(CNN) –– El cartel del Golfo, considerado el responsable de secuestrar a cuatro turistas estadounidenses la semana pasada en Matamoros, México, emitió una carta de disculpa y entregó a cinco de sus miembros a las autoridades locales, según imágenes que circulan en línea y una versión de la carta obtenida que obtuvo CNN de un funcionario cercano a la investigación del caso.
La fuente le dijo a CNN que los investigadores creen que la carta es auténtica.
“El [cartel del Golfo] pide disculpas a la sociedad de Matamoros, a los familiares de la señora Areli, y a las personas y familias estadounidenses afectadas”, se lee en la carta escrita a mano, que menciona a la mexicana inocente que murió tras el tiroteo que se produjo durante el secuestro y que también cobró la vida de dos estadounidenses.
Los cuerpos de los dos estadounidenses que murieron tras el secuestro fueron entregados este jueves a las autoridades diplomáticas de EE.UU., según un funcionario mexicano. Otros dos estadounidenses sobrevivieron al secuestro.
En una de las fotos publicadas en línea se puede ver a cinco hombres amarrados y acostados boca abajo en el pavimento con sus camisas sobre sus rostros. Las autoridades uniformadas se ven de pie sobre ellos.
“El cartel del Golfo, Grupo Escorpión, condena enérgicamente los hechos del viernes pasado”, continúa la carta, refiriéndose a una división del cártel, y “por ello, decidimos entregar a los involucrados directos y responsables de los hechos, quienes en todo momento actuaron bajo su propia determinación e indisciplina, y en contra de las reglas en las que siempre opera” el grupo.
CNN no puede confirmar la autenticidad de las fotos y ha pedido comentarios a las autoridades de México y Estados Unidos.
Es común que los carteles mexicanos, especialmente en el noreste del país, envíen mensajes a las autoridades o a grupos rivales después de incidentes de alto perfil, como el secuestro de este mes, según Guadalupe Correa-Cabrera, profesora de la Universidad George Mason, que estudia a estas organizaciones criminales.
El funcionario que confirmó la aparente legitimidad de la carta dijo que los funcionarios de México y Estados Unidos que investigan el secuestro dudan mucho sobre la sinceridad de la disculpa del grupo, pero que sospechan que la disculpa ocurrió después de que el ataque atrajera una atención pública y un escrutinio considerables sobre las acciones del cartel.
La noticia se produce después de que las autoridades de México detuvieran en Reynosa a un líder local del cártel del Golfo, buscado por secuestros anteriores, según un funcionario estadounidense informado de la detención.
Cualquier vínculo con el secuestro de los cuatro estadounidenses no quedó claro de inmediato. Pero, como informó previamente CNN, el funcionario cree que los miembros del cártel del Golfo atacaron a los estadounidenses en Matamoros en un caso de confusión de identidad.
El líder del cártel local, Ernesto Sánchez-Rivera, también es conocido por tener vínculos con el Cártel Jalisco Nueva Generación, añadió la fuente.
CNN se puso en contacto con el fiscal local para obtener más información sobre la detención, pero aún no ha recibido respuesta.
Los cuerpos de Shaeed Woodard y Zindell Brown, los dos estadounidenses muertos en el secuestro, fueron entregados a las autoridades diplomáticas de EE.UU. después de que dos sobrevivientes del ataque regresaran a EE.UU. para ser tratados en un hospital, confirmó el fiscal general de Tamaulipas, Irving Barrios Mojica, en un tuit este jueves.
Los estudios forenses de México sobre las dos víctimas estadounidenses también han concluido, añadió Barrios.
Los restos de Woodard y Brown probablemente serán transportados a una funeraria en Brownsville, Texas, dijo un funcionario estadounidense familiarizado con la investigación. La repatriación ocurrió días después de que los cadáveres fueran descubiertos junto a sus dos amigos sobrevivientes en una casa de los alrededores de la ciudad Matamoros, en México.
Las autopsias se terminaron en la mañana de este miércoles en México, dijo a CNN un funcionario de la Fiscalía de Tamaulipas, aunque las autoridades mexicanas no han dado a conocer las causas de la muerte. El funcionario estadounidense afirmó que se realizarán unas segundas autopsias en EE.UU.
CNN se puso en contacto con el Departamento de Estado de EE.UU. sobre la repatriación de los restos.
Los fallecidos formaban parte de un grupo de cuatro amigos de Carolina del Sur que condujeron el viernes pasado hasta Matamoros para que uno de ellos, Latavia Washington McGee, pudiera someterse a un procedimiento médico, según dijeron dos familiares a CNN. Pero su viaje se interrumpió violentamente cuando hombres armados no identificados dispararon contra su camioneta y posteriormente subieron a los estadounidenses a un vehículo y se los llevaron, dijo el FBI.
Según el gobernador de Tamaulipas, Américo Villarreal, una bala perdida mató también a una transeúnte mexicana inocente que estaba a una cuadra y media del lugar donde fueron secuestrados los estadounidenses.
James Woodard, padre de Shaeed Woodard, dijo que fue difícil ver el video del secuestro de su hijo en televisión.
“Fue muy duro para mí ver esos videos y ver cómo lo arrastraban y lo tiraban en la parte trasera del vehículo”, dijo el mayor de los Woodard este jueves, que habría sido el 34 cumpleaños de su hijo. “Era un bebé y que me lo arrebataran así fue muy doloroso. Mi familia está muy dolida porque era adorable. Tenía el corazón más grande”.
El sobreviviente Eric Williams recibió tres disparos en las piernas, según declaró su esposa Michele Williams a CNN.
Cuando él y McGee fueron descubiertos con vida este martes, Williams fue trasladado a un hospital de Texas para ser operado, dijo.
Washington McGee también fue trasladada a un hospital, dijo su madre, Barbara Burgess, a CNN, aunque las autoridades mexicanas dijeron que no estaba herida.
“Ella los vio morir”, dijo Burgess, relatando lo que Washington McGee le contó sobre el secuestro. “Estaban conduciendo y una camioneta se acercó y los golpeó, y fue entonces cuando empezaron a disparar al auto, disparando dentro de la camioneta… Dijo que los demás intentaron huir y les dispararon al mismo tiempo”.
Washington McGee y Brown son primos que se criaron juntos tan cercanos como hermanos, dijo Burgess.
“Era una buena persona y lo extraño”, dijo Burgess sobre Brown. “Lo amaba. (No hay) nada que no habría hecho por él”.