(CNN Español) – Muchos argentinos que tienen capacidad de ahorro optan por el dólar para hacerlo, ante los procesos inflacionarios y devaluatorios que deterioran sus ingresos en su moneda nacional.
Solo como una referencia, el nivel de activos dolarizados fuera del sistema asciende a US$ 261.795 millones, de acuerdo con el más reciente reporte del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Para dimensionar esa suma, esta representa más que el valor de mercado del total de la deuda externa del país, según el mismo informe.
Ahora bien, esta masa de activos dolarizados se produce en medio de las crecientes restricciones en el país para comprar dólares.
Entre los múltiples tipos de cotizaciones de esta divisa existentes, hay uno con el que los argentinos están más familiarizados por la facilidad y la libertad para adquirirlo, aunque se trate de un procedimiento informal: el dólar blue.
¿Qué es el dólar blue?
El economista Ricardo Delgado lo define como un dólar no legal, pero de referencia para un sector importante de la economía.
“Casi el 40% de la economía es informal en Argentina, y esos sectores cuando necesitan dólares lo hacen a través del dólar blue”, explica.
Para su colega Rodrigo Álvarez, “el dólar blue es el dólar libre”. “Obviamente, es un dólar que se opera sin autorización del gobierno, no pasa por un mercado formal. Es el dólar de la calle, para llamarlo de alguna manera”, agrega.
¿Cuál es su origen?
Actualmente, el blue es el segundo dólar más caro de los que se pueden conseguir en el mercado, superado por unos centavos por el dólar Qatar, otra cotización que a su vez recibió su nombre porque fue creada para quienes querían viajar al último Mundial de fútbol, disputado en aquel país.
Los economistas coinciden en que el dólar blue se origina porque se imponen restricciones para la compra del billete verde en el mercado formal, los denominados “cepos cambiarios”.
Los últimos dos fueron establecidos por el gobierno de la entonces presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en 2011, y por Mauricio Macri, en 2019. Este cepo sigue vigente hasta nuestros días, y permite la compra de hasta US$ 200 dólares por mes a la cotización oficial.
“Se abre el mercado paralelo cuando existe una prohibición, como sucedió por ejemplo en Estados Unidos durante la ley seca, que prohibía la venta de alcohol. Entonces, surgieron bares y otros sitios clandestinos porque la demanda seguía existiendo. Acá, los argentinos quieren seguir protegiendo su poder adquisitivo contra una inflación en torno al 10% mensual”, explica Álvarez.
¿Por qué se llama así el dólar blue?
Con respecto a su nombre, existen algunas teorías no excluyentes.
“Históricamente se llamó dólar negro, porque era un mercado informal, por fuera de la regulación”, sostiene Delgado.
Es una versión sobre la que coinciden la mayoría de los especialistas
“Los argentinos lo llamamos blue para no llamarlo negro”, sostiene Álvarez.
Pero hay otros que señalan que el nombre surge de la cantidad de billetes falsos que circulan en ese mercado. Para evitar toparse con ese tipo de papeles, se les pasaba una fibra, y si el papel quedaba azul es porque se trataba de dólares apócrifos. De allí que haya sido bautizado como “blue”, azul en inglés.
Sea como sea, el blue sigue siendo el refugio del ahorro de muchos argentinos que huyen del peso y sus recurrentes devaluaciones.