(CNN) – El covid-19 sigue siendo una emergencia sanitaria mundial, declaró este lunes la Organización Mundial de la Salud (OMS), pero reconoció que la pandemia se encuentra en un “punto de transición”.
El Comité de Emergencias del Reglamento Sanitario Internacional de la OMS debatió el tema el viernes en su 14ª reunión sobre el covid-19, y su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, coincidió en que la declaración de emergencia de salud pública de importancia internacional (PHEIC, por sus siglas en inglés), debe continuar.
En una declaración que se publicó este lunes, el comité asesor de la OMS dijo que instaba a la entidad a proponer “mecanismos alternativos para mantener la atención mundial y nacional sobre el covid-19 una vez finalizada la PHEIC”.
“Lograr niveles más altos de inmunidad de la población a nivel mundial, ya sea a través de la infección y/o la vacunación, puede limitar el impacto del SARS-CoV-2 en la morbilidad y la mortalidad, pero hay pocas dudas de que este virus seguirá siendo un patógeno establecido de forma permanente en los seres humanos y los animales en el futuro próximo. Por ello, se necesitan medidas de salud pública a largo plazo”, declaró el comité este lunes.
“Aunque la eliminación de este virus de los reservorios humanos y animales es altamente improbable, la mitigación de su devastador impacto en la morbilidad y mortalidad es alcanzable y debe seguir siendo un objetivo prioritario”.
En una lista de recomendaciones temporales, Tedros señaló que los países deben seguir vacunando a la población e incorporar las vacunas contra el covid-19 a la atención rutinaria; mejorar la vigilancia de la enfermedad; mantener un sistema sanitario fuerte para evitar un “ciclo de pánico-descuido”; seguir luchando contra la desinformación; y ajustar las medidas de viajes internacionales en función de la evaluación de riesgos.
La organización declaró el brote de coronavirus como PHEIC en enero de 2020, unas seis semanas antes de caracterizarlo como pandemia.
Una PHEIC crea un acuerdo entre países para acatar las recomendaciones de la OMS para gestionar la emergencia. A su vez, cada país declara su propia emergencia de salud pública, declaraciones que tienen peso jurídico. Los países las utilizan para reunir recursos y renunciar a normas con el fin de aliviar una crisis.
EE.UU. también sigue bajo su propia declaración de emergencia de salud pública, que el secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Xavier Becerra, renovó por última vez el 11 de enero.
Más de 170.000 personas han muerto por covid-19 en las últimas ocho semanas, dijo Tedros la semana pasada cuando anunció la reunión del comité, y aunque el mundo está mejor equipado para gestionar la pandemia que hace tres años, sigue “muy preocupado por la situación en muchos países y el creciente número de muertes”.
Aunque la tendencia mundial de muertes por covid-19 es al alza, la media de siete días sigue siendo significativamente inferior a la de momentos anteriores de la pandemia, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
La semana pasada, antes de la reunión del comité, Tedros suplicó a los países que no abandonaran la lucha contra el covid-19.
“Mi mensaje es claro: no subestimen este virus”, dijo. “Nos ha sorprendido y seguirá sorprendiéndonos, y seguirá matando a menos que hagamos más por hacer llegar las herramientas sanitarias a las personas que las necesitan y por atajar de forma integral la desinformación”.
Una “llamada de atención” para futuros brotes
También el lunes, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (IFRC, por sus siglas en inglés) publicó dos nuevos informes en los que advertía de que “todos los países siguen estando peligrosamente mal preparados para futuros brotes”.
El secretario general de la IFRC, Jagan Chapagain, dijo que la pandemia de covid-19 debería ser “una llamada de atención”.
“La próxima pandemia podría estar a la vuelta de la esquina; si la experiencia con el covid-19 no acelera nuestros pasos hacia la preparación, ¿qué lo hará?”, afirmó en un comunicado de prensa.
Los informes afirman que gran parte de las repercusiones de la crisis del covid-19 en los países, como la pérdida de empleo y la pobreza, la pérdida de aprendizaje, la inseguridad alimentaria y el aumento de los problemas de salud mental, podrían haberse evitado si los gobiernos hubieran invertido en la preparación para emergencias.
Recomiendan a los países que se preparen para peligros simultáneos, como brotes de enfermedades y fenómenos meteorológicos extremos.
“Tenemos que empezar a prepararnos ya, porque nuestro mundo es cada vez más peligroso”, afirma el Informe Mundial sobre Desastres 2022 de la IFRC, señalando que muchos de los desastres son impulsados por el cambio climático. “En 2021, se registraron 378 desastres, sin incluir los brotes de enfermedades, cifra superior a la media de 20 años de 337 desastres anuales. Muchos países tuvieron que responder a peligros como huracanes e inundaciones al tiempo que se enfrentaban al covid-19”.
El informe insta a “actuar a nivel comunitario” para prepararse para el desastre en primera línea, y a abordar las desigualdades económicas y raciales existentes para que no se agraven cuando sobrevenga el desastre.
El informe Everyone Counts 2023 de la IFRC también hace hincapié en la “resiliencia local”, mediante el refuerzo y la inversión en “salud pública, saneamiento, refugio y seguridad económica” de las comunidades.
En última instancia, el informe afirma: “Nadie está a salvo hasta que todo el mundo esté a salvo. La pandemia no ha terminado y la respuesta tampoco”.
– Carma Hassan contribuyó con este reportaje.