(CNN Español) – Dos aerolíneas colombianas de bajo costo anunciaron, con pocas semanas de diferencia, que cesarán sus operaciones en el país por cuestiones financieras, dejando en tierra a miles de pasajeros que habían comprado sus boletos aéreos con antelación.
El primer anuncio lo hizo la aerolínea colombiana Viva Air. El pasado 27 de febrero, la aerolínea informó repentinamente sobre el cese de operaciones argumentando problemas económicos, por los que en meses anteriores se había acogido al proceso de recuperación empresarial, que permite a las compañías en crisis financiera declararse en bancarrota.
La Aeronáutica Civil de Colombia autorizó la fusión de Avianca con Viva Air, pero con algunas condiciones como la preservación del esquema low cost de Viva Air, y el restablecimiento de frecuencias de vuelos de la ruta Bogotá-Buenos Aires, que se vio especialmente afectada. Avianca dijo en un comunicado –el 22 de marzo– que “estudiará a la mayor brevedad la resolución y las implicaciones de las medidas expuestas por la autoridad para determinar la viabilidad” del cumplimiento de estas condiciones.
Numerosos pasajeros en Argentina, Perú y Colombia se vieron afectados por esta medida.
El siguiente anuncio lo hizo este miércoles otra aerolínea: Ultra Air, una compañía con sede en Medellín que llevaba tan solo un año de operación. En un comunicado, Ultra anunció que a partir de las 00:00 del 30 de marzo suspendía operaciones y no volará en ninguna de sus rutas. Las razones incluyen, entre otras, aumento de los precios del combustible, tasa de cambio y alza de costos para las aerolíneas, dijo en el comunicado.
Ultra, que tenía una participación en el mercado colombiano del 8 %, según la empresa, operaba inicialmente con seis aviones, pero en las últimas semanas estaba operando con solo tres.
En la tarde de este jueves, el presidente Gustavo Petro anunció en su cuenta de Twitter que ante el cese de operaciones de Viva Air y Ultra ordenó que todos los aviones de la Fuerza Aérea Colombiana, incluyendo el avión presidencial, “desde este momento sean dispuestos para el transporte de los usuarios afectados”.
Sobre la situación de Ultra Air, el ministro de Transporte de Colombia, Guillermo Reyes, dijo que “se hicieron varios intentos de capitalización, de venta de la aerolínea, [pero] ninguna de ellas prosperó”.
“La decisión nos genera una gran alarma, una gran afectación para nuestros viajeros”, señaló Reyes en una comunicación este miércoles. El ministro de Transporte agregó que se activó un plan de contingencia junto con la Aeronáutica Civil y la Superintendencia, y solicitaron a Ultra Air un listado de pasajeros para exigir la reprogramación o el pago en efectivo de los tiquetes aéreos de los afectados.
La Superintendencia de Transporte de Colombia exigió a la aerolínea que ponga en marcha un plan especial para responderle a los pasajeros y mantener los canales de comunicación con los usuarios. Además, solicitó que se inicie el proceso de insolvencia de la aerolínea.
La noticia llega en un momento crítico, antes de la Semana Santa, cuando se espera que viajen millones de personas tanto por transporte aéreo como por carretera para esta jornada de temporada alta en el país.
El ministro de Transporte dijo que espera que otras aerolíneas como Wingo, Avianca, Latam, Satena y Easy puedan transportar a los viajeros afectados.
¿Qué sucedió con estas aerolíneas de bajo costo en Colombia?
La crisis económica mundial, el alto precio del combustible como resultado de la guerra de Rusia en Ucrania, la devaluación del peso colombiano y un alza en los impuestos de los pasajes aéreos son algunas de las razones en las que coinciden los expertos consultados por CNN sobre las causas del cese de operaciones de estas dos aerolíneas de bajo costo.
“Estamos viviendo una devaluación muy importante desde el año 2022, principalmente, y el elevado precio del combustible obviamente generó que los presupuestos estimados que tenían las aerolíneas se desbordaran”, dijo a CNN en Español Claudia Velásquez, consultora en Asuntos Aeronáuticos, de Turismo, Transporte e Infraestructura, basada en Bogotá.
Además de esto, dice Velásquez, debido a la alta competitividad del mercado de transporte aéreo de pasajeros en Colombia, y más después de la crisis ocasionada por el covid-19, el modelo de aerolíneas de bajo costo puede ser difícil de sostener en el país.
“Hay muchos operadores compitiendo en el mercado, lo cual genera pues que haya una competencia en tarifas, que no les permite a veces incrementar en los valores que se debería por el crecimiento del precio del combustible”, agregó Velásquez.
Agregó que hay un “incremento sustancial de un insumo externo, que es el combustible y la gran devaluación del peso colombiano que tiene un impacto grandísimo, porque 60 % de la estructura de costos de las aerolíneas son en dólares y si los ingresos son en pesos no se descansa compensar ese desfase”.
Otro factor que mencionan los expertos, que podría explicar la crisis de estas aerolíneas, es la alta carga impositiva de los pasajes aéreos, que en Colombia pasó de 5 % —que era un incentivo durante la pandemia— al 19 %, lo que hizo que fueran más costosos a partir de enero de 2023.
Sin embargo, aclara la experta, los casos de Viva Air y de Ultra Air son coyunturales, y en Colombia no se debe hablar de una “crisis de aerolíneas”, pues aún quedan varias compañías que pueden atender el mercado de servicio aéreo de pasajeros.
“Estamos diciendo que tenemos seis aerolíneas en el mercado colombiano con capacidad de asumir el transporte de los pasajeros que quieran viajar para Semana Santa, y los que quieran viajar para junio, julio, en caso de que la situación [de las aerolíneas] no se recomponga”, dijo Velásquez, que advirtió que es muy posible que los precios de los pasajes aéreos aumenten en los próximos días.
Más oportunidades para el sector
La salida de aerolíneas del mercado es una situación “bastante común” en la industria, según el consultor aeronáutico René Armas Maes.
“Es un negocio intenso de capital con estacionalidad marcada, y de altos costos incluyendo el precio del combustible que está estrechamente correlacionados con la rentabilidad”, dijo Armas Maes a CNN a través de correo electrónico. “Igualmente, es un negocio que al ser comparado con otras industria en promedio los márgenes son más bajos”.
Y aunque la pérdida de rutas y aviones —como el caso de Viva Air y Ultra Air— es siempre “una pérdida para el país y los consumidores”, según Armas Maes, es también es una oportunidad para otras aerolíneas.
“El negocio de las aerolíneas en un negocio dinámico y de oportunidades”, escribió el experto a CNN. “Cuando un actor desaparece de una ruta o reduce frecuencias, otros toman la oportunidad para reposicionarse y crecer”.
En este caso, la oportunidad para tomar ese sector del mercado que dejan vacío Viva Air y Ultra Air será para las aerolíneas que siguen funcionando como Avianca, Wingo, LATAM Airlines, EasyFly, Satena y Copa Airlines.
Y las condiciones que hoy generan complicaciones para las aerolíneas es posible que persistan en el futuro próximo, advirtió Armas Maes.
“El costo del combustible que se espera aumente para abril y se mantenga elevado por lo menos hasta septiembre… y el crecimiento de los costos unitarios de operación continuarán presentado retos a las aerolíneas de la región.
“Igualmente, persisten otras preocupaciones macroeconómicas claves que pueden limitar la demanda y la generación de ingresos a las aerolíneas como la aceleración de la inflación y, por ende, una debilidad mayor del poder adquisitivo. Asimismo, nuevas depreciaciones de la moneda, aumento en las tasas de interés y altos niveles de deuda en las tarjetas de crédito de los consumidores, entre otros, son riesgos palpables”, escribió Armas Maes.
Pero, recalca el consultor, lo que pase ahora dependerá del ente regulador, que deberá verificar la cantidad de asientos, verificar las tarifas y poner controles “para asegurarse de que hay una competencia saludable y que los consumidores no son afectados”.
Y a la pregunta de por qué en Colombia está amenazado el modelo de aerolínea de bajo costo, además de las variables externas como precio del combustible y devaluación del peso colombiano, Velásquez señala que en general, en la región, es necesario que las compañías tengan “un mayor respaldo financiero que ante estas variables pues puedan resistir”, y así golpeen huracanes y crisis económicas, puedan seguir operando después de coyunturas como estas.