(CNN Español) –– Linda Cristina Pereyra Gálvez, esposa de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, relató cómo la pareja construyó su patrimonio, al declarar este martes como la única testigo de la defensa en el juicio por narcotráfico que enfrenta el exfuncionario ante la Corte de Distrito Este en Nueva York.
Pereyra Gálvez describió ante el jurado cómo ganaban sus ingresos y cómo lograron comprar varias propiedades, negocios y vehículos en México. En ese sentido, afirmó que lo hicieron a través de ahorros, préstamos y trabajo de manera lícita.
Agregó que ella generaba sus ingresos por medio de varios pequeños negocios que tuvo, incluida una tienda de artículos de oficina, otra de artículos para fiestas infantiles y dos restaurantes, uno en la Ciudad de México y otro en el estado de Morelos, el cual mencionó que lo compró junto a una amiga. Dijo que las tiendas fueron vendidas, pero que aún tiene los restaurantes.
Indicó que en 1994 compraron su primer apartamento mediante financiación. Pereyra Gálvez también dijo que, con el bono que le dieron por los años trabajados en la institución donde conoció a García Luna, alquiló un local y puso una pequeña tienda de artículos de oficina. La testigo agregó que a su esposo lo ascendieron a subdirector del Cisen y que, con un bono que le dieron a fin de año, compraron un terreno y allí empezaron a construir una casa.
Detalló que cuando García Luna ascendió a secretario de Seguridad Pública, en 2006, obtuvo su seguro de separación individualizada por más el equivalente a unos US$ 246.000 de aquel momento.
Pereyra Gálvez dijo que todos sus bienes siempre se incluyeron en las declaraciones patrimoniales que García Luna tenía que presentar cada año como funcionario público, y que esas declaraciones se registraron públicamente hasta aproximadamente 2009, cuando decidieron dejar de hacerlo de esa forma porque se sentían acosados por los medios de comunicación, que empezaron a tomar fotos de las propiedades.
Puso como ejemplo que en 2007 tenían una casa que vendieron después de dos años debido a que ya no se sentían seguros por las fotografías en la prensa. Añadió que encontraron otro lugar en Monte de Funiar (en una zona exclusiva en el sur de la Ciudad de México). Explicó que compraron ese lote porque la parte de atrás estaba en alto y era más difícil tomar fotografías, aunque aún así algunos medios lo intentaron. Recordó que ahí construyeron una casa y empezaron a vivir en ella en 2009. La casa contaba con una pecera incrustada en la pared —detalle resaltado por la Fiscalía como muestra, según ellos, de los lujos que disfrutaba García Luna—, pero Pereyra dijo que su esposo la diseñó para cubrir los cimientos de la casa que sobresalían.
Añadió que García Luna tenía una pasión por los autos estadounidenses antiguos y que en distintas ocasiones se compró dos Ford Mustang, y que uno de sus hobbies era repararlos con su hermano. También que en 2007 ella le compró una moto Harley Davidson con tarjeta de crédito, y en 2009 le compró otra con dinero de su cuenta de cheques.
Dijo que, al ser secretario de Seguridad Publica, no tenía mucha oportunidad de disfrutar los vehículos, por cuestiones de seguridad.
La Fiscalía había presentado fotografías de propiedades, negocios, autos y la motocicleta como pruebas de cargo, imágenes que fueron recuperadas por las autoridades de los dispositivos electrónicos de García Luna.
Durante el contrainterrogatorio de la Fiscalía, Pereyra Gálvez reconoció que a su esposo se le requería declarar los bienes e ingresos de ambos. Sin embargo, entre 2002 y 2006 no reportaron nada de ella. En 2008, declararon 380.000 pesos para Pereyra Gálvez, y en 2009 3,5 millones de pesos para ella, a pesar de haberle dicho a la Fiscalía que en 2009 ella ganó solo 800.000 pesos de los restaurantes que tenía. Pereyra Gálvez explicó que en ese año hicieron una corrección en sus declaraciones e incluyeron ingresos que habían sido omitidos en otras declaraciones.
En 2010, ella declaró 500.000 pesos; en 2011, 175.000 pesos y en 2012, 6,4 millones de pesos. Pereyra Gálvez dijo que en 2013 también presentaron una corrección a su declaración que no estaba a disposición de la Fiscalía, y que ella no llevó a la corte.
La Fiscalía intentó preguntar a Pereyra Gálvez sobre unas propiedades en Miami, pero el juez impidió esas preguntas tras la objeción de la defensa. En un fallo previo, el juez prohibió a la Fiscalía hablar de los bienes o la fortuna de García Luna adquirida después de 2012.
Pereyra Gálvez además negó que ellos hubieran vivido en propiedades compradas a nombre de otras compañías.
“No, de ninguna manera,” dijo.
En lo que va del juicio, que comenzó hace cuatro semanas, han subido al estrado una serie de testigos de la Fiscalía, mientras que el exsecretario de Seguridad Pública se reservó su derecho a no declarar.
García Luna enfrenta en el juicio varios cargos de participación en una empresa criminal continua y otros de conspiración para obtener, importar y distribuir miles de kilogramos de cocaína en Estados Unidos, además de presuntamente haber hecho declaraciones falsas a funcionarios estadounidenses de inmigración. El exfuncionario se ha declarado inocente de todos los cargos.
Un testimonio de respaldo a García Luna
En su testimonio, Pereyra Gálvez destacó la faceta de García Luna como hombre de familia y contó cómo se casaron en 1995 y construyeron su hogar, en el que tienen dos hijos.
Declaró que conoció al exfuncionario en 1989, cuando trabajaban juntos en el Centro de Investigación y Seguridad Nacional (Cisen) y que luego la relación progresó y en 1994 ella se fue de la institución de inteligencia civil del gobierno de México.
Pereyra Gálvez contó que cuando García Luna fue designado como jefe de la hoy disuelta Agencia Federal de Investigaciones (AFI), al inicio del sexenio de Vicente Fox (2000-2006), y luego en secretario de Seguridad Pública, en el gobierno de Felipe Calderón (2006-2012), su vida cambió por completo, pues la seguridad en su entorno aumentó y siempre tenían que andar con escoltas y en autos blindados. Agregó que no podían usar vehículos propios, sino solo vehículos seguros proporcionados por las agencias.
Pereyra Gálvez dijo que, luego de que García Luna dejó la función pública en 2012, salieron de México porque querían darles a sus hijos más libertad y una vida normal. En México necesitaban mucha seguridad y no tenían la libertad, por ejemplo, para ir a fiestas.
Al final del contrainterrogatorio, la fiscal le preguntó si había estado allí todos los días del juicio y si buscaba apoyar a su esposo.
“Sí, por supuesto. Quiero decir la verdad”, respondió.
Desde que comenzó el juicio contra García Luna, Pereyra Gálvez ha asistido al recinto. En una de las audiencias, el exfuncionario le guiñó el ojo y le dijo “te amo” a la distancia a su esposa, que estaba acompañada de sus hijos.
¿Qué sigue en el juicio?
Este testimonio marcó el fin de la etapa de declaraciones y presentación de testigos. Ahora, el juez y ambas partes están teniendo una conferencia de cargos, la cual permite a las partes discutir las instrucciones propuestas al jurado para asegurar que las cuestiones legales se aclaren adecuadamente y de una manera que le ayude a comprender el caso y a llegar al veredicto correcto.
Se prevé que este miércoles se empiece con los alegatos finales, lo cual podría tomar todo un día. Así, el jueves el caso estaría en manos del jurado, que se espera que siga deliberando durante el viernes.