(CNN) – Un módulo de alunizaje japonés, que transportaba un vehículo de exploración desarrollado en los Emiratos Árabes Unidos, intentó posarse en la superficie de la Luna este martes, lo que suponía el primer alunizaje de una nave espacial desarrollada comercialmente. Sin embargo, los controladores de vuelo en tierra no pudieron establecer contacto de inmediato, lo que hizo suponer a la empresa que la nave se había perdido.
El módulo de aterrizaje, construido por la empresa japonesa Ispace, se lanzó el 11 de diciembre desde Cabo Cañaveral, Florida, a bordo de un cohete de SpaceX. Desde entonces, la nave recorrió un trayecto de tres meses para entrar en órbita alrededor de la Luna, situada a unos 383.000 kilómetros de la Tierra, utilizando una trayectoria de baja energía. En total, el módulo de aterrizaje recorrió 1,4 millones de kilómetros a través del espacio.
Se esperaba que el aterrizaje se produjera este martes a las 12:40 p.m. ET, es decir, el miércoles a la 1:40 a.m. hora estándar de Japón.
Pasaron los minutos mientras el equipo de control de la misión trabajaba para recuperar el contacto con el vehículo tras un esperado corte de las comunicaciones. Unos 20 minutos después de la hora prevista para el aterrizaje, el CEO de Ispace, Takeshi Hakamada, ofreció una actualización.
“No hemos podido confirmar el éxito del aterrizaje”, dijo. “Tenemos que asumir… que no hemos podido completar el aterrizaje en la superficie lunar. Nuestros ingenieros siguen investigando la situación”.
Hakamada añadió que su equipo fue capaz de recopilar datos del vehículo hasta el intento de aterrizaje, un “gran logro” que debería ayudar a informar a futuras misiones de Ispace.
El módulo de aterrizaje lunar, llamado Hakuto-R, transportaba el vehículo Rashid, construido por el Centro Espacial Mohammed bin Rashid de Dubai de Emiratos Árabes Unidos, la primera nave espacial lunar de fabricación árabe.
En la historia, solo tres países han realizado un alunizaje controlado: Estados Unidos, la antigua Unión Soviética y China. Estados Unidos sigue siendo el único país que ha llevado seres humanos a la Luna.
La empresa japonesa Ispace adoptó un enfoque distinto al de las misiones lunares anteriores, al intentar alunizar como empresa con fines de lucro y no bajo la bandera de un solo país.
La empresa había compartido actualizaciones de la misión en su cuenta de Twitter, incluida una fotografía reciente de la Tierra asomando por detrás de la Luna captada por la nave espacial en su viaje por la órbita lunar.
La empresa de exploración lunar se había preparado para cualquier contratiempo. “Reconociendo la posibilidad de una anomalía durante la misión, los resultados se sopesarán y evaluarán en función de los criterios y se incorporarán a futuras misiones ya en desarrollo de aquí a 2025”, escribió la empresa en una publicación del 11 de diciembre.
En caso de éxito, se esperaba que el rover Rashid, de 10 kilogramos, saliera del módulo de alunizaje y pasara “la mayor parte de los 14 días lunares explorando el cráter Atlas, al noreste de la Luna”, según la Agencia Espacial Europea, que ayudó a diseñar las ruedas del rover.
El “rover Rashid está equipado con una cámara de alta resolución en su mástil delantero y otra montada en su parte trasera, así como una cámara microscópica y una cámara de imagen térmica”, dijo la ESA. “También lleva una ‘sonda Langmuir’ para muestrear el entorno de plasma que prevalece justo por encima de la superficie lunar”.
El contexto
La empresa japonesa Ispace es una de las varias empresas que compitieron en el Google Lunar XPrize, que ofrecía una recompensa de US$ 20 millones a la compañía que pudiera poner un rover robótico en la Luna, recorrer un par de miles de metros y transmitir datos de vuelta a la Tierra.
El concurso patrocinado por Google fue descartado en 2018, pero Ispace estaba entre las empresas que optaron por seguir persiguiendo la misión.
La empresa SpaceIL, con sede en Israel, fue la primera concursante de XPrize que intentó poner su módulo de aterrizaje en la Luna después de que el programa finalizara. Su nave espacial Beresheet se estrelló en 2019 después de que los equipos de tierra perdieran el contacto con el módulo de aterrizaje cuando se acercaba a la superficie.
Ese mismo año, la Organización India para el Espacio y la Investigación perdió el contacto con un módulo de aterrizaje lunar poco antes de que aterrizara en la Luna. Nunca se recuperó la comunicación con la nave, y las imágenes del Lunar Reconnaissance Orbiter de la NASA revelaron más tarde el lugar del accidente y la última morada de la misión.
Una misión de recogida de muestras de suelo lunar en nombre de la NASA forma parte de los planes futuros de Ispace: su programa Artemis prevé el uso de módulos de alunizaje comerciales para explorar la superficie lunar.