(CNN) – Normalmente, los asientos de avión reclinables son un lujo solo al alcance de los pasajeros de primera clase y clase business.
Pero eso cambiará en algunos vuelos de Air New Zealand cuando la aerolínea lance Skynest, un concepto de cama a bordo para pasajeros de clase turista, en septiembre de 2024.
La aerolínea anunció por primera vez el año pasado el concepto Skynest, en el que habrá seis cabinas para dormir en configuración de litera disponibles en determinados aviones. La aerolínea compartió más detalles esta semana sobre cómo funcionarán las reservas, los precios y otros aspectos.
Según un comunicado de prensa publicado por la aerolínea, las seis cabinas estarán situadas entre las cabinas turista y turista superior en determinadas rutas de larga distancia, como el vuelo directo de 17 horas entre Nueva York y Auckland, uno de los más largos del mundo.
Los pasajeros podrán reservar una plaza en la cabina por un precio de entre 400 y 600 dólares neozelandeses (entre US$ 254 y 380) para un bloque de cuatro horas, además del precio normal del pasaje de avión. El personal de cabina cambiará la ropa de cama después de cada uso.
“La aerolínea ha investigado mucho sobre los ciclos del sueño. Un ciclo de sueño típico dura unos 90 minutos, así que una sesión de cuatro horas da a los clientes la oportunidad de relajarse, dormirse y despertarse”, explicó un representante de Air New Zealand a CNN Travel, en 2022.
Las comodidades de las cápsulas Skynest incluirán puertos de carga USB, una luz de lectura, tapones para los oídos, sábanas de tamaño normal, una manta y una almohada. También hay cinturones de seguridad para garantizar que las camas cumplen los protocolos de seguridad a bordo.
Solo podrá utilizar la cápsula una persona a la vez, aunque se quiera compartir con la pareja o los hijos. Para dar a más pasajeros la oportunidad de probar el concepto, cada uno está limitado a una sesión de cuatro horas por vuelo, en función de la disponibilidad.
“Nos hemos centrado en el sueño, la comodidad y el bienestar porque sabemos lo importante que es para nuestros clientes llegar bien descansados”, declaró el año pasado Greg Foran, CEO de Air New Zealand.
“Tanto si se dirigen directamente a una reunión como a su primer destino de vacaciones, quieren empezar el viaje con buen pie”.
Tras bambalinas
Skynest lleva varios años gestándose.
“Nuestro proceso exhaustivo de investigación y diseño, que duró cinco años y 170.000 horas, dio como resultado un producto que estamos seguros de que revolucionará la experiencia en vuelo de los pasajeros de clase turista”, declaró en un comunicado Leanne Geraghty, jefa de Ventas y Atención al Cliente de Air New Zealand.
“Con el lanzamiento de Skynest […] damos vida a nuestro compromiso de ofrecer opciones, junto con la mejor experiencia posible para nuestros pasajeros, y de seguir innovando y liderando la industria de la aviación”.
Varios aviones Boeing 787 propiedad de la aerolínea están siendo reformados para hacer sitio a las nuevas cabinas con cápsulas. Si bien la mejora de la cabina se llevará a cabo en unas instalaciones de Boeing, Skynest se hará y fabricará exclusivamente en Nueva Zelandia, según un comunicado de la aerolínea.
A pesar de estar aún en fase de prototipo, Skynest figura entre los finalistas de los premios Crystal Cabin de este año, un certamen anual del sector que destaca las innovaciones en el mundo del diseño de interiores de aviones. Los ganadores se anunciarán en junio.
Por su parte, Air New Zealand fue clasificada como la segunda mejor aerolínea del mundo en 2022.
La compañía, cuyo nombre original era Tasman Empire Airways Limited (TEAL), se fundó en 1939 para conectar Nueva Zelandia con sus países vecinos del Pacífico. Se convirtió en Air New Zealand en 1965.