(CNN) – Disparos, explosiones y aviones de combate se oyeron este martes en Jartum, la capital de Sudán, mientras hombres armados al parecer irrumpían en las casas de personas que trabajan para Naciones Unidas y otras organizaciones internacionales, en medio de reportes contradictorios sobre un alto el fuego acordado en el país.
Los combates entre las fuerzas armadas del país y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, por sus siglas en inglés) se encuentran en su cuarto día en Jartum, tanto cerca del mando del ejército como del palacio presidencial, y cerca de dos bases de las RSF al norte y al oeste de la capital.
Los residentes siguen atrapados en el centro en otros lugares de Sudán; 11 personas murieron en la región occidental de Darfur del Norte y decenas resultaron heridas, entre ellas menores, en las últimas 48 horas, según informó la organización sin fines de lucro Médicos Sin Fronteras.
Al menos 270 personas han muerto y más de 2.600 han resultado heridas en los disturbios, según funcionarios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) citando al Centro de Operaciones de Emergencia del Ministerio de Sanidad de Sudán.
Efectivos armados asaltaron las viviendas del personal de la ONU y de empleados de otras organizaciones internacionales en el centro de Jartum, según se informa en un documento interno de la ONU visto por CNN.
Según el documento, los hombres armados agredieron sexualmente a mujeres y robaron pertenencias, incluidos automóviles. “En Jartum, personal uniformado armado, al parecer de las RSF, está entrando en las residencias de expatriados, separando a hombres y mujeres y llevándoselos”, se lee en el informe. También se denunció un incidente de violación.
Las RSF desmintieron esas informaciones y declararon a CNN en un comunicado que “nunca agredirán a ningún funcionario o empleado de la ONU. Las RSF son muy conscientes de respetar el derecho internacional”.
El comunicado continuaba culpando al bando contrario en los combates, dirigido por el líder militar sudanés Abdel Fattah al-Burhan: “Esa es la nueva forma desesperada de luchar del ejército de Burhan. Suministran a su gente ropa de uniforme de las RSF para que puedan cometer crímenes contra civiles y embajadas y otros grupos, incluida la ONU, de modo que la imagen y la perspectiva de las RSF puedan resultar dañadas para todos, internacionales y locales”.
Las Fuerzas Armadas de Sudán negaron que sus tropas estuvieran implicadas en las violaciones y se remitieron a una declaración anterior sobre crímenes contra la humanidad presuntamente cometidos por fuerzas de las RSF.
Jartum se ha visto asolada por la violencia y el caos en una sangrienta lucha por el poder entre Burhan, jefe militar de Sudán, y Mohamed Hamdan Dagalo, también conocido como Hemedti, jefe de las RSF.
Ambos líderes se han culpado mutuamente de instigar los combates y de romper los acuerdos temporales de alto el fuego.
Mientras tanto, los tensos esfuerzos para establecer un alto el fuego se han intensificado, a pesar de la confusión sobre si se mantendrá.
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Türk, pidió el “cese inmediato de las hostilidades en Sudán” en una declaración hecha pública este martes.
Según el comunicado, Türk “rogó” a las fuerzas rivales que volvieran a la mesa de negociaciones. Türk hizo un llamamiento a las fuerzas enfrentadas para que tuvieran en cuenta el impacto sobre los civiles que viven en Sudán y que “solo anhelan una vida pacífica”.
Estudiantes atrapados mientras se intensifican los enfrentamientos
Durante más de tres días, los estudiantes de la Universidad de Jartum han permanecido atrapados en los edificios del campus mientras la artillería y los disparos llueven a su alrededor en la capital de Sudán. “Da miedo que nuestro país se convierta en un campo de batalla de la noche a la mañana”, declaró Al-Muzaffar Farouk, de 23 años, uno de los 89 estudiantes, profesores y empleados que se refugian en la biblioteca de la universidad.
La comida y el agua se están agotando, pero salir no es una opción: un estudiante ya perdió la vida por disparos en el exterior. Khalid Abdulmun’em había intentado correr hacia la biblioteca desde un edificio cercano cuando fue alcanzado por las balas, dijo Farouk.
Los estudiantes recuperaron su cuerpo y lo llevaron al interior “a pesar de las balas que caían sobre nosotros”, añadió.
La universidad confirmó la muerte de Abdulmun’em en una publicación de Facebook, diciendo que le habían disparado en los alrededores del campus. En otro mensaje publicado este lunes, la universidad instó a las organizaciones humanitarias a que ayudaran a evacuar a decenas de personas atrapadas en el campus.
Testigos presenciales describieron las escenas en toda la capital sudanesa.
“Puedo ver el humo que sale de los edificios. Y puedo oír desde mi residencia ráfagas, fuertes disparos desde el exterior. Las calles están totalmente vacías”, dijo Germain Mwehu, empleado de la Cruz Roja en Jartum.
“En el edificio donde me alojo, he visto familias con niños, niños llorando cuando hay ataques aéreos, niños horrorizados”, dijo Mwehu, añadiendo que la gente tenía poco o ningún acceso a alimentos o medicinas debido a la ferocidad de los combates en el exterior.
Entre las víctimas mortales hay niños; un niño de 6 años murió este lunes después de que las fuerzas de seguridad bombardearan un hospital de Jartum y dañaran una sala de maternidad. Los médicos se vieron obligados a evacuar, dejando atrás a los pacientes, algunos de ellos recién nacidos en incubadoras.
Al menos media docena de hospitales han sido atacados por ambos bandos, según el Sindicato de Médicos de Sudán.
Múltiples diplomáticos y trabajadores humanitarios han sido blanco de los ataques.
El secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, confirmó que el lunes se produjo un ataque contra un convoy diplomático estadounidense.
“Ayer dispararon contra un convoy diplomático estadounidense. Toda nuestra gente está a salvo, pero esta acción fue imprudente, irresponsable y, por supuesto, insegura”, declaró Blinken en una rueda de prensa este martes.
El embajador de la Unión Europea en Sudán también fue agredido en su residencia este lunes, aunque ahora se encuentra bien, según un portavoz del máximo diplomático de la UE.
Y tres trabajadores del Programa Mundial de Alimentos de la ONU (PMA) fueron asesinados en Darfur, lo que llevó al PMA a interrumpir temporalmente todos sus servicios en el país.
En declaraciones a primera hora de la mañana del martes, las dos facciones rivales se acusaron mutuamente.
Las RSF acusaron al ejército de realizar ataques aéreos contra barrios residenciales y de atacar la sede del embajador de la Unión Europea en Jartum; por su parte, el ejército acusó a las RSF de atacar la residencia del embajador y la sede del PMA en Darfur.
Intentar negociar la paz
Varios líderes extranjeros han hecho llamamientos a la paz, y Blinken habló por separado con Burhan y Dagalo este martes.
Blinken “expresó su grave preocupación por la muerte y lesiones de tantos civiles sudaneses”, y argumentó que era necesario un alto el fuego para entregar la ayuda, reunificar a las familias separadas y garantizar la seguridad del personal diplomático y humanitario, según un comunicado del Departamento de Estado de EE.UU.
Y Egipto ha estado “en comunicación directa con ambas partes alentando la contención, el cese de las hostilidades y la vuelta al diálogo”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores de Egipto, Sameh Shoukry, a Christina Macfarlane, de CNN, en una entrevista exclusiva este martes.
Más tarde, las Fuerzas Armadas sudanesas emitieron declaraciones contradictorias sobre el alto el fuego propuesto de 24 horas, que debía entrar en vigor a última hora de este martes.
Una declaración citando a un portavoz en la página oficial de Facebook de las FAS decía que las fuerzas armadas “no tienen conocimiento de ninguna coordinación con los mediadores y la comunidad internacional sobre una tregua” y que el anuncio de las FAS de una tregua de 24 horas “pretende encubrir la aplastante derrota que recibirá en cuestión de horas”.
Sin embargo, Burhan declaró anteriormente a CNN que las FAS “se adherirán” a la propuesta de alto el fuego del mecanismo tripartito, formado por la Misión Integrada de Asistencia a la Transición de las Naciones Unidas en Sudán (UNITAMS), la Unión Africana (UA) y la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD).
Mientras tanto, Dagalo afirmó en Twitter que la fuerza paramilitar había aprobado un alto el fuego de 24 horas “para garantizar el paso seguro de los civiles y la evacuación de los heridos”.
El director general de la OMS, Dr. Tedros Adhanom Ghebreyesus, condenó este martes el conflicto en Sudán, afirmando que se han agotado los suministros médicos, falta personal médico sobre el terreno y algunas instalaciones sanitarias han sido saqueadas o se utilizan con fines militares.
Volker Perthes, representante especial del secretario general de la ONU para Sudán, declaró el lunes que la organización ha estado intentando convencer a las dos partes rivales de que “contengan el fuego” durante un periodo de tiempo, y les pidió que protejan las embajadas, las oficinas de la ONU y las instalaciones humanitarias y médicas.
Ambas partes habían acordado previamente un alto el fuego de tres horas el domingo, y de nuevo el lunes, reanudando posteriormente los combates, dijo Perthes.
Sin embargo, tanto Burhan como Dagalo se han acusado mutuamente de romper el alto el fuego.
Cuando CNN habló con Burhan el lunes por la tarde, se oían disparos de fondo a pesar del supuesto alto el fuego, y Burhan afirmó que Dagalo lo había violado por segundo día consecutivo.
Un portavoz de las RSF rebatió la acusación, afirmando que habían intentado respetar el alto el fuego, pero “siguen disparando, lo que no deja otra opción” a las RSF que “defenderse devolviendo los disparos”.