(CNN) – Resulta que los eructos pueden ser un gran negocio. El multimillonario Bill Gates anunció una inversión en la start-up australiana Rumin8, que desarrolla un pienso a base de algas marinas para reducir las emisiones de metano que producen las vacas a través de sus eructos y, en menor medida, de sus gases.
El metano es un potente gas de efecto invernadero. Aunque su vida en la atmósfera es más corta que la del dióxido de carbono, su potencial de calentamiento global en 20 años es 84 veces mayor. Casi un tercio de las emisiones mundiales de metano proceden del ganado, y la mayor parte de las vacas lecheras y de carne.
Los microbios del estómago de las vacas producen metano cuando los animales digieren los alimentos, pero cuando se añaden algas a su alimentación, se ha demostrado que reducen significativamente la cantidad de gas que calienta el planeta. En un estudio de 2021 se comprobó que la administración de pequeñas cantidades de algas marinas a las vacas durante varios meses reducía sus emisiones de metano en más de un 80 %.
Rumin8 produce un aditivo para piensos a partir del ingrediente bioactivo de las algas rojas (Asparagopsis). Según la empresa, las pruebas de laboratorio han demostrado que el aditivo puede reducir hasta el 95 % de las emisiones de metano.
En lugar de cultivar las algas, la empresa reproduce el ingrediente en un laboratorio, lo que permite mantener unos costos relativamente bajos. El aditivo se añade a los alimentos para vacas, y la empresa pretende producirlo en forma de cápsulas.
Un portavoz del fondo de Gates, Breakthrough Energy Ventures, que dirigió la ronda de inversión de US$ 12 millones, declaró a CNN: “Aunque las vacas son una fuente importante [de gases de efecto invernadero], la ganadería sigue siendo una de las fuentes de proteínas más baratas a nivel mundial, lo que significa que las tecnologías que pueden reducir las emisiones de la cadena de suministro de ganado existente hoy y en el futuro son fundamentales”.
Rumin8 afirmó que cuenta con más inversiones de dos fondos para el clima y que su objetivo es disponer comercialmente de pequeñas cantidades del alimento a finales de año.
Una crítica que se ha hecho a soluciones como los aditivos para piensos que reducen el metano es que pueden distraer la atención de las causas profundas del problema climático de la ganadería, incluida la enorme cantidad de tierra necesaria para criar animales y cultivar para su alimentación.
El CEO de Rumin8, David Messina, afirmó que las vacas siguen siendo una importante fuente de proteínas para miles de millones de personas. “Nuestra solución es global y proporcionará tanto a los países desarrollados como a los que están en vías de desarrollo un producto reductor del metano que tendrá un impacto masivo en las emisiones globales de la agricultura”, declaró a CNN por correo electrónico.
Algunos países están estudiando leyes para reducir las emisiones de metano del ganado. En octubre, el Gobierno de Nueva Zelandia anunció planes para gravar a los ganaderos por los eructos de sus animales, incentivándoles a reducir las emisiones.