CNNE 1351955 - un caza chino confronta a un avion de la marina de ee-uu-
Mira cómo un avión caza chino confronta a la Marina de EE.UU. sobre el mar del sur de China
03:27 - Fuente: CNN

Base aérea de Kadena, Japón (CNN) – El avión de reconocimiento de la Marina de EE.UU. vuela a 6.553 metros (21.500 pies) sobre el mar de China Meridional, a 48 kilómetros de las disputadas islas Paracel, un grupo de unos 130 pequeños atolones, los más grandes de los cuales albergan bases militares chinas.

Una voz, que dice proceder de un aeropuerto del Ejército Popular de Liberación (EPL), crepita a través de la radio del P-8 Poseidon de la Marina de Estados Unidos mientras un equipo de CNN, con un acceso poco frecuente a bordo del vuelo estadounidense, escucha.

“Avión estadounidense: el espacio aéreo chino está a 12 millas náuticas. No se acerque más o asumirá toda la responsabilidad”, dice.

En pocos minutos, un caza chino armado con misiles aire-aire intercepta al avión estadounidense, situándose a solo 150 metros de su costado izquierdo.

El caza chino estaba tan cerca que el equipo de CNN pudo ver cómo los pilotos giraban la cabeza para mirarlos, y pudo distinguir la estrella roja de las aletas de cola y los misiles con los que iba armado.

La teniente Nikki Slaughter, piloto del avión estadounidense, saluda a la aeronave biplaza y bimotor del EPL.

“Avión de combate del EPL, aquí el P-8A de la Marina de EE.UU. Los tengo fuera de mi ala izquierda y tengo la intención de proceder hacia el oeste. Le pido que haga lo mismo, cambio”.

No hay respuesta del caza chino, que escoltó al avión estadounidense durante 15 minutos antes de dar media vuelta.

Para un equipo de CNN a bordo del avión estadounidense, es una prueba evidente de las tensiones que se están gestando en el mar de China Meridional y entre Estados Unidos y China.

El comandante de esta misión de la Marina de EE.UU. tiene una opinión diferente.

“Yo diría que es otro viernes por la tarde en el mar de China Meridional”, dice el comandante de la Marina, Marc Hines, al equipo de CNN.

Potencial detonante

En los últimos años, el mar de China Meridional se ha convertido en un importante punto de conflicto potencial en Asia-Pacífico. Las islas que lo componen, como las Paracels, cerca de las cuales fue interceptado el avión de la Marina estadounidense este viernes, son objeto de reclamaciones territoriales superpuestas en parte de China, Filipinas, Vietnam, Malasia, Brunei y Taiwán.

La estratégica vía navegable no solo alberga vastos recursos de pescado, petróleo y gas, sino que por ella pasa aproximadamente un tercio del transporte marítimo mundial, con un valor de unos US$ 3,4 billones en 2016, según el Proyecto de Poder de China del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés).

China reclama la jurisdicción histórica sobre casi la totalidad del vasto mar, y desde 2014 ha construido diminutos arrecifes y bancos de arena hasta convertirlos en islas artificiales fuertemente fortificadas con misiles, pistas de aterrizaje y sistemas de armamento, lo que ha desatado las protestas de los demás reclamantes.

Las islas Paracel, llamadas Xisha por China, se encuentran en el norte del mar de China Meridional, al este de Da Nang, Vietnam y al sur de la isla china de Hainan.

Bautizadas por los cartógrafos portugueses del siglo XVI, no tienen población autóctona, solo guarniciones militares chinas que suman 1.400 personas, según el CIA Factbook.

A su alrededor hay 12 millas náuticas de espacio aéreo que China reclamó este viernes como propio, una reclamación que Washington no reconoce.

Lejos, al sureste, se encuentra la cadena de islas Spratly, a solo 300 kilómetros de la isla filipina de Palawan.

En 2016, en un caso presentado por Filipinas, un tribunal internacional de La Haya dictaminó que la reclamación china de derechos históricos sobre la mayor parte del mar carecía de base jurídica.

Pero Beijing rechazó el fallo del tribunal y ha continuado su expansión militar, construyendo bases en las Spratly, que denomina islas Nansha.

China también realiza maniobras militares periódicas en gran parte del mar de China Meridional y mantiene una amplia presencia de guardacostas y buques pesqueros en las aguas en disputa, lo que ha avivado con frecuencia las tensiones con sus vecinos.

Imagen del destructor Changsha de la Marina del Ejército Popular de Liberación de China en las pantallas de un avión de reconocimiento P-8A de la Armada de EE.UU. sobre el mar de China Meridional este viernes. Crédito: Ivan Watson/CNN

Este viernes, mientras volaba cerca de Filipinas, el P-8 de la Marina de EE.UU. divisó un destructor de misiles guiados de la Marina del Ejército Popular de Liberación y descendió a unos 1.000 pies para verlo más de cerca, lo que provocó más advertencias del Ejército Popular de Liberación.

“Avión estadounidense. Avión estadounidense. Aquí buque de guerra naval chino 173. Se está acercando a baja altura. Indique su intención”, se oye por la radio del avión estadounidense.

El buque de guerra 173 del EPL es el destructor Changsha, probablemente armado con docenas de misiles tierra-aire.

El avión estadounidense se mantendrá a una distancia segura, responde su piloto, la teniente Slaughter.

“Avión estadounidense. Avión de EE.UU. Este es el buque de guerra naval chino 173. Usted está claramente poniendo en peligro mi seguridad. Usted está claramente poniendo en peligro mi seguridad”, dice el buque chino.

“Soy un avión militar de Estados Unidos. Me mantendré a una distancia segura de su unidad”, responde Slaughter, y la misión estadounidense continúa.

La Marina de EE.UU. afirma que estas misiones son rutinarias.

Según el Pentágono, los buques y aviones estadounidenses operan regularmente donde lo permite el derecho internacional. Pero China afirma que la presencia estadounidense en el mar de China Meridional es lo que está alimentando las tensiones.

Cuando un crucero estadounidense de misiles guiados navegó cerca de las islas Spratly en noviembre, el Ejército Popular de Liberación afirmó que esa acción “infringió gravemente la soberanía y la seguridad de China” y es “una prueba fehaciente de que Estados Unidos busca la hegemonía marítima y militariza el mar de China Meridional”.

La Marina de EE.UU. afirmó que el crucero estadounidense llevó a cabo la operación “de conformidad con el derecho internacional y continuó después realizando operaciones normales en aguas en las que se aplican las libertades de alta mar”.

Para Hines, el comandante estadounidense de la misión de este viernes, las tensiones son siempre menores cuando habla con la parte china.

El silencio trae incertidumbre, dice.

“Cuando no hay respuesta, surgen preguntas. ¿Entienden lo que decimos? ¿Entienden nuestras intenciones? ¿Entienden que no queremos hacer daño?”.

En su mayor parte, el viernes hubo respuestas. Y los encuentros fueron “profesionales”, dice Hines. Y quiere que siga siendo así.

– Nectar Gan y Brad Lendon de CNN contribyeron con este reportaje.