(CNN) – Un recordatorio del profeta Mahoma sobre dar a la “humanidad” está pintado en el exterior de un edificio indescriptible del sur de Brooklyn que abrió sus puertas a migrantes de todas las creencias.
Durante los últimos nueve meses, el Centro Comunitario Musulmán ha acogido colectivamente a unos 75 solicitantes de asilo. Pero quieren hacer más.
“Como musulmanes, tenemos la obligación de ayudar a alojar a los migrantes y a las personas que viajan, y hemos decidido dar ese paso”, declaró a CNN Soniya Ali, directora ejecutiva del centro.
El centro es una de las organizaciones religiosas que han presentado una solicitud a la ciudad de Nueva York para alojar a migrantes. A su vez, la ciudad ha firmado un contrato con New York Disaster Interfaith Services, una organización benéfica religiosa, para proporcionar 950 camas a los solicitantes de asilo, según un funcionario del gobierno con conocimiento del plan de la ciudad.
En el centro musulmán, las camas ya se alinean en un espacio habitable del piso superior, junto con una pequeña cocina, instalaciones sanitarias y un par de sofás. “Tenemos 17 migrantes alojados. Cada cama es su espacio vital”, explica Ali.
Cada uno de los 50 “refugios de estabilización basados en la fe” tendrá 19 camas. La ciudad planea abrir 10 refugios el 1 de julio y luego abrir 10 refugios adicionales cada mes hasta noviembre, con la opción de ampliar el contrato para abrir más refugios, según un funcionario.
Sin embargo, los centros como el de Ali tendrán que cumplir las normas de construcción para albergar a estos grandes grupos. “Debemos tener detectores de monóxido de carbono, detectores de humo y extintores, además de un sistema de rociadores”, explicó Ali a CNN.
Cuando se le preguntó por su motivación para poner en marcha el refugio, Ali dijo a CNN que sólo tenía cinco años cuando su familia llegó a Estados Unidos desde Cachemira.
“Puedo entender perfectamente lo que sienten cuando hablan de sus familias o de los hijos que dejaron atrás o de sus esposas o de quienquiera que hayan dejado atrás, porque yo tengo familiares en casa que no están aquí”, dijo Ali. “Y sientes esa sensación de añoranza, así que entiendo esa parte de su viaje y de su situación”.
“Ayuda”. Es la conmovedora respuesta en una sola palabra del migrante senegalés Mamadou Deiallo, que lleva en el refugio desde agosto. Su historia es conocida. Sin autorización legal de trabajo, permanece en el limbo del desempleo.
“Es necesario que la ciudad ayude a todos los inmigrantes”, declaró Deiallo a CNN.
La transformación de lugares de culto en refugios se produce mientras Nueva York sigue buscando otros lugares para albergar a sus casi 45.000 inmigrantes sin hogar. El alcalde Eric Adams declaró que la ciudad está desbordada y no puede seguir soportando el número de migrantes que llegan.
En los próximos días, la ciudad y el estado trabajarán para abrir un centro de respiro de emergencia para los solicitantes de asilo adultos en el antiguo Correccional Lincoln, dijo un portavoz del Ayuntamiento a CNN este domingo.
Según dijeron, no hay “celdas” en el centro de Harlem. El sitio ha estado vacante desde que cerró en 2019, dijo el portavoz.
“Estamos agradecidos con el estado por proporcionar este sitio y asociarse con la ciudad para abrir este espacio como un sitio temporal para los solicitantes de asilo mientras la ciudad de Nueva York continúa enfrentando esta crisis humanitaria”, dijo el portavoz a CNN.