(CNN) – Bryan Kohberger, el hombre acusado de apuñalar hasta la muerte a cuatro estudiantes universitarios de Idaho, permaneció sentado sin pronunciar palabra ante el tribunal durante su comparecencia de este lunes, mientras un juez leía en voz alta los cargos de asesinato y robo que se le imputaban y preguntaba si el sospechoso estaba preparado para anunciar su declaración.
En lugar de su declaración, el abogado de Kohberger respondió: “Señoría, guardaremos silencio”.
Esta estrategia jurídica poco convencional, también conocida como “permanecer mudos”, se basa en una norma penal de Idaho que exige que el juez presente entonces una declaración de inocencia en nombre del acusado, lo que le permite evitar comprometerse verbalmente a ser culpable o inocente.
“No importa lo que diga o deje de decir”, dijo a CNN la abogada de Seattle Anne Bremner. “De cualquier manera, está en el registro con una declaración de inocencia”.
Aunque es muy inusual, guardar silencio no es algo inaudito. La táctica también se utilizó en el caso contra Nikolas Cruz, el atacante responsable de la masacre de 2018 en la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas en Parkland, Florida.
Mientras se avecina el juicio de octubre, Kohberger se enfrenta a cuatro cargos de asesinato en primer grado y un cargo de robo por los asesinatos del 13 de noviembre de los estudiantes de la Universidad de Idaho Kaylee Goncalves, de 21 años; Madison Mogen, de 21 años; Xana Kernodle, de 20 años; y Ethan Chapin, de 20 años, en una casa fuera del campus en Moscú, Idaho.
Aunque una amplia orden de silencio ha ocultado en gran medida al público los detalles del caso, los investigadores han declarado que Kohberger, estudiante de posgrado en el Departamento de Criminología de la cercana Universidad Estatal de Washington, irrumpió en la casa de las víctimas y las apuñaló repetidamente antes de huir del lugar.
Los espantosos asesinatos y la prolongada investigación sumieron al campus universitario y a la ciudad circundante en la incertidumbre y la aprensión. Después de casi siete semanas, Kohberger fue detenido e identificado como el presunto asesino.
Según Samuel Newton, catedrático de Derecho de la Universidad de Idaho, hay varias razones por las que los acusados pueden optar por “guardar silencio”, especialmente en un caso tan notorio y sometido a tanto escrutinio como el de Kohberger.
El acusado puede querer evitar las críticas que podrían derivarse de una declaración determinada, dijo Newton. Una declaración de inocencia, por ejemplo, puede provocar la indignación pública por no asumir la responsabilidad de sus presuntos actos, explicó.
Los fiscales y los abogados defensores también pueden estar negociando tras bastidores, discutiendo potencialmente un acuerdo de culpabilidad, dijo Newton.
Bremner descartó la idea de que el movimiento podría indicar que el abogado de Kohberger podría estar considerando una declaración de inocencia por demencia, porque no hay defensa por demencia en Idaho.
O, añadió Newton, podría ser simplemente que el acusado está siendo difícil y no quiere cooperar.
Bremner hizo eco de esa posibilidad, diciendo: “Tal vez sólo está tratando de ser desafiante o tratando de demostrar que es el tipo más inteligente en la sala”. Apuntó a los antecedentes de Kohberger como estudiante de Criminología, señalando: “Sabía lo suficiente sobre estudios criminológicos como para que tuviera un impacto”.
¿Qué sigue para Kohberger?
Kohberger se encuentra en prisión sin fianza desde que fue detenido en diciembre en casa de sus padres en Pensilvania y trasladado a Idaho, donde espera el juicio.
El juicio está previsto que comience el 2 de octubre y que dure unas seis semanas.
Los fiscales disponen de 60 días a partir de este lunes para anunciar, por escrito, si tienen previsto solicitar la pena de muerte en su causa contra él.
También están previstas dos audiencias para el 9 de junio, en las que se abordarán las peticiones presentadas por un abogado que representa a la familia de Gonçalves y por una coalición de medios de comunicación, en relación con la preocupación que suscita el amplio alcance de la orden de silencio sobre el caso.
La restricción prohíbe actualmente a fiscales, abogados defensores, abogados de las familias de las víctimas y testigos hablar públicamente de detalles del caso que no sean ya de dominio público.
Los investigadores detallan las pruebas contra el sospechoso
Tras la detención de Kohberger, los investigadores expusieron algunas de las pruebas que les llevaron a identificar al joven de 28 años como sospechoso, entre ellas imágenes de vigilancia, declaraciones de testigos y pruebas de ADN.
Una pista clave fue la grabación de vigilancia que captó un Hyundai Elantra blanco cerca de la casa de las víctimas esa noche, según una declaración jurada de causa probable. El vehículo, que fue encontrado más tarde por la Policía en la Universidad Estatal de Washington, cerca de Pullman (Washington), estaba registrado a nombre de Kohberger, según las autoridades.
Los datos del permiso de conducir de Kohberger coincidían con la descripción del sospechoso facilitada a la Policía por una de las compañeras de piso supervivientes de las víctimas, según las autoridades.
La compañera de piso dijo a los investigadores que vio a una figura enmascarada vestida de negro en la casa la mañana de los asesinatos, según una declaración jurada. Describió a la persona como “un hombre de 1,77 metros o más, no muy musculoso, pero de constitución atlética y cejas pobladas”.
Mientras la investigación seguía su curso, Kohberger cruzó el país en auto hasta la casa de sus padres en Pensilvania, adonde llegó una semana antes de Navidad, según declaró a CNN en diciembre Jason LaBar, defensor público jefe del condado de Monroe.
Allí, los investigadores fueron finalmente capaces de conectar a Kohberger con la escena del crimen mediante la vinculación del ADN encontrado en la basura recogida en la casa de su familia con el ADN de la funda de un cuchillo de cuero encontrado junto a una de las víctimas, según la declaración jurada.
Tras la detención del sospechoso, se incautó un alijo de objetos en la casa de Pensilvania, entre ellos un teléfono móvil, guantes negros, máscaras negras, ordenadores portátiles, una navaja Smith and Wesson y un cuchillo en una funda de cuero, según un registro de pruebas.
Las autoridades también incautaron un Hyundai Elantra blanco de 2015 que un abogado del sospechoso dijo previamente que había utilizado para conducir, acompañado por su padre, a casa de sus padres para las vacaciones.
El vehículo fue desmantelado por los investigadores, que recogieron piezas, fibras e hisopos para su posterior examen, según muestran los documentos judiciales.
Dakin Andone, Jason Kravarik, Alaa Elassar, Eric Levenson, Emma Tucker y Pamela Brown, de CNN, contribuyeron a este artículo.