(CNN) – Ni el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ni su principal rival parecían haber asegurado el 50% de los votos para ganar las elecciones, según mostraron los resultados electorales preliminares, lo que aumenta las perspectivas de una segunda vuelta.
El Consejo Supremo Electoral de Turquía declaró que se han abierto más del 99% de las urnas nacionales y el 84% de las internacionales.
Según el ente electoral, hasta ahora, Recep Tayyip Erdoğan tiene el 49,40% de los votos, Kemal Kılıçdaroğlu el 44,96% y Sinan Ogan el 5,2%, dijo el jefe del consejo, Ahmed Yener. El recuento aún continúa, añadió Yener.
La agencia de noticias estatal Anadolu informó proyecciones basadas en el 97,95% de los votos contados, mostrando que Erdogan tiene el 49,34% de los votos, en comparación con el 44,99% del principal candidato de la oposición, Kemal Kilicdaroglu.
El tercer candidato, Sinan Ogan, recibió el 5,28% de los votos, según Anadolu, lo que plantea la posibilidad de que pueda ser un hacedor de reyes en una segunda vuelta. Tuiteó que una segunda votación es “muy posible” y que “los nacionalistas turcos y los ataturkistas están en una posición clave para esta elección”.
Las elecciones de este domingo suponen el mayor desafío hasta la fecha para el líder turco. Erdogan se enfrenta a dificultades económicas y a la crítica de que el impacto del devastador terremoto del 6 de febrero se vio agravado por la laxitud de los controles de la construcción y por las caóticas labores de rescate.
Su principal oponente es el líder del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Kemal Kılıçdaroğlu, quien representa a una coalición electoral de seis partidos de oposición. Por primera vez, la oposición turca se unió en torno a un solo candidato.
Para ser elegido, un candidato debe obtener más del 50% de los votos este domingo por la noche. De lo contrario, Turquía se irá a una segunda vuelta el 28 de mayo.
En declaraciones a CNN desde un colegio electoral del distrito de Beyogly, en Estambul, el votante Korhan Futaci, de 46 años, dijo: “Mi voto es por la libertad. Mi voto es por el futuro de nuestros hijos. Tengo esperanza”.
Yeliz Sahin, de 46 años, cuyo hermano y su hijo murieron en el terremoto, dijo: “Es un momento histórico que llevamos 20 años esperando. Todo este sistema tiene que cambiar”.
Por su parte, Eren Uzmele, de 19 años, votante por primera vez, afirmó: “El futuro del país está en nuestras manos. Está en manos de la juventud”.
Kılıçdaroğlu, un exburócrata de 74 años y carácter apacible, prometió arreglar la tambaleante economía turca y restaurar las instituciones democráticas, comprometidas por la caída en el autoritarismo durante el mandato de Erdogan.
Los principales candidatos emitieron su voto
Tras emitir su voto en Estambul, Erdogan declaró a periodistas: “Rezamos a Dios por un futuro mejor para nuestro país, nuestra nación y la democracia turca. Es muy importante que todos nuestros votantes depositen su voto hasta las 5 de la tarde sin preocupaciones para demostrar la fuerza de la democracia de Turquía”.
Mientras tanto, tras votar en Ankara, Kılıcdaroglu dijo: “Todos echábamos de menos la democracia, estar juntos y abrazarnos tanto. Esperemos que a partir de ahora vean que la primavera llegará a este país y siempre continuará”.
Erdogan concluyó su campaña electoral este sábado por la noche rezando en Santa Sofía, mezquita e importante lugar histórico de Estambul. En cambio, Kilicdaroglu visitó la tumba de Mustafá Kemal Ataturk, fundador de la Turquía moderna y laico convencido.
Erdogan ha estado ensalzando las virtudes de su largo gobierno, haciendo campaña sobre una plataforma de estabilidad, política exterior independiente y continuando reforzando la industria de defensa de Turquía. Recientemente, aumentó los salarios de los funcionarios en un 45% y redujo la edad de jubilación.
En los dos últimos años, la moneda turca ha caído en picada y los precios se dispararon, provocando una crisis del coste de la vida que ha mermado la base de apoyo conservadora y obrera de Erdogan.
Cuando el 6 de febrero un violento terremoto devastó amplias zonas del sureste de Turquía, Erdogan tuvo que hacer frente a réplicas políticas. Sus críticos le reprocharon la mala gestión de las labores de rescate y los laxos controles de la construcción que su partido gobernante, Justicia y Desarrollo (AK), presidió durante dos décadas.
En las semanas posteriores al terremoto, el gobierno detuvo a decenas de contratistas, inspectores de obras y directores de proyectos por infringir las normas de construcción. Los críticos tacharon la medida de chivo expiatorio.
El gobierno también pidió disculpas por los “errores” cometidos inmediatamente después de la catástrofe.
El terremoto dejó más de 51.000 muertos en Turquía y la vecina Siria. Miles de personas siguen en paradero desconocido, y el sureste de Turquía está salpicado de tumbas sin nombre.
El jueves, Kılıçdaroğlu se vio reforzado por la retirada tardía de un candidato menor, Muharrem Ince. Ince tenía bajas cifras en las encuestas, pero algunas figuras de la oposición temían que dividiera el voto anti-Erdogan.
Turquía celebra elecciones cada cinco años. Más de 1,8 millones de votantes residentes en el extranjero ya emitieron su voto el 17 de abril, informó el miércoles el periódico turco Daily Sabah, citando al viceministro de Relaciones Exteriores del país. Más de 65 millones de turcos pueden votar.
El jefe del Consejo Supremo Electoral (YSK), Ahmet Yener, declaró el mes pasado que se espera que al menos un millón de votantes de las zonas afectadas por el terremoto no voten este año debido a los desplazamientos.
– Yusuf Gezer contribuyó con este reporte.