(CNN Español) – Al cumplirse 20 años de la guerra de Iraq, la teniente coronel Omayra Ramírez todavía recuerda y se emociona por las experiencias que vivió en ese país durante el conflicto, pero muy en especial cuando tuvo que despedirse de su madre.
Y es que en aquel entonces y al poco tiempo de haber terminado el entrenamiento básico del Ejército de Estados Unidos, fue activada para participar en el conflicto.
“Mi mamá apenas la diagnosticaron con una enfermedad antes de yo salir para Iraq por primera vez. No, para nada yo estaba preparada mentalmente. Físicamente sí, verdad, pero mental, emocionalmente, no estaba preparada”, dijo Ramírez.
La mujer contó que tenía 24 años cuando entró de lleno a la guerra. “Y yo no quería tener en mi mente la muerte. No, yo quería tener en mi mente, tener esa fe y esa espiritualidad de yo poder tener al lado mío a Dios”.
El 20 de marzo de 2003, el Ejército de Estados Unidos lideraba junto al Reino Unido una coalición internacional que comenzó una ofensiva militar contra Iraq, ante la afirmación de que ese país estaba desarrollando armas de destrucción masiva. La soldado dijo que constantemente recordaba a su madre y describió cómo fue cuándo tuvieron la primera conversación telefónica.
“Fue bien emocional, emocionante, las lágrimas se me salían, pero sobre todas las cosas quería que ella estuviera tranquila (…) siempre proyecté serenidad y firmeza en mi voz. Pero la verdad es que me desplomaba luego de la llamada, me desplomaba porque… porque una se llena de muchas cosas, muchos sentimientos encontrados, muchas vidas perdidas”, dijo Ramírez.
Esta guerra causó grandes pérdidas. Un estudio del Instituto Watson para Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad Brown estimó recientemente que la guerra en Iraq y Siria — donde actualmente continúa la Operación Resolución Inherente, que se inició en 2003 con la invasión a Iraq— supera el medio millón de muertes, con un costo que llegaría a cerca de los US$ 3 billones, si se cuenta la atención de los veteranos hasta 2050.
La guerra de Iraq llevó a derrocamiento del líder iraquí Saddam Hussein. Ramírez habló de cómo sintió el desarrollo de la guerra. “En ese momento, la adrenalina es tanto que el trajín del día es bien volátil, so, tú no tienes mucho tiempo de pensar”, describió Ramírez.
La coalición intentó establecer en Iraq un gobierno democrático, enfrentando resistencia de algunos sectores de la población. El conflicto finalizó en 2011. Con dos viajes al frente de batalla, Ramírez afirma que ir a Iraq fue lo correcto.
“Sí volvería nuevamente donde me necesitaran, porque a pesar de que son cosas, verdad, que no son muy buenas, ninguna guerra es buena, hay que… yo amo lo que hago y defender, verdad, nuestra nación, pues, es primordial”, concluyó.