“Hace que todos sonrían. Y eso es lo que amo. Ella simplemente hace que todos tengan un buen día”.