(CNN) – No es un secreto que la paternidad puede ser demandante y que a menudo se hacen sacrificios por el bien de la descendencia. Pero para las orcas hembras, el papel puede ser especialmente difícil.
Una nueva investigación sugiere que las orcas hembras podrían estar renunciando a tener más descendencia por sus hijos machos, incluso cuando ya son adultos.
La investigación, publicada este miércoles en la revista Current Biology, se centró en un grupo de orcas conocido como población “residente del sur”, frente a las costas del estado de Washington y la Columbia Británica.
El Centro de Investigación de Ballenas, que participó en el estudio, lleva observando al grupo desde 1976.
Se trata de una especie poco habitual, ya que machos y hembras permanecen con sus madres toda la vida. Sin embargo, el “costo” del cuidado de la madre es mayor en el caso de los hijos machos.
Michael N. Weiss, director de investigación del centro e investigador postdoctoral asociado de la Universidad de Exeter, declaró en un comunicado de prensa: “Hace más de una década que sabemos que las orcas macho adultas dependen de sus madres para mantenerse con vida, pero nunca había quedado claro si las madres pagan un costo por ello”.
Los datos revelaron “una fuerte correlación negativa entre el número de hijos destetados supervivientes de las hembras y su probabilidad anual de producir una cría viable”, según un comunicado de prensa. Y el resultado seguía siendo el mismo independientemente de la edad del hijo.
“La magnitud del costo que asumen las hembras para cuidar de sus hijos destetados fue realmente sorprendente”, dijo Weiss. “Aunque hay cierta incertidumbre, nuestra mejor estimación es que cada hijo superviviente adicional reduce en más de un 50% las posibilidades de que una hembra tenga una nueva cría en un año determinado. Esto supone un costo enorme para cuidar de los hijos [adultos]”.
Compartir la comida
Los investigadores no saben por qué las orcas hembras tienen menos probabilidades de reproducirse en estos casos, pero sospechan que compartir la comida con sus hijos adultos puede significar que las madres tienen que sobrevivir con menos.
Sam Ellis, investigador del comportamiento animal en la Universidad de Exeter y coautor del trabajo, dijo a CNN este jueves que la naturaleza del cuidado de la madre gira en gran medida en torno a su dieta de salmón Chinook.
“Realmente la clave de esta forma de cuidado es compartir la comida”, explicó. “Creemos que gran parte del cuidado consiste en proporcionar físicamente alimentos a sus hijos adultos”, dijo, aunque también los conducen a la fuente de nutrición.
“Tener una hija no afecta a sus posibilidades de volver a reproducirse, pero tener un hijo de cualquier edad tiene un impacto negativo en las posibilidades de reproducción de la madre”, dijo Ellis.
Según el equipo, este hallazgo es muy poco habitual.
“Es una prueba más de lo especial (y tal vez único) que es el vínculo madre-hijo en las orcas”, dijo Weiss.
Ellis añadió: “Hay muchos ejemplos [en mamíferos] de cuidado materno e inversión materna en crías jóvenes. Pero en todos los ejemplos en los que se ha estudiado hasta ahora, una vez que la cría alcanza la madurez, esa inversión parece detenerse”.
“Sabemos que los hijos cuyas madres mueren tienen una probabilidad realmente alta de morir al año siguiente”, indicó, y añadió que mientras las orcas hembras pueden vivir hasta los 80 años, los machos tienen “mucha suerte de llegar a los 40”.
Los residentes del sur están en peligro crítico de extinción, por lo que el estudio podría tener importantes implicaciones, según los investigadores.
Ellis señaló que el equipo quiere estudiar más a fondo los efectos a largo plazo que los hallazgos podrían tener en las poblaciones de orcas.
Luke Rendell, profesor de Biología de la Universidad de St. Andrews, Escocia, declaró a CNN que el estudio, en el que no participó, era “fascinante”.
“Abre una nueva ventana… [a] la forma en que la danza evolutiva entre los intereses de los individuos y los genes interactúa constantemente con la ecología y la socialidad”.
“Muchos sonreirán con los chistes sobre hijos necesitados, pero también, espero, reflexionarán sobre si los paralelismos son más profundos en este mamífero longevo y altamente social. Estos conocimientos solo son posibles mediante estudios dedicados a largo plazo, a menudo infravalorados por los financiadores de la investigación”.